Ella sintió el cuerpo de Sam tensarse a su lado. Siempre le sucedía cuando se ponía nervioso en una situación tensa.
-Yo... -Sam no tenía idea que mentira inventar, se le agotaban las ideas una a una. –creo que me dejé llevar, ya sabes, la música, las luces no lo sé, la situación –dijo él mientras sus manos sudaban del nerviosismo y su corazón latía fuerte –estabasmuy linda esa noche y ya sabes... lo siento, actué como un idiota.
-No te preocupes Sam, por si te diste cuenta, estaba a punto de seguirte el beso, así que no eres el único culpable –dijo ella con relajación. Sam sintió un escalofrío recorrer su cuerpo.
-Sí, pero olvidemos esa noche, es pasado –dijo Sam sonando seguro, pero sabía que no iba a olvidarla fácilmente, pues había sido la noche en que casi triunfo, y que de un segundo a otro le arrebataron a su chica.
Al día siguiente, Quinn tenía que ir a su hogar a buscar ropa y probablemente se encontraría con su madre, así que Sam se ofreció para estar con ella. Pero se negó, diciendo que los problemas tenía que resolverlos ella esta vez.
Así que finalmente, su madre y ella se "arreglaron", Sam sabía que era temporal, pero prefirió seguirle la corriente. Y bueno, con el pasar de los días la tortura de Sam se fue intensificando poco a poco. Ella y Brody hacían todo juntos, aunque ya no pasaba a recogerla, pues ella le había dejado claro que su mejor amigo pasaba por ella.
-¿Ya dejaste de tirarte a Smith? –preguntó Puck con una sonrisa malévola
-Olvidemos la apuesta Puck, no quiero ocupar tu moto por una estúpida y absurda apuesta –susurró Sam. Puck suspiró.
-¿Intentando remendar los errores para enamorar a tu chica? –preguntó Puck. Sam asintió. –está con Brody ¿cierto? –Sam asintió de nuevo –oh, es un golpe bajo.
-Ni me lo recuerdes, gracias –dijo Sam de forma irónica.
-No te la tomes conmigo hermano, yo sé que puedes conseguirla, pero realmente debes esforzarte –dijo Puck ahora más serio. –si realmente la amas, lo lograrás.
-Eso espero, no quiero tener que seguir sufriendo otro montón de años. –dijo Sam –soy un cursi lo sé, pero de verdad la amo.
-No eres cursi amigo, yo recién estoy comenzando y Santana ya me tiene arrastrándome por ella –ambos sonrieron –no te preocupes, sé que ella te elegirá a ti de todas formas.
-¿Cómo lo sabes? –preguntó Sam
-Piénsalo. ¿A quién recurre Quinn cuando tiene problemas? –Sam suspiró -¿quién es el que la acompaña? ¿A quién llama primero cada navidad y año nuevo?
-Yo –susurró Sam. Puck le dio una sonrisa
-Viste, ella pronto se dará cuenta, cuando el imbécil de Brody le haga cualquier cosa, o la decepcione, ella se percatará de que la mejor opción ha estado ahí, todo lo que ella quiere está bajo su nariz –dijo Puck sonriendo. Sam asintió más optimista. Quizás Puck tenía razón.
Pero luego de ese día comenzó a dudar. ¿La razón?...
-Sam –dijo ella con una enorme sonrisa mientras lo abrazaba.
-Hola princesa ¿cómo has estado? –preguntó a su mejor amiga mientras pasaba los brazos alrededor del su delgado cuerpo.
-¡Genial! Tengo algo que contarte –dijo con una sincera sonrisa.
-¿Qué pasa? –preguntó Sam
-Es que... Brody y yo somos novios –dijo con un saltito. Sam la miró serio durante un momento. Luego le sonrió lo mejor que pudo, aunque esa sonrisa no tenía nada de real, hasta ella que no era muy buena dándose cuenta de lo que Sam hacía, se percató.
