Capítulo Veinte.

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Londres,
6 de Junio del 2023.

—Yo estaba pensando... —Taehyung habló de repente. El descanso de la universidad acabaría en unos minutos, los cuales el castaño aprovecharía para descansar en el hombro de su chico.

Jungkook sentando a su lado, le miró. —¿Acaso tú piensas? —preguntó burlón.

Taehyung levantó su cabeza del hombro del pelinegro. —Ja, ja, ja, que gracioso, Jeon.

Jungkook rio. —Perdón, Taehyungie —Continuaba riendo—. Ahora sí, dime en qué pensabas.

Taehyung abultó sus labios. —Ya no quiero decirte, te burlaste de mí.

—¡No, Taehyungie! Lo siento, perdón, solo quería molestarte un poquito.

El castaño miró su rostro, riendo segundos después.

Después de todo, molestarse con su Jungkook era difícil.

—Bueno, estaba pensando en que ya son varias semanas desde la última vez que viajamos, Koo.

Jungkook sonrió ladino. —¿Quieres otro viaje con tu guapo novio? —alzó y bajó las cejas.

Taehyung alzó una ceja. —No me mires así. Además, no eres mi novio, iluso.

—¿Iluso yo? ¡¿Yo?! ¡¿El guapo chico que te gusta?! —fingió ofensa.

—Sí, tú, y también ruidoso.

—Bueno, acepto ser todo por ti, su majestad —sonrió y recostó su cabeza en el hombro del castaño.

—¿También aceptarías ser mi sirviente?

—Aceptaría ser tu sirviente, tu guerrero, tu salvador, tu refugio y tu amante en este viaje del tiempo.

Taehyung rio por lo bajo. —Me he dado cuenta que tú exageras mucho las cosas.

—No exagero, solo digo la verdad —respiró profundamente, empezaba a relajarse—. En fin, dime a dónde quieres que te lleve esta vez.

—¿Puede ser fuera del país?

—Depende, pero sí, dime qué país.

—Me gustaría ir a Suiza.

Jungkook levantó su cabeza para verle.

—¿Qué es lo interesante que tiene Suiza para que su majestad quiera ir? —preguntó curioso.

—De pequeño fui una vez con mis padres por temas políticos, pero solo pude disfrutar un día. Recuerdo haber visto un hermoso alpe. Realmente los alpes Suizos son mágicos. Quisiera verlos otra vez.

Jungkook sonrió por su entusiasmo al contarle. Claro que estaba de acuerdo.

Lo estaba con cualquier cosa que su rey le diga.

—Suena a un viaje increíble, y frío también.

—Sí, normalmente suele hacer frío —inconscientemente rascó su brazo. Pedir algo a alguien cuando era príncipe era de lo más normal y rutinario, pero ahora que le pedía cosas a Jungkook no podía evitar ponerse nervioso—. Entonces, ¿podemos ir?

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