Uno

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Capítulo 1
Electroquinesis

Sus ojos se abrieron poco a poco encontrando pequeñas luces producto de las velas, su cuerpo estaba cubierto con una manta. Tenía frío, su cuerpo temblaba ligeramente, se incorporó con lentitud mirando la biblioteca junto a la ventana, estaba totalmente desorientada, ¿No se supone que debía estar en aquel lago con el agua hundiéndola más entrando en sus pulmones?, llevó la mano a su pecho recordando perfectamente como éste dolía complicándole el respirar.

Sus manos estaban heladas aún, el aspecto de aquel lugar era hogareño, rústico y cálido. La paz que se respiraba le gustó mucho e incluso pareció abrazarla colocándola reflexiva y pensativa, había intentado suicidarse por la pésima suerte que estaba teniendo en su vida.

Nunca pensó que sería capaz de hacerlo.

Unos pasos se acercaron haciéndole mirar en esa dirección, un chico delgado, pero fuerte se sorprendió de verla consciente. Traía algo de madera en sus brazos, la colocó en el suelo junto a la chimenea que había pasado por alto.

—¿Cómo te sientes?—preguntó él.

—Con mucho frío—frotó sus manos.

—Encenderé la fogata, dame un segundo.

—¿Tú me trajiste aquí?

El muchacho acomodó la madera en la chimenea, se aseguró de que estuviera en buena posición antes de encenderlo. Volteó a mirarla indicándole que se acercara, obedeció con la manta sobre sus hombros, tomó asiento en la silla que tomó del comedor, el calor del fuego se extendió por su cuerpo haciéndole sentir mucho mejor.

—¿Recuerdas algo antes de despertar?—quiso saber él.

Con cierta pena asintió.

—Estaba en un lago, la corriente era fuerte y había empezado a llover, supongo que quedé inconsciente.

—Te encontré en el lago, pero no estabas respirando—indicó—La corriente estaba empujándote, te saqué de ahí y tuve que reanimar tu corazón.

Vio como llevaba su mano a su pecho, ella no parecía sorprendida. Él ladeó su cabeza observándola con más atención.

—Así que estuve muerta—volvió a mirarlo.

—Por unos minutos—asintió—¿Cómo te llamas?

—HyoIn. Gracias por...haberme ayudado.

—No hay de qué, HyoIn.

—No tengo como pagarte...

—No, no—se apresuró a decir—No hice esto con intenciones de que me pagaras, creo que cualquier persona consciente habría hecho eso. Intentaré buscarte algo seco para que te cambies, cuando la tormenta pase puedes irte.

—Espera—tomó su mano cuando se disponía a irse. Sintió una corriente eléctrica recorrerla, el castaño en cambio sintió que algo jalaba de su energía haciéndole sentir mareado. Una chispa salió disparada hacia la chimenea aumentando el fuego, HyoIn lo soltó en el acto—¿Qué fue eso?

Una sobrecarga de energía hizo que explotaran los bombillos de la cabaña. Por reacción él la cubrió con sus brazos evitando que algunos cristales de los focos cayeran sobre ella.

—¿Cómo hiciste eso?—preguntó sorprendido.

—¿Yo?, pensé que tú lo habías hecho.

—No pensé que hubieran más que yo.

—No sé de que estás hablando.

El castaño le enseñó como en sus manos se formaba una bola eléctrica y brillante. HyoIn miró sus propias manos intentando aquello, esta vez no tuvo éxito.

Evolución • JJK (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora