Llegó el día, Sam estaba tan nervioso que ni siquiera modulaba bien. Su madre lo miró con ternura, cada vez que vestía formal se veía adorable. Terminó de mirarse al espejo, y dio un largo suspiro. Miró la hora, tenía que pasar a buscarla. Se despidió de su madre quien le deseó suerte. Sonrió, espera que realmente la suerte lo acompañara. Así que manejó hasta la casa de Quinn, y tocó el timbre, nervioso. Sintió su voz a lo lejos, diciendo "ya voy". Río un poco, y espero apoyado en el auto a que saliera. Entonces, abrió la puerta.
Llevaba el vestido que había elegido. Le llegaba un poco más arriba de las rodillas, sus piernas se veían perfectas, largas y hermosas, llevaba unos tacones altos de color plateado, un bolsito en su mano de color azul, su cabello estaba peinado de una forma en que no parecía ni tan formal ni tan informal, sus labios estaban con brillo, lo que resaltaba el grosor de estos, sus pestañas se veían más largas y redondeadas, sus mejillas levemente sonrojadas. En su cuello, llevaba un collar en forma de unicornio plateado, exactamente el que Sam le había dado hace un tiempo. (http://www.polyvore.com/jbhgk/set?id=86123948) Ella le sonrió tímida.
-¡Wow! –dijo Sam algo nervioso, se veía preciosa, realmente no sabía como seguía en pie con semejante mujer.
-Te ves guapo –dijo ella dándole una alentadora sonrisa.
-Gracias... tú te ves... maravillosa –dijo él haciendo que ella se sonrojara. Era un avance. Con los tacones le llegaba a la altura de sus ojos. Él le abrió la puerta del copiloto, y manejó hasta la secundaria. No decían nada, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Sam de vez en cuando miraba de reojo sus piernas, era un pervertido a veces. Aunque ella no era de usar vestidos extremadamente cortos, cosa que le agradaba.
Llegaron a la secundaria, él le ofreció su brazo, ella le respondió con una sonrisa. Entraron, el ambiente era agradable. Estaba decorado como un lugar nocturno, pero sin olvidar los detalles de la bienvenida a la época primaveral, había un escenario donde tocarían algunas bandas, luces ubicadas en las esquinas del recinto. Sam se mordió el labio nervioso, si todo salía como el esperaba, ya no tendría que estar sufriendo por ella. Ahora ella sería de el.
-¡Chicos! –la voz de la mejor amiga de Quinn los sobresaltó. La saludaron amablemente. Rachel llevaba un vestido negro corto (Foto en Multimedia, fue con la unica que se quiso poner la foto), la hacía ver preciosa, e iba de la mano con Finn, que pese a que no era de la secundaria, seguía siendo su invitado.
-Hey –dijo Finn sonriéndole a Sam mientras sus chicas conversaban –preciosas ¿no?
-Uff... demasiado –dijo Sam
-Hoy es tu día campeón –dijo Finn sonriendo
-Eso espero. –dijo Sam. Finn y Rachel se despidieron, Sam tomó de la mano a Quinn, entonces echó una mirada al lugar. Y se encontró con la mirada celosa y enfadada de una morena. Bree los miraba con odio, al igual que Amber. Bree llevaba un corto y apretado vestido negro que dejaba ver sus largas y torneadas piernas y resaltaba su perfecta figura, Amber llevaba un vestido también corto de color crema, muy apretado. Miraban casi con asco a Quinn, quien se percató de eso, pero Sam la hizo mirarlo y le sonrió, inspirándole confianza.
Al cabo de un rato, comenzó la música. Sam de inmediato llevó a su mejor amiga a la pista, y bailaron unas cuantas canciones movidas. Ella reía divertida, realmente se la estaba pasando genial con Sam.
-¿Vamos por un poco de ponche? –Preguntó él con una sonrisa
-Claro –la tomó de la mano, y caminaron hasta la mesita. Sam sirvió ponche en dos vasos, le dio uno a ella.