Mis Dos Vidas

Capítulo Once.

—¡No! ¡No, no, no, no!

Miró el reloj en su muñeca, ¡estaba retrasado por una hora!

Jungkook se levantó enseguida y corrió a su habitación para cambiarse.

No recordaba en qué momento se quedó dormido. Recordaba hablar con Taehyung sobre filosofía y esos temas, pero después de eso no recordó nada.

¡No había terminado la tarea! Estaba frito.

Al entrar a la habitación, vio a un Taehyung hecho bolita en su cama mientras abrazaba una almohada como si fuera un peluche.

—¿Cómo es que yo terminé durmiendo en el sofá y él en mi cama? —Se preguntó a sí mismo.

Lo ignoró y corrió a su armario para buscar ropa.

Se puso lo primero que vio. Ni siquiera se bañó.

Fue al baño para cepillarse la boca y lavarse la cara. Peinó un poco su cabello y se echó un poco de perfume para disimular el olor a alcohol que traía encima.

Al salir del baño guardó sus cosas a la mochila.

—Mierda, mierda, mierda —susurró apresurado mientras se ponía los zapatos—, en media hora es la exposición. ¡Ni siquiera he terminado el maldito ensayo! —exclamó. En se momento sólo se preguntó cómo pudo ser tan descuidado y se dejó llevar por los encantos de Taehyung, pero no culpaba al chico que aún dormía en su cama.

¡Cierto, Taehyung sigue durmiendo!

—Oye, oye, oye, Kim. Despierta, despierta, tenemos que irnos. —Le llamó enseguida mientras lo movía.

Kim se removió en la cama con pereza. Había dormido tan bien que no quería despertar, incluso soñó y eso era algo que hace mucho no hacía.

—Déjame, cinco minutos más, Joshua —murmuró entre sueños.

Jungkook frunció el ceño, ¿otra vez con ese tal Joshua?

—Tu querido Joshua no está aquí, yo estoy aquí, tu querido Jungkook, así que levántate rápido que voy atrasado. —Le dijo y corrió en busca de su computador en la sala.

Taehyung se quejó como un niño y se sentó en el borde de la cama, viendo un punto fijo en el piso.

—No sé qué voy a hacer, no terminé el trabajo —Jungkook habló con desesperación. Se venían las semanas de exámenes y era muy importante no tener notas bajas o perdidas antes de los exámenes porque servían si llegaba a reprobar algún examen.

Taehyung lo vio con detalle en su desespero, el olor varonil de perfume que Jungkook se puso llegó a sus fosas nasales.

—Uhm, yo terminé tu tarea —dijo aún con un ojo medio cerrado.

Jungkook lo miró sorprendido. —¿En serio?

—Eh, sí. Te dormiste y vi que no lo habías terminado, no sé si esté bien.

La expresión de Jungkook cambió a una de felicidad y se abalanzó a abrazar al confundido castaño.

—¡Ay, me salvaste la vida, Taehyungie! —exclamó al abrazarlo— ¡Gracias, gracias! —Se separó un poco y le besó la frente. Después volvió a guardar sus cosas rápidamente.

Taehyung se vio confundido nuevamente después de ese abrazo repentino y ese... beso. Jungkook le besó la frente, nunca nadie había hecho eso, ni siquiera su madre.

—Vamos, Tae, sé que tienes sueño pero tenemos que irnos.

Taehyung asintió sin decir nada y fue al baño para cambiarse.