36. la promesa que no rompería incluso si tengo que dar mi vida a cambio de ello

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— ¿Qué eres?

Shuhua se acomodó en medio de los dos montones de cojines en el sofá que ella misma había creado, mirando fijamente al muchacho frente a ella.

— ¿Eh?

— Si te pregunto eso, ¿qué es la primera respuesta que te viene a la mente? —continuó hablando, mientras acomodaba las mangas del suéter color blanco que cubrían sus brazos—, ¿en tu sexo? ¿Tu orientación sexual? ¿Tu nacionalidad? —la menor relamió sus labios, acomodándose en su lugar—, si te pregunto qué eres, ¿cuál es tu respuesta?

— Soy un ser humano

— ¿Y qué te dice que eres realmente un ser humano y que no estamos viviendo una realidad lejana? ¿Quizá los insectos creen que son humanos, y lo que los amenaza son insectos, cuando en realidad somos nosotros? ¿Qué eres?

— ¿Qué eres tú?

— No se puede contestar a una pregunta con otra pregunta

— En realidad, yo considero que es una respuesta acertada

— ¿Por qué?

— ¿Por qué no?

Shuhua sonrió. 

— Yo creo que ser es vivir

— Yo creo que es simplemente existir —rebatió Shuhua—, somos con tan solo haber sido concebidos. Comenzamos a ser antes de nacer, comenzamos a ser cuando somos formados, todos somos

— ¿No te parece que vivir y existir es diferente?

— ¿Por qué?

— Existir es simplemente eso, ser una realidad, existir, estar. Vivir conlleva tener sentimientos, uso de conciencia, sentir. Puedes vivir si ya no existes pero no deberías existir si no vives

— ¿Qué hay de la muerte? —Shuhua entrelazó sus dedos mientras prestaba atención a sus propias manos. El mayor continuó hablando de inmediato.

— Quienquiera que muera físicamente va a continuar viviendo en el alma de quienes le recuerden. Si no tienes vida, dejas de existir físicamente, pero no dejas de vivir hasta que dejan de recordarte y una última persona que te recuerda dejó escapar su último aliento

Shuhua frunció las cejas.

— Si vivir conlleva sentir, entonces creo que no estoy viviendo

— Estás más viva que nunca —replicó el mayor—. Tú piensas, tú crees, tú sientes, Shuhua. Odiar es sentir. Tener asco es también sentir. Incluso las cosas que te dañan te recuerdan que estás viva, por eso no hay nada de poesía en existir

— Entonces quizá deberíamos simplemente desaparecer

— ¿Quieres ser olvidada?

— Si de esa manera puedo olvidar, entonces lo hago

— Necesitas ayuda

— Necesito desaparecer

Minghao suspiró, mirando a su alrededor con cansancio tras escuchar a la menor hablar.

— ¿No puedo simplemente dejarlo ir? ¿Cómo puedo hacerla irse de mi vida?

— ¿Por qué quieres eso?

— Porque ella tiene tanto que vivir y experimentar, que sería injusto hacerla estar al lado de alguien marchito

— Puedes florecer

— Ya no quiero hacerlo, Minghao

Shuhua lucía especialmente melancólica aquella tarde. El brillo de sus ojos había desaparecido y su presencia se sentía apagada.

𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora