Sweet & Love [YoonMin]

Capítulo veintiocho

No había que esconder lo nuestro pero por la actual condición de su mamá prefería no alarmarla.
-¿Donde se conocieron?-sus brazos cruzados mostraban un aire de superioridad.
-En la universidad...
-Tu apellido es...-seguía con sus preguntas con egocéntria.
-Min...me llamo Min YoonGi.
-Esta bien...puedes alojarte en una de las habitaciones de invitados y bienvenido a Busan- asentí desconcertado al ver una simple pero brillante sonrisa de su parte.
-Jimin-ie ayer me encontré con Byul, ¿Te acuerdas de ella?.
-Ajá...la chica que me tiraba el cabello cuando pequeños...aún la recuerdo- apretó sus puños ligeramente.
-Bueno, eso fue en el pasado además eran pequeños...quizás podrías intentar conocerla más a fondo...no sé,  ponte tu...salir en una cita- lo observé pero el no regresó su mirada a mi sino a su madre con una sonrisa de lado.
-¿Y si no quiero?- lo dice en un tono demandante- ¿De nuevo tratarás de que me case con alguien que no conozco?, no lo haré...ya tengo pensado con quien me casaré- mordí mi labio tratando de ocultar mi nerviosismo.
-¿Q-Quien...
-Min...
El sonido de su celular interrumpió a Jimin.
-¿Alo?, Ah, JungKook...estoy donde mi madre...-se levantó de su asiento y desapareció al entrar a la cocina.
-YoonGi-ssi- tomó mis manos y casi de rodillas se posicionó al frente de mi- ¿Podrías irte?...quiero que mi Jimin conozca a Byul y creo que eres un estorbo- me sentía humillado y con una pizca de rabia, no porque me esté echando de su casa si no el hecho que quiera emparejar a su único hijo y que ella sea la que tome la decisión que marcaría su vida "El matrimonio".
-¡Suga!- al escuchar a Jimin su madre recobró su postura y volvió a su asiento como si nada hubiera pasado- Vamos...te presentaré a un amigo.
-Pero hijo...¿Y byul?.
-Despidete de ella...sé que esta esperando en el pasillo, vi su auto en el estacionamiento.
Me tomó del brazo y sin despedirnos salimos de la casa, el agarre fuerte de Jimin me descolocaba cada vez se hacía más estrecho y sus manos ya daban un color rojo dejando marcas en mi muñeca.
-¡Jimin!- grité ya un poco asustado al ver que sus ojos ya no mostraban serenidad si no algo muy contrario a este, veía un lado distinto de él y me asustaba.
-¡¿QUÉ?!- mi rostro en blanco al verlo girarse a mi con una vena que resaltaba en su cuello provocó que disminuyera un poco su enfado- Lo siento, no quise gritarte- sus manos se posicionaron en mi nuca y su frente pegada a la mía mientras sentía su respiración chocar con la mía, sus labios que susurraban una y otra vez un 《Lo siento》.
-Esta bien...estamos bien, no hay porque preocuparse.
-No lo entiendes...ella tratará de hacerse cargo de mi vida.
-Créeme...te entiendo.
-Tendrá que aceptarlo.
-De todos modos me casaré con Park Jimin.
-¿Porque tan seguro?.
-Porque te amo...¿No es eso suficiente?.
-Lo es...ahora sonríe un poco.
No podía sonreír pero de todos modos formé un arco con mis labios recibiendo una gran sonrisa de su parte, ¿Como fue que me enamoré de este idiota?...su sonrisa, con sólo verlo sonreír caí por él, esos perlados dientes y esos carnosos labios tan suaves como el algodón que tranquilizan a cualquiera pero que detrás esconde tanto dolor que se ven reflejados en esos oscuros y brillantes ojos.
Luego de ver a su madre tan desesperada con casar a su hijo me dejó pensando...¿Realmente es necesario el matrimonio?...ya no lo sé.