25. mi propia realidad

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— Minghao. ¿Por qué la gente se besa?

El chino miró a la menor, confundido, mientras sus dedos dejaban el lápiz quieto y sus ojos se volvían una retahíla.

— Es... Una muestra de afecto.

— ¿Y por qué no abrazar y ya? —su voz salió suavemente, con algo de miedo, como si el mayor pudiera burlarse de ella—: ¿es que no se siente bien, cuando los brazos de alguien más dan la calidez de la que careces y puedes escuchar cómo los dos corazones se vuelven en el mismo ritmo? ¿No es eso bueno, también?

Minghao sonrió levemente, asintiendo.

— Lo es. Pero es diferente —él no supo cómo quería explicarle a la menor el sentido que tenía. Él ni siquiera lo entendía, en algún punto, y sería confuso encontrarle sentido a algo que quizá no tenía sentido—. Depende de la forma en que quieres a alguien, si prefieres besar o no, y cómo quieres hacerlo.

No era común hablar de aquello con ella, pero estaba haciendo un esfuerzo para no hacerlo parecer algo malo. Shuhua jamás hablaba del afecto en general.

— ¿La forma en que quieres a alguien? —su ceño fruncido y su voz casi alarmada.

— Sí. No es igual la forma en que te quiere un amigo nuevo, a un amigo a quien tienes mucho tiempo de conocerle; o la forma en que se quieren un par de novios; dos hermanos, o tus... —se cortó a sí mismo, corrigiéndose antes de que ella notara cómo se había equivocado—, tu padre.

Su madre no existe. Jamás existió. Había muerto hace tiempo y ambos la habían dejado plantada bajo un árbol que pronto había nacido y ahora tenía muchas flores rojas.

— Dependiendo de el tipo de cariño que sientes por alguien, así... Se besarán —no estaba muy seguro de estar utilizando las palabras correctas. Shuhua le prestaba mucha atención, como si se tratara de una lección que nunca en su vida se repetiría. Lo veía con tanta curiosidad, que no estaba seguro de cómo actuar.

—¿También hay formas diferentes para besar? —Minghao asintió, dudando de si debería dar detalles. Shuhua pareció lo suficientemente satisfecha con aquello, así que no añadió ningún comentario.

Ambos se quedaron en silencio. Luego de unos segundos observando a su mejor amiga, Minghao regresó su atención a su cuaderno y por consecuencia, también comenzó a dibujar una vez más. Shuhua parecía seguir ensimismada en sus ideas, mientras miraba un punto inexistente.

— ¿Y cómo sabes de qué manera quieres a alguien?

Minghao levantó la mirada de inmediato. Estaba sorprendido más que alarmado. Shuhua estaba haciendo preguntas bastante diferentes a las que solía hacer: estaba hablando de cosas que siempre había considerado estúpidas. Era diferente. Pero sabía que debía responder, antes de que ella sintiera que estaba haciendo algo malo.

— Eso... Solo depende de qué relación tienes con alguien —el chino relamió sus labios—. No quieres de la misma forma a tu padre que a tus amigos —susurró, aunque dudaba un poco de su ejemplo—. Los novios y los amigos se besan... De formas diferentes —en lugares diferentes, estuvo a punto de añadir, pero prefirió evitarlo.

— Oh... Claro —la menor asintió levemente.

El silencio regresó. El hecho de que la casa estaba vacía y en los jardines adyacentes no había nadie, volvía la conversación casi como un secreto. Minghao no era capaz de discernir entre lo que debía o no añadir en las explicaciones que se le pedían y tampoco estaba seguro de por qué estaba recibiendo esas preguntas. Pero iba a responder.

𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora