028 - Evan Buckley (9-1-1)

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✨Todo empezó con una apuesta...✨

Cada vez que el grupo se volvía a juntar, terminábamos haciendo que el juego “Verdad o reto” terminara en apuestas. Y que decir que si los retos eran absurdos, vergonzosos o una completa locura, las apuestas los superaban con creces.

Pero ahí estábamos todas sin negarnos, riéndonos con cada avance porque era la única noche en la que dejábamos de lado nuestra parte profesional casi por completo, excepto porque las apuestas estaban inspiradas por nuestros trabajos. En el grupo éramos una cocinera, una publicista, una actriz, un peluquero y yo, una enfermera.

Las apuestas habían empezado fuerte desde el primer momento, haciendo que Ria, la actriz, montara un drama a un tipo cualquiera. Hizo el papel de su vida, diciéndole que porque no la había vuelto a llamar tras pasar un fin de semana juntos en su apartamento y todo el sexo que tuvieron. El pobre estaba con un grupo en el que estaba su novia... Imaginad como terminó para él.

Ganó esta primera apuesta Ryan, nuestro peluquero favorito, por lo que fue su turno. Su reto fue sentenciado por Leslie: “¿Te atreves a lavarle el pelo a esa chica utilizando su bebida?”

¿Si lo hizo? Obviamente y sin dudarlo en ningún momento, seguramente gracias a las copas de más que llevaba. Y la chica no fue la única en terminar con una bebida derramada sobre su cabeza, lo que significó que Amanda, la súper cocinera, había ganado.

Como enfermera tenía que admitir que el reto que dijo Ria no me convenció, pero Amanda aceptó. Empezó a dar una vuelta por el pub, pasando por cada mesa y comiéndose parte de los aperitivos que tenían en cada una lo más rápido que pudiera.

Me levanté con rapidez para ir hacia ella cuando se quedó quieta, llevándose las manos hacia el pecho. Se estaba atragantando.

Pero no fui la única en darse cuenta, un pequeño grupo también fue a ayudarla. La única mujer del grupo se colocó tras Amanda, realizando la maniobra con tal precisión que estaba segura de que era profesional.

–Sabía que era mala idea. – Susurré cuando unos cacahuetes salieron disparados de su boca. – Tendría que haberlo evitado...

–Podría haber sido peor. – Habló uno de los hombres que habían ido a la ayuda de Amanda, atrayendo mi atención. Su mirada estaba sobre mí, con una pequeña sonrisa divertida instalada en sus labios. – La estabais liando bastante, estábamos por apostar a ver cual de vosotras tendría que necesitar ayuda.

Levanté una ceja ante lo último, aún sabiendo que tenía razón en que estábamos destacando y algo saldría mal.

–Si hubierais apostado, habríais entrado en nuestro juego. – Le dije al atractivo rubio, porque no podía ignorar que era atractivo, ¿cómo no lo había notado? – Cuando conseguimos reunirnos, es como si volviéramos a ser adolescentes... Es un tanto vergonzoso.

Tras decir eso último, me alejé de él para acercarme a Amanda, para ver como estaba y ofrecerme a llevarla a casa.

Antes de abandonar el local miré hacia el rubio por un segundo, porque le había dicho que las reuniones que hacía con mis amigas eran vergonzosas por la impresión que le habría dado a él. Si mis posibilidades de ligar con lo poco que salía a tomar algo eran escasas, los espectáculos que montabamos las reducían enormemente.

....

Mi turno en el hospital terminaba en una hora, lo que llevaría a que pudiera ir a mi apartamento a relajarme en mi sillón favorito, tomándome un vaso de vino mientras continuaba con el libro que me estaba leyendo.

–Oye, ___(TN). – Me llamó una de mis compañeras asomándose en la habitación en la que estaba cambiando las vendas a un paciente. – Ahí fuera hay un bombero muy guapo que pregunta por ti.

No sabría decir si su rostro mostraba felicidad o sorpresa, pero me extrañaba más el hecho de que un bombero me estuviera buscando.

Le seguí fuera y ella me señaló hacia el pasillo. Un agradable hormigueo me recorrió al reconocer al propietario del uniforme del departamento de bomberos, el rubio de hacía un par de noches, apoyado en la pared.

Cuando su mirada se encontró con la mía, una sonrisa nació en su rostro a la vez que se separaba de la pared.

–Ya me contarás donde lo has conseguido. – Me susurró mi compañera antes de alejarse, dejándome ahí atrapada por los ojos de él.

–Hola, ___(TN). – Dijo cuando llegó frente a mí.

–Hola. – Fue lo único que logré decir. ¿Qué hacía aquí? Y, ¿cómo es que sabía mi nombre?

–Me ha costado dar contigo, ¿sabes? –Dijo de forma casual, guardando sus manos en los bolsillos de los pantalones. – Aunque ni tus amigas ni mis amigos me lo han puesto fácil, hicieron apuestas sobre cuánto tardaría en dar contigo.

–¿Para qué querías dar conmigo? – Pregunté un tanto intrigada, y porque no me sorprendía que esto fuera consecuencia de otra apuesta. – ¿Apostaste en qué lo harías?

–No aposté, porque estaba decidido a encontrarte.

Aparté la mirada al sentirme un tanto halagada de que hubiera venido a buscarme, lo que me hizo fijarme en la placa con su nombre.

–Y, ¿qué vas a hacer ahora que me has encontrado, bombero Buckley? – Le pregunté volviendo a conectar mi mirada con la suya.

–¿Qué te parecería ir a tomar algo juntos cuando termines tu turno?

–Me parece una gran idea.

✨One-Shots✨ Multifandoms 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora