𖥔 Rumor ── soohua ╱ minyeon.

34. ver materializarse aquello en lo que nadie podría creer

🐻‍❄️

Soojin sabía poco o directamente nada respecto a Minghao. ¿Quién era? ¿Qué hacía su familia? ¿Por qué se había mudado de China? Lo que sabía de él era lo que Shuhua decía, que eran siempre cosas positivas y comentarios respecto a sus creencias o modales.

Sí, quizás él realmente era una persona impresionantemente interesante o, mejor aún, alguien con una personalidad excepcional, pero todo lo que Soojin conocía personalmente de Minghao era que realmente era fuerte, tanto física como mentalmente, y además, que era capaz de intimidar a cualquiera. Además, por supuesto, era bastante inteligente. Quizá demasiado.

¿Era real alguien tan perfecto? Soojin solo podía encontrar cosas buenas en alguien que debería haberle desagradado. Ella estaba segura de que algo malo debía haber en su vida.

Quizá llamar "defecto" al hecho de que en su familia haya alguien con una gran discapacidad sea incorrecto, pero lo que Soojin creía, era que los errores, o quizá, temores, de Minghao giraban en torno a el hecho de que era obvio que se sentía con algo de peso respecto a la muchacha de cabello rizado y oscuro que estaba leyendo en braile en silencio a varios metros de donde ella se encontraba.

La casa de la familia de Minghao era casi una mansión. En realidad, aquello era totalmente de esperarse teniendo en cuenta que él utilizaba una gran variedad de objetos de precios bastante elevados, o que las anécdotas que lo involucran que le había mencionado Shuhua con anterioridad solían ser posibles para gente que contase con al menos una buena cantidad de dinero.

Minghao también lucía extremadamente tranquilo cuando estaba en su casa.

Si bien ya de primeras es alguien bastante difícil de hacer molestar, él parecía realmente sentirse tranquilo y cómodo cuando estaba en donde vivía. Su hogar era su lugar seguro. Aquello era un bonito concepto, que no parecía ser el caso para todas las personas.

Ella quería saber qué tanto era Minghao que había logrado que Shuhua realmente le amara con tanta fuerza, quizá conocerlo, entender cómo su cerebro funcionaba e intentar hacer el suyo funcionar de aquella manera para poder entender del todo a Shuhua.

Lo único que Soojin creyó que no sucedería mientras estaba ahí, era que Shuhua visitara aquella gran residencia sin que ella tuviese idea de que sucedería. Minghao no parecía demasiado seguro de haber tenido el control de aquella situación.

— Dijiste que no podrías ir a casa, así que vine yo —la voz de la muchacha alcanzó a llegar a los oídos de Soojin, mientras Minghao observaba a la menor frente a él con atención—. ¿Con quién debes hacer tu tarea? ¿Es Jun? ¿O la famosa Miyeon?

La sonrisa brillante del rostro de Shuhua desapareció en el instante en que Soojin apareció en su campo de visión. Aquello lastimó el corazón de la coreana más de lo que debió. Shuhua retrocedió dos pasos y llevó su mano derecha hasta el brazo izquierdo de Minghao, mirando en completo silencio a la única coreana en la sala de estar de aquella residencia.

— Soojin

— Hola, Shuhua

Minghao mordió su labio inferior mientras intercambiaba la mirada de una chica hasta la otra.

Sería una tarde bastante complicada.

(...)