𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon.

10. las estrellas están celosas porque no pueden brillar como tú lo haces.

— ¿Hoy no comes sandía?

— La madre de Jongin cree que debería comer piña también 

— ¿Te gusta igual o menos la piña frente a la sandía? 

— Mucho menos 

Y sin embargo, Shuhua dió otra mordida al trozo de fruta, mientras continuaba con la mirada perdida y su otra mano trazaba líneas por el borde del tazón.

— ¿Segura? 

— No tengo otra opción. No voy a desperdiciarla

Minghao asintió levemente, observando la pantalla de la televisión de nuevo, aunque no estaba prestando atención al programa que se reproducía. 

— ¿Leíste el libro? 

— Sí. Hace unos días lo terminé 

— ¿Y qué te parece?

— Es... Romántico. Como dice la madre de Jongin, ¿no? Esa temática sobre enamorados —Shuhua se incorporó, dedicándole una mirada rápida al chino y luego entrecerrando los ojos, como solía hacer cuando tenía curiosidad. La menor colocó el tazón con piña sobre la mesa de centro frente al sofá de una plaza donde se encontraba, dispuesta a prestar atención a su mayor.

— ¿Eso es lo que crees?

— ¿No lo es?

Shuhua parecía tener una expresión en el rostro una vez más. La muchacha se puso de pie, llevando consigo su tazón con trozos rectangulares de piña para sentarse a un lado del mayor. Su rostro parecía curioso.

— Bueno, en efecto, lo es. Es sobre romance, pero no es todo lo que trata. La historia habla sobre enamorados, sí, pero también cuenta la vida de una protagonista que ha pasado por muchos altibajos al lado de la gente que se suponía la defendería, y así aprende a vivir por su cuenta. Ella no necesita a nadie más, a pesar de que termina enamorándose

— ¿Cómo se suponía que debo ver que ella vive por su cuenta si dice que no necesitaba nada más que... Su novia? 

— Porque enamorarse no tiene por qué entrar en conflicto con valerte por tu cuenta, Shuhua. Tu pareja, es tu compañía, no alguien de quien dependes, no alguien a quien necesitas para ser o no ser algo. No es lo que eres, sino quien te da fuerzas cuando no sabes lo que quieres

La muchacha hizo una mueca, tendiéndole el tazón con piña al mayor, quien tomó un trozo con cuidado. 

— Los libros son más divertidos cuando los interpretas a tu gusto. ¿No haces eso? 

— ¿No se supone que las cosas son como son? ¿Por qué debería interpretar algo? Ella dijo que no necesitaba nada más además de su pareja, ¿cómo iba yo a saber que aún diciéndolo no era lo que intentaba decir? —la menor suspiró con pesadez mientras fruncía las cejas levemente—. De verdad, la gente me parece muy extraña

— ¿Por qué?

— ¿No te lo parece?

— Dime tú por qué crees que la gente es extraña —pronunció el chino firmemente, evadiendo la pregunta que la menor usó como respuesta, mirando con atención a la menor. 

— Hacen cosas extrañas. Son muy desapegados de la realidad, intentan siempre hacer que todo sea de una manera que no es por su conveniencia, porque les sirve más. ¿No es extraño? Ponerte por encima de otra persona, creer que eres superior. A mí me parece que la gente es muy extraña

— La gente no es extraña, tiene perspectivas diferentes. Lo que para alguien tiene sentido, no tiene por qué tenerlo para ti. Así es como funciona. ¿No crees que sería aburrido que todos seamos iguales, de cualquier forma? ¿Dónde dejas lo divertido de conocer a alguien, de aprender? Si todos sabemos, entonces no hay nada más que hacer