Capítulo 11

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Hyunjin lo estaba pasando de maravilla. Toda la tarde se mantuvo sonriente sintiendo que la vida estaba siendo buena con él. Tener a Seungmin de novio le gustaba, sentirlo como parte de su vida era emocionante, a pesar de que las circunstancias no eran precisamente favorables parecía como encontrarse dentro de una novela adolescente y consideraba que mientras el dragón en su interior siguiera contento era suficiente.

Su relación con el dragón que vivía dentro suyo era importante, cada persona contaba con su propio ser mítico interno; los Etxu. Al momento del nacimiento un ser mítico llegaba a la vidabtambién en su interior, desarrollando sus habilidades y características específicas. Humano y Etxu estaban juntos desde el primer día y se esperaba que fuera así hasta el último suspiro. Por lo tanto cultivar una cercanía entre ellos era de las principales lecciones en la vida. Sin embargo, cuando alguien violentaba las leyes no solo era enviado a La Villa de los Marginados, sino que al renunciar al elemento también debería despedirse para siempre de su Etxu.

— No te dejaré ir —se dijo al espejo, observando sus pupilas carmesí en el reflejo. Pudo notar el destello en ellas como la respuesta de su dragón. Sonrió con diversión—. Sé que entiendes que lo quiero, también voy a protegerlo. Voy a protegerlos a los tres; a ti, a él y a su sirena, ¿estás de acuerdo? —Una vez más pudo notar el destello en sus afilados ojos, sus pupilas brillaban.

Se alejó del espejo al recibir un mensaje e inmediatamente se lanzó a la cama al leer que era de Seungmin, abrazó su almohada dejando escapar una risilla emocionada. Quería verlo, decirle a todo el mundo lo enamorado qué estaba, pero era consciente de lo que eso implicaría por lo que necesitaría tiempo para poder planificar como lo haría.

Los siguientes días la felicidad era palpable, tanto que sus amigos le cuestionaban si había ocurrido algo emocionante, a lo que respondía qué sí, pero que no era de la incumbencia de nadie.

— ¡Oh, vamos, Hyunjin! —Exclamaron ellos, golpeado su hombro— ¿Tiene que ver con Yeonha?

Ante esa cuestión no tuvo más remedio que asentir y mentir diciendo que estaba realmente feliz por su relación y por como marchaban las cosas. Entre la conversación se permitió echar un vistazo al asiento de Jisung, quien mensajeaba y se reía con su teléfono. Era uno de los mejores amigos de Seungmin por lo que Hyunjin desearía poder acercarse con mayor confianza y sentir que era aceptado por ellos.

— El encaprichamiento es así, cariño —le decía Yeonha, mientras caminaban de la mano—, es normal que quieras agradarle a mis amigas y a mis amigos —explicaba con voz amiguera.

Hyunjin había decidido plantearle la situación, de una forma hipotética en la que ella era el objeto de sus intereses. Necesitaba una opinión femenina en cuanto a sus pensamientos, además Yeonha lo conocía de casi toda la vida.

— ¿Crees que sea algo que deba hacer? —Preguntó, visualizando a la distancia a los chicos del equipo de Danza artística a mitad de una practica en la piscina, Seungmin y otros habían adoptado su forma de sirena para participar.

— Por supuesto, si eso te hará feliz, inténtalo —sonrió ella con felicidad—. Yo, bueno, sabes que casi no tengo tiempo, pero tampoco es mala idea conocer más a tus demás amigos.

— Claro. Mis amigos...—murmuró analizando la situación, encontrando precisamente a su habitual grupo social riendo en una banca— no sé si te agraden, ya sabes como es...

— Lo sé, crecimos todos cerca —le recordó con diversión, mirándolo por un momento—. Changbin, tú y yo nos conocemos desde niños. Por otro lado Christopher es tu mejor amigo, y está en el cuadro de honor. De Lachlan y de Shinyul no puedo decir mucho, pero confío en tu selección de amistades.

Antologías De La Nueva Tierra: El Canto Del Dragón (HYUNMIN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora