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— Soojinie, acabo de terminar de cocinar, ¿vienes a cenar?
— No tengo hambre. Nos vemos mañana
La muchacha pelinegra subió las escaleras con prisa, ignorando a su padre olímpicamente. El mayor suspiró, comenzando su camino hasta el comedor para cenar a solas, una vez más.
Ya se comenzaba a sentir culpable de la lejanía que su hija ha tenido con él recientemente. Se sentía como un padre fracasado, inútil, que por más que lo intentaba sencillamente no conseguía dar en el clavo para que Soojin se sintiera amada por él. Su hija había crecido demasiado rápido, y todo había comenzado cuando él se había divorciado de su esposa.
Soojin repentinamente no le dirigía la palabra, no pasaba ni cinco minutos con él, y había dejado de hablarle sobre su vida. Se sentía como si fuera un desconocido. Él sencillamente había perdido a su hija en un abrir y cerrar de ojos, por haber decidido buscar su tranquilidad, aún cuando esa tranquilidad significaba, según su hija, acabar con su familia y arruinarle la vida.
¿Qué podía hacer? Intentar acercarse no funcionaba, estar con ella era caso perdido y siempre terminaba mal. Acercarse a sus amigas para conseguir algo sobre Soojin se sentía incorrecto porque jamás había mostrado interés en ellas en el pasado, y él ni siquiera conocía al novio de su hija. ¿Invadir su privacidad? ¿Volverse extremadamente exigente? Aquello lo podía empeorar. Lo iba a empeorar.
Su hija parecía haber dejado de quererlo, y él no podía hacer nada al respecto. Después de todo, era su culpa.
Él quería demostrarle que podía contar con él, que podían ser grandes amigos además de padre e hija, que no tenía que ocultarle nada. Pero Soojin ya no quería nada de él. Era demasiado tarde.
Cuando los padres de Soojin se divorciaron, aquel golpe había sido especialmente irrelevante para ella. Soojin siempre había amado a su padre, siempre se había sentido cercana solo a él, y era su modelo a seguir. Su madre era muy ajena, muy fría, como si se tratara de una desconocida. Entonces, ella sólo tenía a su padre, así que quedarse con él luego del divorcio era la única opción. A pesar de ello, cuando la realidad la golpeó, y la frialdad de su madre había comenzado a sentirse como un calor al que estaba demasiado acostumbrada, quiso culpar a su padre por haberlas separado.
En realidad, Soojin amaba a sus dos padres. Pero al pensar que por tan solo su personalidad, su madre no la quería, se había equivocado y comenzado a tomar decisiones con la vista nublada.
Su padre tenía que trabajar, así que cuando volvía de clases apenas lo veía. Había tenido que comenzar a hacer todo lo que su madre hacía por ella y se había comenzado a dar cuenta de que había devaluado a su madre. Él no tenía, y jamás podría tener, todo el tiempo libre que ella necesitaba y pedía.
No era su culpa. Su padre siempre había estado ocupado, y su madre siempre había estado ahí, pero era más fácil apreciar algo por su ausencia que por su presencia.
Pasaron pocos meses, y entonces ella conoció a Jongin. Él le juraba amor eterno. Recitaba poemas, daba cálidos abrazos, era el paraíso, y con unas pocas semanas de conocerse, ella creía que había conocido al amor de su vida, y aceptó sin dudarlo a su noviazgo. Pero desde entonces, su vida había sido, en pocas palabras, una colección de eventos de sufrimiento y decepciones.
Soojin había perdido a sus mejores amigas. Soojin se había visto obligada a ocultarle cosas a su padre, a alejarse de él. Y todo lo hacía por amor. Por el amor que sentía por Jongin.
Aquella tarde no había sido la primera vez que discutía con Jongin y que terminaban su relación, y aquella mañana tampoco había sido la primera vez que volvían a ser novios luego de una promesa vacía.
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𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon.
Fanfiction¿Escuchaste el rumor? ‼️ EDITANDO. ⋆ㅤProhibida la copia y/o adaptación de cualquier tipo. ⋆ㅤTragedia romántica, juvenil, 16+ ⋆ㅤLa longitud de los capítulos suele variar. En su mayoría, son cortos. ㅤ × Trigger Warning: Angustia. original - come...