No había mucho que esperar de SeokWon, siempre trataba de sacarme una sonrisa pero de inmediato se borraba junto a una arcada, no quería negar que me hacía falta pero tampoco podía admitir que lo necesitaba.
-Te veo en la biblioteca HwiMang...Park Jimin [Recibido a las 9:38 p.m]
¿Será realmente él? , no era su número, pero quien más podría citarme en una biblioteca. Una sonrisa se plasmó de nuevo en mí.
-¿A donde vas cariño?.
-Saldré un momento, necesito ordenar mis ideas.
No era común en mi mentir pero últimamente era muy frecuente.
Llegué a la biblioteca que estaba un poco vacía pero Jimin no estaba, tomé un libro de romance para matar el tiempo.
-¿No es Suga?- pude suponer que los rumores no se habían borrado.
-Pensé que se había ido lejos.
-Hubiera sido lo mejor.
-¿Y eso quién lo decide? ¿Ustedes?.
-No...
-Ya dejen en paz al chico y háganse cargo de sus propios asuntos.
No conocía esa voz masculina pero si pudiera verle la cara le hubiera agradecido tal acto.
Al pasar las hojas provoque una herida en mi dedo índice, lo dirigí a mi boca y cerré el libro acto seguido sople un poco para aliviar el dolor.
-Eres realmente torpe- Sostuvo mi mano y dirigió mi dedo a su boca mientras con su lengua acariciaba la herida, luego la retiró y envolvió el dedo con un pañuelo.
-Jimin...
-Si no estoy aquí, dime quien podrá protegerte, no hay nadie más que yo- su mano mostraban marcas de sangre- Lamento haberte hecho esperar- removió mi cabello con su mano mientras mostraba una leve sonrisa, al levantarme de mi asiento rodee su cintura con mis brazos pudiendo sentir el olor a cigarrillo y café que lo caracterizaba.
-Si pudiera detener el tiempo, me gustaría detenerlo en este instante y sentir tu abrazo.
-Hyung, no me dejes- envolvió sus brazos en mi posando su cabeza en mi hombro.
-Nunca...Llévame contigo.
Su departamento mantenía un olor a limpio y cigarrillos junto con una mezcla de perfumes.No tardó en cargarme hasta la cama, con prisa quitaba mi cinturón mientras con su boca lamia mi cuello erizandome la piel al cambio de temperatura de mi cuerpo con el de la saliva fría, pasó su mano por debajo de mi camisa acariciando mi estómago, sus manos rápidas quitaron mi pantalón por completo y desabrochaba mi camisa dejando mi pecho en descubierto, al unir nuestros labios y al separarnos dejaba ver un delgado hilo transparente.
Al sentir cuerpo con cuerpo mi miembro dejaba en evidencia el calor que sentía al contacto, se deshizo de su ropa y deslizó su mano por debajo de mi bóxer mientras con su boca jugaba con el lóbulo de mi oreja acelerando mi respiración que se hacía oír al sentir sus manos rasposas en mis testículos y que pasaban con prisa por mi miembro hasta llegar a la cima.
No podía resistir por más tiempo y Jimin lo sabía seguía jugando pero se detenía al llegar a la cima recobrando el curso.
-Hyung, dime que es lo que quieres.
Con su voz y aliento caliente en mi oreja estremecía mis ganas de correrme.
-A-A ti- dije con dificultad.
-Con más ganas.
-A-A ti, Park Ji-min- presionó la punta de mi miembro logrando correrme en su mano.
No pude tomar un respiro. Comencé a sentir sus manos en mi volteandome y dejándome a su disposición, alejó mi bóxer y mi camisa, humedecio sus dedos pasándolos fuera de mi entrada, mi cuerpo que ya estaba caliente respondía solo moviéndose hacia atrás. Sus dedos se movían dentro con agilidad, mis gemidos no los podía ocultar salían de mi boca alentando a un Jimin totalmente excitado.Su miembro entró y sus manos se posaron en mis caderas dando estocadas pronunciadas, podía escuchar sus gemidos sacandome una sonrisa en satisfacción.
- Hyung- Dijo Jimin antes de correrse y liberar un suspiro- ¿Sabes que te amo?- me acurruco a su lado y pasó su brazo por mi cabeza reemplazando la almohada.
-Te amo Park Jimin.
-Te amo Hyung, por favor no lo olvides.
Entrelazamos nuestras piernas y nos cubrimos con una sábana blanca, nos miramos durante minutos hasta consolidar el sueño.
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Sweet & Love [YoonMin]
FanfictionCuando Jimin llega a alterar la vida de Suga un chico literario, del típico amor clásico y soñado de libros pierde el control del orden. Cambia todos sus planes y lo hace vivir la vida como él la ve.