El mensaje de SeokWon me dejó pensando, si realmente vendría o solo lo decía en broma, pensándolo bien SeokWon no es del tipo de chico que dejaría su trabajo por alguien, menos por mí...¿O sí?.
-¡YoonGi-ssi!- el golpe del director Choi en mi carpeta me sorprendió y despertó de mi trance- ¿Mucho trabajo para un novato?.
-No...-anoche después de haber llamado a Jimin más de una vez y volver a escuchar la grabación no me dejó dormir en paz.
-¿Imsomnio?.
Asentí débil.
-Tengo una duda...ya sabes, como dijiste que la historia trataba de ti...¿Ese chico realmente existe?.
-Claro que sí.
-¿Park Jimin?.
Mis ojos se abrieron el triple de su tamaño, tenía más de una pregunta que hacerle a este tipo pero que sepa que es Jimin me sorprendía y mataba de la curiosidad.
-¿Lo conoce?.
-Todos lo conocen, el mariscal de campo Jimin...los rumores llegaron a mis oídos ya sabes, trabajo para la directora de la universidad, solía pasar mucho tiempo allí y Jimin siempre me llamó la atención y al leer tu ensayo no pudo salir de mi cabeza que ustedes tenían algo.
Nunca pasaras por desapercibido Park Jimin, reí cabizbajo, todos lo conocían y admiraban por ser una revelación para el equipo, ya todos decían conocerlo pero yo llegué amar a Park Jimin, el verdadero.-¿Que tal el día libre?, no te fuerces demasiado, vamos a tomar algo de café para prender esas neuronas.
Traté de safarme de la invitación pero era tan insistente, me dí por vencido al escuchar mi estómago rugir.
Llegamos a la cafetería, pero a una en particular la que está cerca a la universidad donde junto a Jimin viví un momento grato y privado, totalmente de otro mundo.
-Otra vez por aquí- la camarera que se acercó a mi al llegar la otra vez me sonríe amplio.
-Dos cafés expresso, por favor- expresso el café preferido de Jimin, el aroma del café emergía por sus labios cada mañana, dando ese toque atrayente y llamativo que a mi en particular me encanta.
La mesa que daba a la ventana se encontraba solitaria me senté en el mismo asiento que la ves pasada, la vista perfecta que daba hasta la universidad donde podía ver el árbol con un poco de hojas menos por culpa del otoño.
-¿YoonGi?.
-¿Sí?- sin darme cuenta mi mirada se congeló al ver a ese árbol, muchos recuerdos pasaron de una ves.
-¿No es ese Jimin?- dí vuelta mi cabeza para ver en el sentido contrario, allí estaba él con su cabellera desordenada y con sus labios ligeramente partidos cruzando la calle.
A su alrededor lo rodearon un grupo de chicas voluptuosas y de belleza envidiable.
-Oh...eso no se ve bien.
-¿Qué?.
-Bueno, ¿Son pareja no?.
No sabía que responder, ni que hacer un pequeño picor en mi nuca me molestaba al verlo tan rodeado, no podía ver su rostro, el picor se expandió hasta mis manos, mis pies se movían intranquilos mis ojos no se apartaban y mis orejas se volvían rojas, si esto es a lo que llaman celos, es horrible.
-No lo resisto- dije antes de levantarme y salir a la calle, él quien se encontraba al otro lado de la esquina seguía siendo camuflado por los cuerpos de las chicas, la luz ya daba amarilla hasta llegar a la señal verde, mis pies que tenían el picor comenzaron a sentirse cómodos al avanzar, mis pies daban cortos trazos, los cuerpos se comenzaron a mover dejando ver a un sonriente Jimin jugando con sus labios.
-No es el mejor momento- sentía como del brazo me llevaban de regreso, miraba cabizbajo, observaba esos pies grandes que me guiaban en el camino, levanté mi mirada viendo un chico alto, pelinegro y de buena musculatura.Jimin quién conversaba con las chicas levantó su mirada al frente, notó como un chico era atraído por un joven de altura hasta la otra esquina, llevaba lentes y una gorra negra. Se detuvieron quedando frente a frente aún sin poder ver el rostro del más pequeño, seguía sonriendo al creer que el chico le recordaba a Suga, el chico de altura posó sus dos manos en los hombros del pequeño y se acercó a darle un beso en la frente en una muestra de cariño, envidio por un segundo al par, como quisiera poder hacer lo mismo con Suga.
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Sweet & Love [YoonMin]
FanfictionCuando Jimin llega a alterar la vida de Suga un chico literario, del típico amor clásico y soñado de libros pierde el control del orden. Cambia todos sus planes y lo hace vivir la vida como él la ve.