20. No me dejes

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(Stefan)

El día en que le conté a Valerie lo de mi hermano, ella igual me dijo lo de su anemia. Y me prometí a mí mismo cuidarla siempre. Y ella me dijo que nunca me dejaría solo, al igual que Theo me lo había prometido hace casi 10 años.

Por eso supe que ella comprendió lo que sentí en cuanto Theo nos dijo que se iba de California.

Esa es la razón por la que no dejo entrar fácilmente a alguien a mi vida, porque sé que tarde o temprano se irán, no sé porque pensé que Theo sería la excepción - ¿Y porque apenas me lo dices?- dije en tono de reclamo -Stefan... lo siento... yo no sabía qué hacer, mis padres no me dejan otra opción -sentí que mi mundo se derrumbaba, en eso Valerie tomo mi mano debajo de la mesa, y tome fuerza de ahí - ¿Y qué hay de nuestra promesa? Dijiste que... nunca me abandonarías-Theo suspiro - ¡No te abandonare hermano! Cumpliré nuestra promesa de ir a Harvard juntos... solo serán estos dos años y medio lejos, pero te llamare diario, vendré a visitarte los fines de semana... estaré siempre para ti- sentí un nudo en mi garganta, él era mi hermano, mi mejor amigo, con quien compartí mi dolor... el que conocía todo de mí y a pesar de ello, siempre estaba conmigo -No estarás solo, Valerie estará contigo, Albert, Ryan, Iker y Harry te consideran un hermano más y te lo han dicho- continuo Theo -Pero todo será diferente- susurre y un silencio nos inundó a los tres, pero comprendí que no podía frustrar los planes de Theo, si él siempre me había apoyado en todo, me aconsejo y fue mi paño de lágrimas... yo también tenía que serlo -Theo... te odiare si no recibo al menos tres llamadas a la semana- un atisbo de sonrisa apareció en su rostro y le sonreí de vuelta -No recibirás tres... recibirás siete... Gracias Stefan, eres el mejor hermano menor que pude elegir-Valerie me dio un apretón y luego soltó mi mano, supe que ella no me abandonaría nunca. Estuvimos otro rato más en la cafetería donde Theo nos llevó, recordando nuestro último medio año, y contándole a Val algunas anécdotas de nuestra infancia.

Los días pasaron y el semestre termino, y lo inevitable llego... Theo se iba a Washington, Valerie y yo quedamos en ir a acompañarlo al aeropuerto, y así fue, cuando me despedí de él me dijo -Ya no seas cobarde y dile lo que sientes- me hice el desentendido y respondí -Te extrañare mucho... hermano- se rio y luego Valerie se despidió de él, le dijo algo y ella se rio, luego lo vimos caminar con sus padres por el andador y esperamos hasta que vimos que el avión despego... Mi mejor amigo se había ido a 3.696,32 km lejos de mi... y quizá sonara dramático, pero, sentí que se llevó la mitad de mi corazón con él, recordé a Jaden y fue inevitable llorar, solo agache mi cara pero aun así, Valerie lo noto, y me abrazo, la tome entre mis brazos igual y pensé que ella era un ángel... un ángel que me salvaría de todo -No me dejes Valerie... tu nunca me dejes solo por favor- suplique entre sollozos -Nunca lo hare Stefan a menos que tú me lo pidas... Tu nunca estarás solo, nunca- me abrace más fuerte de ella y nos fuimos a casa, le había pedido prestado el Stratus a mi papá, y maneje en silencio, Val tampoco dijo nada y se lo agradecí en cierta manera, no importaba que no dijera nada, con ella siempre me sentía bien. La pase a dejar a su casa -Maneja con cuidado Stefan... Te quiero- me dio un beso en la mejilla y salió del auto, suspire y seguí mi camino.

Estábamos en vacaciones, y no quise salir la primera semana de mi habitación, no tenía ánimos para nada, me sentía enojado porque Theo no había llamado como prometió y no conteste otras llamadas, no recibí visitas, simplemente quería estar solo. Me sentía incompleto.

La única con la acepte salir fue con Valerie, fuimos a tomar helado, caminar por el parque y a varios lados pero yo me había comportado un poco distante con ella, lo acepto.

Cierto día me llevo a la playa, pero no tenía mucho ánimo de nada -Stefan... ¿no te estas divirtiendo?- nos habíamos metido un rato al agua, pero, mi cabeza me dolía, no sabía exactamente por qué -No, Valerie, quiero irme- tome mis cosas y me levante de la arena, dejándola a ella sentada, me siguió e iba poniéndose su blusa mientras caminaba, metí las cosas en la cajuela del Stratus, me metí al auto y una vez que ella se metió, arranque, no hablo durante el camino, solo se agacho y una vez que llegamos a su casa, salió del auto y antes de cerrar la puerta me dijo -Creo que es mejor devolverte esto... creo que no me quieres más como tu amiga- y me arrojo el brazalete de Muse en el asiento, vi una lagrima rodar por su mejilla y azoto la puerta... la vi alejarse y yo... seguí mi camino.

Al llegar a mi casa, mis padres no estaban, fui directo a mi recamara y encendí el estéreo, conecte mi celular y pulse play en Madness, tenía el brazalete de Val en mi mano y reaccione... ¿Qué demonios me ocurría? ¡Había alejado a Valerie de mi vida! ¡No podía permitirlo! Tenía que hacer algo, admito que me tomo tiempo pensar que hacer... tenía miedo de que... ella me abandonara ¡todo por mi culpa!, eran las 6 de la tarde, empezaba a oscurecerse y afuera estaba lloviendo, pero no me importo. Baje y tome de nuevo las llaves de Stratus y conduje hasta San Diego. Una vez ahí, me debatí entre ir o no a tocar el timbre de la casa de Valerie... el amor de mi vida... mi mejor amiga , creo que quince minutos estuve ahí y por fin salí del auto, no me importo empaparme, cruce el porshe y toque el timbre una vez y nada... volví a tocar y comenzaba a arrepentirme, toque una tercera vez y una Valerie con sus hermosos ojos cafés oscuro irritados y en pijama me recibió -¿Qué haces aquí Stefan?-dijo algo bruscamente -Val... Perdóname... por favor-una lagrima corrió por su mejilla -Stefan, he hecho lo posible por hacerte sentir bien y tú eres malo conmigo...- no la deje continuar porque me abalance sobre ella y le dije -No me dejes Val, no me dejes, no lo hagas por favor, perdóname, eres mi mejor amiga y no sé qué haría sin ti ahora... no quiero perderte- comenzó a sollozar y la abrace más fuerte -Me duele tu actitud, pero no sé qué haría yo sin ti tampoco... prométeme que serás el Stefan de siempre- me aleje de ella y tome su cara entre mis manos -Lo prometo Val... y por favor.. no vuelvas a quitarte esto- saque de mi bolsa del pantalón su brazalete ella dejo que se lo colocara de nuevo, me invito a pasar a su casa, y me dio una toalla para secarme, preparo chocolate caliente y su hermano Joe estaba en casa, nos presentó y luego de eso, los tres vimos la película de Siempre a tu lado y lloramos como niños pequeños, su mamá llego como a las 9 de la noche, justo en el momento en que mi mamá igual me llamo por teléfono, Camille, la mamá de Val, me agrado y creo que yo le agrade a ella, me dijo que era bienvenido en su casa al igual que todas las amigas y amigos de Val (y me aclaro que era el primer amigo chico que le presentaba) no sé porque eso me alegro.

Bueno, los días de vacaciones siguientes, salí con Valerie, con los chicos y un par de veces nos juntamos todos y fuimos de picnic.

Theo cumplió su promesa y me llamo todos los días después del incidente con Valerie, me explico el motivo por el cual no me pudo llamar y le conté todo, obviamente me regaño y acepte su regaño, siguió insistiendo en que le dijera a Valerie mis sentimientos por ella.

Pero no podía, no aun.

La Última Oportunidad. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora