Capitulo 24

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Jennie

Beso a Lisa con desenfreno, es más que estar excitada, es una necesidad de querer ser llenada. Mis músculos duelen y siento ese molesto pálpito en mi entrepierna que duele como el demonio, solo quiero que Lisa lo calme.

Siento tanto calor que no me sorprende que mientras devoro los labios de Lisa mi respiración sale en molestos jadeos. Los roces de la mano de Lisa en mi cintura intentando alejarme solo hace que me encienda más.

Siento la mano de Lisa sacar la mía de su bóxer, gimo en protesta. Entiendo que soy una chica que al parecer no tiene sentido de la vergüenza, pero yo tengo limites, no entiendo como no me está importando estar bajo las escaleras de una fiesta, prácticamente estoy tratando de entender de qué manera puedo tener más rápido a Lisa dentro de mí.

—Gatita detente —pide viéndome con fijeza y la respiración entrecortada por mi ataque. Solo puedo observarla.

—Me está doliendo —digo en un quejido enredando mis brazos en su cuello—; por favor.

—No podemos aquí...

—Entonces vámonos, vámonos, pero calma esto, Lisa. Me duele mucho.

—Vale gatita, tranquila, cariño —murmura abrazándome y deslizando su mano por mi espalda en un intento de calmarme, lo cual trae el efecto contrario, me enciendo mucho más. Me escucho gemir en su oído y creo que ella murmura un "mierda."

¿Qué me han hecho en esta fiesta? No dejo de abrazar a Lisa cuando intenta caminar, por lo que ella me alza haciendo que enrede mis piernas en su cintura, me presiono contra ella obteniendo un poco de fricción, mantengo mi cabeza oculta en su cuello mientras gimo.

—Joder ¿Estás bien gatita?

—Solo quiero que me lleves a un lugar donde pueda tenerte desnuda y complaciéndome.

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No sé que me sucede, no entiendo este descenfreno, esta locura y parece que no soy la única. En medio de mi gran deseo sexual soy consciente de que la cumpleañera le pide a Lisa que no se vaya, se le insinúa y luego pretende incluirme en la invitación, pero le dejo en claro que no me interesa compartir penes y en este momento específicamente el de Lisa. Mientras Lisa nos saca de esa fiesta para ir a su auto, en el jardín un par de personas están vomitando y no me sorprendo al ver a dos chicos manoseándose recostados de un árbol. Ya ves, el sexo es libre y sin inhibiciones en esta fiesta. Cuando llegamos frente al auto de Lisa, ella intenta bajarme, pero yo solo me aferro más a ella.

—Dame un beso —pido—, así sea uno pequeñito, dame un beso.

—¿Un beso y subes al auto? —pregunta recostando mi cuerpo aun aferrado del suyo contra el auto y viéndome con fijeza, asiento con la cabeza lamiendo mis labios—. De acuerdo.

Se inclina y presiona su boca sobre la mía, inmediatamente enredo mis manos en su cabello adentrando mi lengua a su boca. Gimo removiéndome contra ella, siendo capaz de sentir su erección presionando en mi vientre, prometiendo y haciéndome saber que puedo obtener más.

Creo que se compadece un poco de mí, puesto que baja un poco mi cuerpo y se impulsa lo suficiente como para presionar su dura erección contra el vértice entre mis mulos, tiro de su cabello gimiendo.

—Más —murmuro contra su boca, ella vuelve a moverse de esa manera, y lo hace una y otra vez. frotándose contra mí, generándome un poco de alivio ante el dolor que experimento.

Siento mi cuerpo temblar mientras se presiona contra mí y continúa besándome, sin previo aviso soy atacada por un orgasmo que me hace morder su labio inferior mientras respiro con fuerza. Mi cuerpo se sacude.

I'm not Korean (Jenlisa Gip)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora