𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon.

26. una verdad que me hace sollozar

olivia o'brien  -  i hate you, i love you.

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Minnie vivía en una familia extremadamente adinerada. Su ascendencia era explícitamente parte de la realeza de Tailandia, y por ello se había mudado a Corea del Sur: su familia estaba buscando una vida tranquila y normal para la heredera.

El único problema, era que todo aquello había desencadenado una terrible y marcada negligencia parental.

La muchacha estaba todo el tiempo sola. Desde que había cumplido siete hasta que llegó a los dieciocho. Minnie había estado solamente acompañada por empleados temporales, en aquella gigantesca mansión, escuchando y observando como sus padres discutían sin descanso sobre cientos de cosas que ella en ese entonces no entendía.

Él estaba viéndose con otras mujeres, y ella había comenzado a tomar.

Minnie veía cada vez menos a sus padres.

Como una pobre niña mimada, ella había comenzado clases extracurriculares aleatorias que la ayudaran a concentrar su energía en algo de provecho.

Violín, piano, guitarra, incluso el clarinete. Minnie sabía como manejarlos todos, como cantar a su lado, la música se había apropiado de sus entrañas.

Ella entonces conoció a un muchacho extranjero que también tenía algo de problemas con el coreano. Él pintaba cosas preciosas mientras ella tocaba la guitarra acústica, sus voces dulces e infantiles eventualmente se mezclaron en una agradable armonía, ¡eran uno solo!

Minnie adoraba cada fibra de Minghao, porque él la hacía sentirse viva, ser una niña, ser infantil, ser feliz. Cada vez que estaba junto a él podía comportarse como la joven torpe y graciosa que era, no como la princesa de la realeza perfecta que sus padres la obligaban a ser.

Él entonces adoptó a un cachorro. Ella dejó las clases de violín.

Todo un año lejos, ella debió vivir; apenas sabía lo justo de su único amigo, apenas había esperanzas de volver a verse.

Por eso, cuando Minnie regresó a Corea y corrió hasta el hogar de él, lo único que pudo encontrar fue a su primer, mejor, y único amigo, hablando con una niña de piel pálida que parecía no tener mucho que decir, pero mucho por escuchar.

Aquella fue la primera vez que se sintió reemplazada.

Él luego averiguó que ella había regresado por su cuenta, y tal como ella días atrás lo había hecho, corrió a la casa de la persona con quien más se divertía para celebrar que estaban juntos de nuevo.

Minnie no quería irrumpir en la nueva amistad de Minghao.

Pero él le dijo, con diligencia, emoción, y como si de un verso de poesía se tratase, que podrían ser amigos los tres, y que serían los tres mosqueteros.

Ella no estaba segura, pero aceptó. Después de todo, él era lo único que tenía.

Cuando Minnie estaba junto a Minghao y Shuhua, él hablaba mucho con ella. Ambos parecían entenderse a la perfección, y aunque ella no parecía tener mucha intención por dirigirle la palabra a la tailandesa, era amable, y, por Dios, ¿cómo negarlo? Shuhua era la niña más hermosa que sus ojos habían visto.

Minghao ahora no estaba escuchando cada segundo y palabra de Minnie. Minghao ahora no tenía siempre sus ojos fijos en ella. Minghao ahora no se dedicaba a pintar solamente los ojos, manos, mejillas, labios y rostro de Minnie.