4. Novio

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Cuando el nuevo año escolar comenzó yo tenía metas por cumplir, dos eran las más importantes:

1.- Sacar excelentes calificaciones

2.-Ser la novia de George

Solo la primera era la que estaba cumpliendo.

Por ser como soy, casi nunca obtengo la atención de los chicos y el saber que obtuve la atención de George, me hizo sentir especial y luego que de la nada Raymond me dijera que yo le gustaba... eso si era algo increíble.

Un mes paso y yo me aleje de Raymond para demostrarle a George que aunque no me hablara como antes, el seguía siendo el chico con el que quería estar. Pero él se hizo el desentendido y prefirió como yo, seguir hablándole a Yessica.

Su cumpleaños se acercaba y Julia, la chica por la que George nos cambió, le organizó una fiesta sorpresa en el grupo, pidió permiso y se lo concedieron porque George era algo influyente en la escuela (como dije era el nerd y había ido a varios concursos y así) para eso entonces, algo extraño había sucedido conmigo, yo ya no podía llorar, ya no sentía nada, estaba en una como fase de resignación o algo así, y la anemia hacia lo que quería conmigo, me tomaba las pastillas de hierro cada que me acordaba, mi mama casi atención ni nos ponía y no se había dado cuenta de nada... ni siquiera de que... mis desesperación me estaba comiendo viva y comencé a cortarme.

Sí, llámenme loca, pero... solo los que se han sentido frustrados me entenderán.

Un par de días después de la fiesta de George, fue cuando comenzó todo, yo estaba sola sentada debajo de un árbol que era mi favorito en la escuela (solo Sally lo sabía) con mis audífonos escuchando Hysteria de Muse, mi banda favorita, últimamente trataba de evitar a las chicas y más aun a Yessica, Raymond llego y sentó a mi lado y me hizo señas para que me quitara mis audífonos, y eso hice —Hola niña bonita— me saludo —Hola— respondí con una sonrisa —Val, necesito hablar contigo— dijo el, algo serio y me preocupe —Eh... dime— suspiró y cerró los ojos —Valerie, yo... cuando te propuse lo de poner celoso a George, lo hice con doble intención— mi corazón dio un vuelco porque recordé lo que Sally me dijo —Yo... yo estoy enamorado de ti Val, y quiero saber si... me darías una oportunidad— yo solo negué con mi cabeza, eso me cayó realmente de sorpresa y no sabía que responder —Val, sé que tú quieres a George, pero ...déjame intentar sacarlo de tu mente y de tu corazón, dame esa oportunidad, esto podría funcionar— me levante inmediatamente de ahí —Ray, yo... no puedo, no sería correcto... no puedo— me di la vuelta pero el tomo mi muñeca —Valerie... por favor piénsalo. Piénsalo y mañana me das tu respuesta ¿está bien?— asentí solo para que me dejara ir y cuando estuve lo suficientemente lejos, corrí, sentía un dolor muy fuerte en mi pecho, pero no me importo, seguí corriendo hasta que llegue a los sanitarios y le envié un mensaje a Sally y ella inmediatamente me encontró —Nena ¿Qué pasa?— su voz denotaba preocupación y yo solo la abrace y comencé a llorar —Tenias razón sobre Raymond— dije entre sollozos y ella jadeo —Valerie... ¿Qué paso?— me separe de ella y con mi suéter limpie mis lágrimas —Me acaba de decir lo que siente por mi... pero yo no estoy lista para eso, no quiero una relación, no quiero a nadie, ¡no quiero nada!— exclame, todo estaba mal ¡dios! —Pues entonces dile que no... él lo entenderá— el timbre que anunciaba el final del descanso sonó y nos fuimos a Biología, intente actuar normal, pero no me sentía bien. En la salida, les conté a Marianne y a Susan lo que pasó, Marianne me dijo que le dijera que sí y Susan, al igual que Sally, dijo que eran mi decisión y lo que decidiera sería lo mejor.

Una vez que llegue a mi casa, me encerré en mi recamara y media hora después, Yessica estaba en la puerta, ella y Raymond se habían hecho amigos hace poco y supuse que ya sabía lo que había pasado —Val, debes darle una oportunidad, si no te arrepentirás como yo por dejar ir a George— sentía que la cabeza me estallaría así que le dije que sí, que le daría la oportunidad, con tal de que dejara el tema en paz y se fuera de mi casa. Cuando mi mama llego, le conté lo de Raymond, ella tendría que ayudarme, pero no, me dejo a mí tomar esa decisión. Y ya la había tomado.

Le diría definitivamente que no.

Al día siguiente, no tenía ganas de ir a la escuela, ¡no quería ir ya nunca más! Quería mi vida de vuelta, la época en la que era feliz y no lo sabía... quería las cosas como antes. Pero, bueno, queriendo o no, me levante de la cama y tome una ducha, me puse lo primero que encontré en mi armario y me fui.

Fui directamente al salón de Matemáticas y encendí mi IPod y Resistence de Muse comenzó a sonar que no sentí cuando George llego y se sentó a mi lado, hasta que toco mi hombro —Hola— me dijo con una sonrisa, no como las de antes, esa sonrisa no llego hasta sus ojos, ni los ilumino como siempre lo hacía —Hola ¿Qué milagro que te acuerdas de mí?— se rio —Supe que Raymond por fin te dijo lo que sentía por ti— «desearía que hubieras sido tu» pensé —Si, pero le diré que no, no puedo...— el suspiro frustrado y no me dejo terminar de hablar —Valerie, te diré lo mismo que le dije a Yessica, no se detengan por mi... yo no puedo estar con ninguna de las dos— fruncí el ceño ¿el señor egocéntrico pensaba que era por él? Iba a responderle cuando escuche que alguien más carraspeo: era Raymond, cuando George lo vio, se dio la vuelta y paso de largo junto a Raymond, yo solo agache mi cabeza, un nudo en mi garganta comenzó a formarse, pero no lloraría, no aquí, no ahora... —Hola niña bonita ¿pensaste en la respuesta?— mi cabeza daba vueltas, el dolor comenzaría pronto, detrás de él, George estaba sentado en su lugar, mirándome suplicante ¿Por qué lo hacía? Entonces para que se tragara sus palabras, me levante de mi taburete y respondí —Si— Raymond abrió mucho los ojos — ¿Si lo pensaste o si aceptas darme una oportunidad?— mire por última vez a George —Si a ambas— dije y le di un beso en la mejilla.

Y ahora si, como la canción Resistence dice: Esto podría ser incorrecto.

Y lo note esa misma tarde.

Yo no quería a Raymond. Y esto traería peores consecuencias.

O quizá no tantas. Depende de qué lado lo vieras.

Por un lado, los síntomas de mi anemia y un poco de mi depresión se habían ido y Yessica ya no me molestaba con lo de que yo quería quitarle a George.

Por el otro, mis amigas no lo soportaban, era egocéntrico y a veces ni yo lo aguantaba.

Pero cuando él me dijo que tenía una familia perfecta, un trabajo seguro con su papa, al "amor de su vida" a su lado y que todo era perfecto en su vida, hizo que me diera cuenta de todo... ¿Yo era realmente feliz? ¿O solo estaba engañándome a mí misma y a los demás conmigo?

Cx

La Última Oportunidad. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora