𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon.

01. se repite en los pasillos.

🥀

Él le es infiel.

Ha estado viendo otras personas.

Dicen que sigue con ella por lástima.

Cada día es un sufrimiento nuevo.

Espero que lo deje ir pronto, él merece algo mejor.

Los murmullos en los pasillos jamás cesaban. Soojin estaba cansada de escuchar cómo desconocidos juraban saber más de su relación que ella misma, y lo peor era que, ciertamente, parecía verdad. A pesar del tiempo que llevaban saliendo, ella aún sentía que le hacía falta conocer la mayor parte de lo que era él.

Cuando Soojin comenzó a salir con Jongin dos años atrás, todo parecían flores y felicidad. Se sentía en el cielo, en las nubes, justo al lado de Dios y todos sus ángeles. Pero fue poco el tiempo necesario para que su cielo se transformase en infierno.

Desde los comentarios desagradables que los amigos de su novio hacían, hasta los murmullos que sus ex novias soltaban. "Su nueva víctima", "pronto se dará cuenta", "todos esos sentimientos de superioridad por salir con él la van a llevar al infierno".

Si bien siempre había sido consciente de los rumores sobre quién y cómo Jongin era, ella jamás creyó en ninguno de ellos, y confió ciegamente en quien ella creía el amor de su vida. Se quedó con él, a su lado, incluso cuando aquello significaba perder a sus mejores amigas.

Miyeon y Minnie no estaban de acuerdo con lo que ella estaba haciendo. Escaparse de clases para estar con su novio, evitarlas cuando él estaba cerca porque no le agradaban, e incluso dejarse denigrar por él en fiestas mientras estaba borracho. Soojin había sido enredada por el hechizo que aquel muchacho había recitado, y eso simplemente la había hecho irreconocible. Soojin dejó de salir con sus amigas, dejó de hacer lo que más le gustaba, y ahora simplemente era el trofeo que se sentaba a un lado de su novio, en la hora de almuerzo, en aquella gran mesa blanca en el centro de la tormenta.

— Soojinie —susurró Minnie, tomando el brazo izquierdo de la muchacha para detener su paso—. ¿Podemos hablar?

Jongin bufó mientras rodaba los ojos, mirando mal a la tailandesa que evitaba que su novia continuara caminando a su lado.

— Será rápido, lo prometo

— Bien, bien —murmuró Soojin, llevando la mirada hasta su novio poco después-. Te veo allí, ¿sí? No tardaré

— Como sea —masculló el mayor, girando sobre sus talones para comenzar a caminar hasta la cafetería.

— Oh Dios, ¿qué quieres Minnie? ¿Es tan importante? ¿No podíamos hablarlo luego?

— Soojin, tenemos exámen final de álgebra en dos horas, y llevas dos meses sin siquiera entrar a clases. ¿Qué crees que dirá tu padre si se da cuenta de que estás desperdiciando todos sus esfuerzo de ésta forma... Por ese tipo?

— No estoy de humor para tus regaños de abuela. Nos vemos luego —pronunció mientras rodaba los ojos, caminando por donde su novio se había ido segundos atrás.

— Soojin —la interrumpió la mayor, volviendo a tomar su antebrazo para hacer que la mirara—. No puedes desperdiciar tu vida de ésta manera

— No es asunto tuyo —pronunció severamente la coreana, acercándose a ella lentamente. Su rostro lleno de molestia—. Mejor ve a darle atención a Miyeon, déjame en paz

Sentía que estaba perdida. Soojin apenas le dirigía la palabra, ni siquiera escuchaba razones. Se estaba transformando en una desconocida para ellas, y no parecía estar arrepentida.