47. el sabor de las lágrimas

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— No me gusta mucho hablar sobre el pasado, pero quizá deberíamos tener ésta conversación ahora

Minnie dirigió su mirada hacia la coreana, alzando una ceja.

— ¿Vas a comenzar a victimizarte? ¿"Oh, me hiciste tanto daño cuando me alejaste de ustedes"?

Miyeon observó con sorpresa a la tailandesa al escuchar sus reclamos.

¿Estaba aceptando lo que había hecho?

— Minnie, pasó tanto tiempo desde ese momento —murmuró Nayeon, relamiendo sus labios—. ¿Crees que podamos hablar esto como dos personas civilizadas?

Miyeon suspiró profundamente.

— Quizá Nayeon tiene razón —susurró la castaña, mirando a Minnie—. ¿No sería mejor arreglarlo todo? Incluso con Soojin —murmuró, señalando con la mirada a la muchacha a varios metros de donde se encontraban.

— Mira, no tengo ganas de discutir —pronunció la tailandesa—, si va a ser así, simplemente voy a volver con Soojin

— ¿Aún cuando te pidió que la dejaras estar sola un momento?

Nayeon soltó una risita.

— ¿No es como si Minnie no existiera, y solo fuera visible la seguidora de Soojin? —susurró, pero sabía que la otra la escucharía a la perfección—. No quieres hablar porque nunca te gustará aceptar la realidad.

— ¿Y qué es lo que quieres que diga, Nayeon? ¿"Lamento mucho haberte alejado de Soojin"?, tú misma sabes que tenía mis razones.

Minnie recorrió con la mirada el rostro de la muchacha frente a ella. Analizó su expresión, y aunque la propia mostraba seguridad, en el fondo estaba asustada.

Nayeon la conocía, tanto por mérito propio, como por externos.

— Controlarla... A ella y a la gente que la rodea. Siempre lo hiciste, aún ahora, cuando ella no quiere saber más de ti, te comportas de esa manera —continuó la coreana, soltando una risita—. Eres egoísta, y cuando te das cuenta de ello, haces daño a los demás para hacerte sentir menos despreciable. Me alejaste de Soojin porque tenías miedo de que le agradara más que tú. Me alejaste de ustedes porque nunca aceptarías lo insignificante que eres cuando no eres la única a su lado.

Aunque pensó en interrumpir la discusión, Miyeon no sabía qué decir. Y, muy en el fondo, quería escuchar a Nayeon. Había escuchado a Minnie por mucho tiempo; sabía lo que pensaba de Nayeon y conocía su versión de los hechos. Pero quizá había un poco más de verdad en lo que Nayeon diría ahora que estaba enfadada.

— ¿Me equivoco? —pronunció la coreana, alzando una ceja—, no, ¿verdad?, sabes que estoy diciendo la verdad. Tú misma lo aceptaste más de una vez.

— ¿Qué estás diciendo?

Minnie frunció el ceño.

— Mi mayor pecado en tu contra fue una mentira. Tu peor pecado en mi contra fue utilizarme —susurró la tailandesa, con un poco de dolor en el alma—: nos usaste a ambas y luego comenzaste a fingir que no era verdad. Que yo me había vuelto loca, ¡que estaba haciéndolo para sentirme bien conmigo misma!

— ¡Tu mentira arruinó mi reputación!

— ¡Y la tuya rompió mi corazón! —exclamó, poniéndose de pie, mientras una lágrima escapaba de sus ojos—. ¿Sabes cual es la peor parte de lo que me hiciste?

Nayeon tragó saliva, observándola fijamente.

— ¿No es injusto que solo yo me vea como la loca? Cuando tú harías lo mismo. Nayeon, juzgame cuando tus pecados no sean iguales a los míos —Minnie intentaba evitar llorar, pero su corazón pesaba más que su ego—. Deja de culparme por lo que sucedió cuando sabes que ambas somos culpables en una forma equivalente. No eres ni mejor, ni peor que yo. Somos iguales

𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora