I'm not Korean (Jenlisa Gip)

Capitulo 40

Chicos y chicas, recuerden que esta novela la clasifique como "contenido maduro", este capítulo puede contener partes sensibles para algunos.

El Lago

Seis años de Jennie

—¡Jennie! —grita Min-hee viendo a su pequeña hija sobre el mesón con la intención de saltar — ¡oh, mi Dios! Baja en este mismo instante de ahí.

La pequeña niña de cabellos castaños le sonríe antes de abrir sus brazos y tomar impulso para arrojarse, ocasionando que la pelinegra de ojos gatunos de un grito de susto.

—¡Te tengo! — exclama la voz de Nam-gil tomando a la pequeña que ríe en sus brazos—No puedes subir o lanzarte del mesón.

—¿Por qué? —cuestiona Jennie frunciendo ligeramente el ceño.

—Porque harás que a tu madre le dé un infarto, y por qué puedes lastimarte —besa su frente antes de dejarla sobre el suelo—¿Prometes no volver a lanzarte?

—No

—¿Cómo qué no? —cuestiona Min-hee con las manos en su cadera, Jennie se encoge de hombros.

—Porque voy a volver a saltar alguna vez.

—Ella no pudo haber dicho eso—dice Min-hee sorprendida. Nam-gil niega con su cabeza.

—Si vuelves a subir, voy realmente a molestarme mi pequeña mandu, y a papi no le gusta molestarse contigo.

—Está bien, papi.

Nam-gil despeina su cabello y la deja ir corriendo hacia la sala, niega con su cabeza riendo mientras Min-hee frunce el ceño.

—Es demasiado listilla para solo tener seis años.

—Es una niña astuta e inteligente, amor.

—Una niña que se lanzó de un mesón—le recuerda Min-hee, luego sonríe—La amo, es mi vida.

—Lo sé, tu y ella son mi vida.

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Los labios de Jennie tiemblan mientras sostiene la muñeca que ahora no posee el cabello rubio. Sus ojos comienzan a derramar lágrimas a la vez que observa a la niña frente a ella.

—No seas llorona

—Es mi muñeca — lloriquea — el cabello de mi muñeca

—Una muñeca fea como tú. —Si—grita Miyeon — fea, Jennie es muy fea.

La pequeña boca de Jennie se frunce antes de arrojar la muñeca hacia a su prima, ocasionando que esta le dé con fuerza en la frente. Jennie sonríe.

—¡Abuela! —grita Miyeon

—No, no, la bruja no.

Los pasos de Yuh-jung, la mujer a la que Jennie ha llamado bruja durante su crecimiento, se escuchan por el lugar y su pequeño cuerpo de encoger mientras sus ojos se mantienen abiertos.

—¿Ahora que sucede? —con un coreano áspero pregunta Yuh-jung. Irene sigue sus pasos.

—Jennie me ha arrojado su muñeca

—¿Otra vez haciendo estupideces, niña inglesa? —cuestiona Yuh-jung, Jennie abre muy grandes sus ojos.

—No, Miyeon....

Un golpe firme cae sobre el brazo de Jennie que inmediatamente abre su pequeña boca y comienza a llorar.

—Voy a decirle a papi.