24. La decisión final

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(Stefan)

5 meses después...

Era increíble lo rápido que el tiempo pasaba y yo no podía decirle a Valerie cuanto la... amaba.

Sí, yo estaba seguro de eso, lo estaba porque con ella me imaginaba todo, mi presente y mi futuro y habían pasado cinco meses desde aquel casi beso... Me había odiado por no besarla ese día.

Bueno, pues ahora ya solo estábamos a mes y medio de la graduación y había tomado mi decisión final:

Iría a estudiar a Stanford.

Estaba a punto de hablar con mis padres... solo esperaba que me comprendieran.

-¿Solo nos estas avisando tu decisión?- me pregunto mi padre y yo asentí -Pero... tu promesa Stefan, además ¿no ya es un poco tarde para eso?- pregunto mi madre, a veces me dolía que fueran tan duros y comprendo porque Jaden hizo lo que hizo, pero, tenía que hacerlos entender mis motivos -Mamá, Papá...yo... sé que a todos nos dolió la partida de Jaden y sé que se lo prometí a él, pero ¿saben que me hubiera dicho si estuviera aquí? Que persiguiera mis sueños, mi felicidad... Ustedes nunca me han preguntado qué es lo que me haría feliz- intercambiaron miradas -¿Y cómo pretendes entrar?- pregunto mi padre, aun un poco molesto -Ya estoy dentro- respondí y ellos abrieron mucho los ojos, si, desde el día del casi beso, ordene mis prioridades y vi que Valerie y mi carrera encajaban a la perfección, así que le platique mis planes solo a Theo y me las ingenie para hacer los tramites sin que Valerie se enterara -¿Qué?¿Cómo?- pregunto mi madre -Pues realmente... no hice los tramites en Harvard, sino en Stanford- declare y ambos suspiraron -Pues Stefan... si esa es tu decisión, no nos opondremos hijo- me dijo mi padre y sonreí -Si, si ahí está lo que tú quieres estudiar y tu felicidad... adelante Stefan- dijo mi madre y me abrazo sollozando, mi padre se unió al abrazo y sentí que... por fin los había recuperado completamente, después de casi 10 años.

Después de hablar con mis padres, fui a visitar a Jaden, hace mucho que no iba al cementerio, compre un ramo de flores y ¿saben? Pude desahogarme como hace mucho no lo hacía, le hable del cambio de planes, de mis amigos y sus novias, de la próxima graduación y de Valerie.

Me sentía feliz.

Ahora solo faltaba decirle a Valerie mi decisión y si se podía, mis sentimientos por ella también -Vamos a las playa mañana Val, hace mucho que no salimos- la llame por la noche, aun no le había dicho nada -Tienes razón, vamos- sonreí -Está bien, paso por ti a medio día, descansa, te quiero- suspiro -Ok, igual te quiero descansa- y colgamos.

Al día siguiente, me prepare para ir por Valerie, era sábado y mis padres habían salido, tome las llaves del Stratus (que ahora era mío) y conduje a San Diego. Cuando llegue, ella estaba sentada en la banca que está afuera de su casa, sonrió al verme y cruzo el porshe para llegar al Stratus -Ya me estaba aburriendo aquí- dijo y subió al auto, enseguida conecto su IPod al autoestéreo y The Handler la nueva canción de Muse comenzó a reproducirse y como era nuestra costumbre, fuimos cantando todo el camino, el día estaba genial para la playa por suerte.

Estacione el auto y nos bajamos para buscar un buen lugar, había un poco de gente y yo quería estar cómodo con Valerie, así que, la lleve a un lugar que hace poco había descubierto y tenía una hermosa vista, comenzó a sacar las toallas y las extendí para que nos recostáramos y una vez que estuvo todo listo hablo -Solo falta mes y medio- asentí -No quiero separarme de ti, no de las chicas aunque ya casi ni caso nos hagan- se rio y la mire -De mí no te vas a deshacer tan fácil- dije, ella volteo a verme igual y un atisbo de sonrisa apareció en sus labios -Stefan nos separaran miles de kilómetros y conocerás nuevos amigos en Harvard y... - me reí -¿Qué es tan gracioso?- pregunto algo molesta -Que no iré a Harvard- dije y se levantó de golpe, yo la imite -¿Qué? ¿Por qué?- pregunto -Pues porque iré a Stanford- ella jadeo - ¿Estas bromeando?- negué y ella grito y se abalanzó sobre mí - ¡Stefan! ¡No sabes lo feliz que esa noticia me hace! ¡Que emoción!- la tome por la cintura y la separe de mí un poco, quedamos a un par de centímetros así que... era ahora o nunca... y la bese.

Entregue mi alma en ese beso, y al parecer, ella hizo lo mismo, se sintió... mágico y todo a mi alrededor desapareció... ese beso supero mis expectativas. Una vez que el momento mágico acabo, Valerie sonrió - ¿Qué... que fue eso?- pregunto algo tímida, mis labios aun hormigueaban y mi corazón latía muy muy rápido -Ese fui yo intentando decirte que estoy enamorado de ti, que lo estoy desde el primer momento en que te vi y que posiblemente lo estaré toda mi vida... Valerie ¿quieres ser mi novia?- dije y una lagrima corrió por su mejilla, no me respondió, sin embargo me abrazo -No sabes cuantas veces soñé con este momento Stefan y si ese beso no respondió tu pregunta, afirmare mi respuesta... Si Stefan, si quiero ser tu novia- dijo y sonreí como... como... mucho, la cargue y le di un par de vueltas, al bajarla le di un beso en la frente y entonces recordé la canción que quería dedicarle -Quiero que escuches una canción- saque mi teléfono y busque I Can't take my eyes of you de Muse, al parecer la reconoció enseguida y comenzamos a bailar en la arena y yo le cante al oído... Todo era tan perfecto. Y decidí decirle esa palabra que ya nadie toma en serio, pero que para mí, significaba todo -Te amo Valerie Fuller- me miro -Stefan Petterson... eres el amor de mi vida- la abrace muy fuerte y ahora sí, me sentía completo.

Pasamos otro rato en la playa jugando y mojándonos, vimos el atardecer y luego su mamá la llamo, así que la fui a dejar a su casa y como sabía que ella era el amor de mi vida ambos pasamos y le dije a su mamá que ya éramos novios, Joe, estaba un poco celoso por eso, pero lo terminamos convenciendo.

Les llegue con esa noticia igual a mis papás y ya querían conocerla, nunca les había hablado de una chica y eso les emociono, mi madre dijo que me veía muy feliz y les prometí llevarla a casa pronto. Y más tarde le hable a Theo - ¡Por fin hermano! ¿Y qué te dijo de lo de Stanford?- pregunto y le conté todo con detalle, me conto que el igual había conocido a una chica llamada Carly y me alegre por él, prometió visitarnos pronto para ver con sus propios ojos que Valerie y yo éramos novios.

Aun no me la creía.

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Cuando en el descanso Valerie y yo les contamos de nuestro noviazgo a los chicos, no nos creyeron hasta que nos besamos - ¡Por fin! ¡Ya era hora!- dijo Albert y nos reímos -Pensamos que nunca se arriesgarían- añadió Poleth y le di un beso en la mejilla a Valerie -Pues los felicitamos... todos apostábamos a que ustedes terminarían juntos- dijo Ryan, luego Yannel y Marianne nos pidieron que les contáramos como paso y pues... les narre tal y como paso todo, las chicas suspiraron y mis amigos dijeron que fue demasiado meloso, ahora si todos teníamos pareja y éramos felices.

Y lo más importante, no teníamos que preocuparnos por acompañantes para la graduación.

La Última Oportunidad. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora