I'm not Korean (Jenlisa Gip)

Capitulo 28

Jennie

Solo soy capaz de observar a Lisa con fijeza. Niego lentamente con mi cabeza. Todo lo que ella dijo hace que mi corazón se quiebre, altera mi mundo y no de una buena manera. Siento ese molesto nudo en mi garganta, no quiero que esto sea real.

—Estás mintiéndome. Estás diciendo mierdas sin sentido ¿Por qué quieres lastimarme?

Me aferro a esa idea aun cuando sé que ella nunca me lastimaría con algo como esto, pero es preferible mentirme que aceptar lo que me dice.

—Gatita, papá me lo ha dicho—veo mis dedos sin poder creerle.

—Eso no es verdad, no tiene sentido, es decir, tu eres mayor que yo y no habías nacido. ¿Cómo pude haber nacido yo?

—No lo sé gatita...

Sacudo mi cabeza, no lo creo.

—Quiero hablar con tu papá —digo saliendo de su habitación, yendo hacia la sala en donde se encuentra en el sofá.

—Me preguntaba cuánto tardaría Lisa en decírtelo —murmura, me siento frente a él.

—Lo que usted dice no coincide, Lisa no había nacido y ella es mayor que yo.

Él respira hondo, siento mi corazón latiendo con fuerza porque esto cambia todo, es como quitarme mi corazón, decir que no llevo la sangre de Nam-gil no significa que no sea mi padre, pero duele demasiado para siquiera reaccionar.

—Jennie, tu madre se vino con Nam-gil a Manchester, creo que eso lo sabes —asiento con la cabeza—, se casaron y tu papá nunca lo supo, no supo lo que sucedió, por lo que seguimos frecuentándonos.
»Ellos se casaron en una jefatura. Creo que Jung-jae desarrolló una obsesión por tu madre. Yo conocí a Chitthip, ella quedó en cinta y me casé, la amaba locamente y fui feliz teniendo a Lisa. No éramos amigos cercanos con tus padres, pero nos veíamos en ocasiones, creo que Jung-jae siempre buscaba los medios para ver a tu madre, incluso se hizo íntimo amigo de Nam-gil.
»Cuando Lisa cumplió sus dos años, el día de su cumpleaños, seguimos la celebración de adultos luego; tus padres vinieron. Mira, no sé qué pasó ni cómo, pero lo último que sé es que al día siguiente Jung-jae estaba presumiendo de tener unas fotos desnuda de tu madre y un vídeo sexual.

—Oh, mierda —Me lamento.

—Ya después de eso, tu madre no se reunía con nosotros y nos distanciamos todos, no sé si tu padre lo sabe.

Hago las cuentas en mi mente, calculando mi edad, todo lo que dice lo proceso, coincide.

—Tiene que estar jodiéndome, Nam-gil es mi padre, no me parezco mucho a él pero...

Niego con la cabeza sintiendo las estúpidas y molestas lágrimas descender por mi rostro. No pueden quitarme eso.

—Es mi papi, mi hermoso papá, tengo su sangre, no tengo la sangre de algún enfermo acosador que quizá violó a mi madre. ¡No es cierto!

—Gatita...

—Mi vida no puede ser tan jodida —digo negando con mi cabeza y subiendo las escaleras hasta la habitación de Lisa.

Camino en su habitación de un lado a otro, me siento impotente. ¿Qué pasa si la violó? ¡Cristo! puedo imaginar incluso por qué me odia. No quiero ser hija de un violador.

—Gatita...

—Es mentira, Lisa, lo es. ¡Jung-jae no pudo hacerle eso a mamá! Él no pudo obligarla a odiarme, yo no puedo haber nacido de eso, es asqueroso y denigrante. No hay nada peor que pueda pasarle a una mujer.

—Jennie, escúchame, no importa la sangre, él es tu padre.

—¡No lo entiendes! ¿Cómo crees que se ha sentido ella viéndome toda su vida? ¿Viendo que soy quizá el producto de una violación?

—¡Nada dice que haya sido una violación!

—¡Todo indica que lo fue! ¡Ese hombre se obsesionó con mi madre! Era un puto enfermo, ¡La grabó! ¡Le tomó fotos! ¿Tienes idea de lo denigrante que es eso?
»Siempre me he sentido orgullosa de llevar sangre de Nam-gil y resulta que no tengo eso. ¡No lo entiendes! ¡No entiendes jodidamente nada!

Cuando menos lo espero rompo a llorar de una manera extraña que casi me hace reír de manera histérica.

—Me enteró que mi madre fue novia del padre de Miyeon, que mi abuela tiene una hija muerta, que Nam-gil no es mi padre, que mi madre fue humillada como mujer. ¿Qué mierda jodida es esta?

—No es tu culpa.

—¡Claro que no es mi culpa! Pero eso no significa que no duela. Me duele aquí —señalo a mi pecho—; toda mi vida ha sido construida en mentiras, y eso duele, duele como la mierda.
»Aquí está la bomba Lisa, resulta que además de tener una familia jodida, de no llevar la sangre de Nam-gil, de ser producto de algo tan vil, también me dicen que Irene murió por mi culpa —doy una risa extraña, seguramente estoy enloqueciendo—. Resulta que la muerte de esa niña pelinegra es culpa mía. ¡Y no tengo puta idea de cómo pasó! ¡No recuerdo nada!

—Mierda...

—Exactamente eso, mierda. Estoy llena de mierda, ya no sé quién soy.

Siento sus brazos estrecharme, nunca había llorado de esta forma, pero nunca nadie me había cuestionado que el hombre al que más amo en mi vida no es mi padre biológicamente.

—¿Qué está sucediendo, Lili? ¿Por qué está pasando todo esto?

—No lo sé, pero eres fuerte.

—Necesito saber más.

—Vamos a buscar respuestas gatita, lo prometo.

—¿Juntas?

—Ni siquiera debes preguntarlo—murmura besando castamente mis labios y limpiando mis lágrimas—, no importa si tienes o no su sangre, Nam-gil ha sido el hombre que te ha criado para que seas la gran mujer que eres hoy.