I'm not Korean (Jenlisa Gip)

Capitulo 12

Jennie

Viernes, hoy es viernes, se me aplica muy bien esa imagen que Jisoo me envió a mi celular "hoy es viernes y mi cuerpo lo sabe", absolutamente se aplica en mi cuerpo.

Me mantengo con una sonrisa bobalicona en mi rostro mientras paso mi galería, específicamente aquella que mantengo con código y clave para evitar sucesos vergonzosos, veo todas las imágenes que Lisa me ha enviado de ella. Estoy entrando al parecer a la fase patética de cuando un chico, o en este caso mujer, te gusta.

Según la cifra, yo he recibido veintiún imágenes de Lisa, todas ellas yendo entre lo picante, revelador a lo tierna y dulce, particularmente una de mis favoritas siempre serán aquellos primeros días en los que envió una foto de sus bonitos ojos, uno muy buenos ojos cubiertos por unas malditas pestañas que envidio.

La puerta de mi habitación se abre y alzo un poco la vista para encontrarme con mamá entrando y dejando unas prendas sobre mi cama, ella me sonríe. Mi madre puede ser loca, controladora, puede creer que yo arruine las cosas con Kai y que soy un caso perdido llevando la sangre de su amada Corea, pero aun así la amo y sé que ella me ama, y ​​en diversas ocasiones tenemos momentos madre e hija en el que ella puede estar sin reprenderme o intentar cambiarme.

—Compre esto para ti— dice con su acento seco pero la voz aguda—es como tu estilo, pero también parece el mío.

Interesada hago mi celular a un lado y gateo por la cama hasta las prendas y seguramente me gusta lo que encuentro. Una blusa de pequeños cuadros y botones color gris, es de mangas largas y junto a ella hay un short de talle alto ajustado color blanco, le doy una gran sonrisa a mamá quien me mira expectante.

—¡Me encanta! Es perfecto para llevar hoy— doy unas palmaditas como una foca loca que hace que mamá me observa un tanto extraño, luego ella me vuelve a sonreír.

—¿Lo usaras para Kai? — pregunta esperanzada, ruedo mis ojos y le frunzo el ceño.

—No, ya te dije que Kai y yo ya no existe, estoy saliendo con alguien...

—Y ella no me gusta Ruby— me corta apretando sus labios, y es así como siempre de pasar a tener un buen momento terminamos molesta entre nosotras, pero nos amamos solo que le cuesta muchísimo hacerse a la idea que también pueden gustarme las mujeres.

—Tú no puedes decir que no te gusta mamá, no la conoces, si la conocieras estarías enloquecida por ella de la misma manera en la que yo lo estoy.

—Eso jamás pasara, no quiero conocerla.

—Eso es muy descortés Min-hee, ¿Dónde queda esa hospitalidad de la que presumes?

—Mira Ruby...

—Gracias tía! — es el grito que emplea Miyeon antes de arrojarse a los brazos de mamá de forma entusiasta.

Me es inevitable no rodar mis ojos, pero entonces noto una hermosa tela entre sus manos de color azul, tela que luego ella se encarga de moldear sobre su cuerpo haciéndome saber que es un hermoso vestido ajustado, coqueto y costoso.

No puedo quitar mis ojos de tan maravillosa prenda, lo que hace que ellas me observen. Miyeon me da una de sus grandes sonrisas que solo hace que quiera borrársela.

—¿No es hermoso Jen? — pregunta Miyeon sin perder su sonrisa— ser tan hermoso, la tía lo ha regalado para mí.

Miro a mi madre con incredulidad, amo la ropa que ella me ha regalado, pero si al caso vamos ella pudo haber regalado un vestido igual de hermoso para mí, después de todo ella sabe que suelo usar vestidos sencillos. Mamá tiene la osadía de avergonzarse mientras me sonríe un poco, desde luego estoy muy celosa.