44. mi verdad

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— Aunque no quieras creerme, entiendo cómo te sientes.

Soojin no dijo nada.

— Quisiera ser más empático contigo, pero aún se me hace algo difícil creerte

La coreana suspiró pesadamente, moviéndose a un lado para dejar que el menor cruzara la puerta.

— Estabas con Miyeon, ahogando sus penas porque ambos creen que soy la razón por la que Minnie jamás va a quererla, pero vienes aquí, conmigo. ¿Quieres insultarme por ser una dramática? ¿Quieres dejar el mensaje de odio de parte de Cho Miyeon?

El muchacho negó con la cabeza, y luego se encogió de hombros, aunque no cruzó la puerta.

— No. Miyeon suele estar más triste por lo que cree de sí misma, que por lo que tú significas para Minnie.

Minghao relamió sus labios, revolviendo su cabello.

— Mmmh

El chino cruzó la puerta finalmente, entrando a la residencia de la más baja.

— Aunque no parece, me caes bien —Soojin agradecía que el menor fuera consciente de que su actitud hacia ella era bastante despectiva—, me preocupa lo que piensas y lo que harás en caso de que tengas que irte. No pareces el tipo de persona que pone cierres sanos a las etapas en su vida.

Y quería ofenderse, e insultarlo por aquello que había dicho, pero ambos sabían que tenía razón. Ella no era buena con los cierres en su vida. Y que él se diera cuenta, le molestaba y asombraba en partes iguales.

La coreana suspiró profundamente, para entonces comenzar a caminar hacia la sala de estar de su propia casa, esperando que el menor la siguiera si es que quería hablar con ella.

— Shuhua estuvo preguntando por ti —susurró, y Soojin se detuvo de inmediato—, está preocupada, porque no le contestas y no la visitas hace tiempo. Cree que estás enferma, o molesta, y comenzó a buscar en sus memorias un momento en el que haya dicho algo malo. Quiso buscarte, pero evité darle tu dirección y fingí no haber escuchado de ti, a pesar de que te veía de vez en cuando caminando por el campus. Sabía que te sucedía algo, y como no estaba dispuesto a averiguar el qué, esperaba que tú misma le hablaras pronto. Cuando te desmayaste hoy, supuse que realmente tendría que buscar una respuesta.

El chino comenzó a caminar, quedando a un lado de la mayor.

— ¿Hay algo que pueda saber?

No preguntaba lo que sucedía y no exigía información. Estaba pidiendo algo que pudiera decirle a la menor, porque no sabía cuánto merecía saber él sobre ella, ni cuánto ella estaba dispuesta a traer a la realidad en palabras.

Ambos caminaron en completo silencio hasta la sala de estar, pero Soojin se negó a quedarse ahí cuando recordó que su padre podría regresar en cualquier momento. Minghao no había dicho nada mientras la veía observar con recelo su propia casa y se limitó a asentir cuando le pidió que la siguiera a su habitación. Soojin se preguntaba si alguna vez le vería fuera de su personaje de comprensión absoluta y dulzura empalagosa.

Minghao era irreal.

— Sé que aunque trate de evitarlo, si mi padre quiere irse, tendré que seguirlo. Tengo dieciocho años y todas mis clases se las debo a él. Aunque quisiera y aunque lo intentara, no podría hacer nada sin su ayuda y si él está en desacuerdo con mis decisiones, simplemente se encargará de conseguir que eventualmente acceda.

— ¿Entonces solamente se trata de su despido, de verdad? —sonaba incrédulo.

— Tengo miedo, Minghao. Tengo miedo de lo mucho que me gusta. Tengo miedo de tener que irme. Tengo miedo de que su corazón se rompa por mi culpa. Tengo miedo de lastimarla, de no ser lo suficientemente buena para ella.

𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora