Capítulo 19

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Yeonha apoyó la mejilla en su puño, escuchando a Hyunjin contarle sobre las últimas actualizaciones en atletismo, a su novio parecía que todo le estaba saliendo bien y a ella le gustaba escucharlo hablar. En su relación quien siempre hablaba era Hyunjin, ella se comportaba como una buena amiga y oyente la mayor parte del tiempo. Había sido así desde que se conocían, así que estaba cómoda y le gustaba. Sus ojos repararon en el collar de tonos azules y púrpuras qué Hyunjin llevaba puesta, él solía llevarla oculta debajo de su uniforme, por lo que no podía ver su dije.

— Que lindo collar —sugirió Yeonha, cuando él se inclinó para ajustar las agujetas de sus zapatillas deportivas—, ¿puedo verla? —Hyunjin se paró correctamente después de un momento, asintiendo con lentitud para permitirle acercarse para que observara su collar, ella lo tomó cuidadosamente hasta encontrar el dije—. Bonita sirena —murmuró, apartandose con una sonrisa, su novio parecía inquieto—. Dicen que son de la buena suerte, papá tenía una pulsera con grabados de sirenas.

— Eso escuché también, y cuando vi esta la obtuve... —se justificó, Yeonha le sonrió para asegurarle que le había creído.

Consideraba que en cuanto al tema no tenía mucho que decir. De hecho, tampoco comentó algo cuando días más tarde en un encuentro con Kwangmin notó el mismo diseño y tonos en un colgante de la mochila de Seungmin, pero la figura eran las alas de un dragón. Decidió guardarse la opinión, ni siquiera le dijo algo a Kwangmin al respecto y optó, por primera vez, en ser sincera consigo misma. Era evidente que Hyunjin y Seungmin tenían un gran secreto, pero no sabía como iba a abordarlo.

Lo pasó fatal lo siguientes días mientras su pegaso y ella se encontraban en un debate de lealtades. Su naturaleza reverenciaba las leyes, por lo que sabía que debería decirle a los superiores sobre lo que estaba ocurriendo, para que pudieran investigar y ayudarlos a retomar el camino correcto. Pero su persona como amiga estaba dispuesta a apoyar a Hyunjin, incluso si eso le acarreaba el disgusto de la sociedad. Más que gustarle era su amigo, pero también Kwangmin lo era y no le parecía justo nada de lo que estaba ocurriendo, por ello decidió que debería aclarar la situación directamente con Seungmin antes que cualquier otra persona.

Se acercó a la piscina una tarde, se había logrado escapar de la última clase, por suerte Kwangmin no insistió en ir con ella, Hyunjin también estaba en entrenamiento y los del equipo de Danza ya se dispersaban para buscar sus cosas e ir a las duchas. Ella aprovechó un instante en el que Seungmin se quedó sola. Como todo un precioso sirenio, nadaba con agilidad en el agua. Yeonha avanzó de prisa para que pudiera notarla.

Al verla, Seungmin se sintió nervioso. Nadó hasta la orilla para sentarse en los bordes de descanso, Yeonha le sonrió, tomando asiento junto a él, incluso se había retirado los zapatos para poder tocar el agua con sus pies. La chica aérea contempló la cola de la sirena, era llamativa y brillante. Ambos compartieron un silencio cómodo por un momento de comprensión entre bydei y mujer. No era iguales, pero a la vez si lo eran. A pesar de ser la mujer más hermosa por dos años consecutivos, Yeonha sabía que un Bydei siempre tendría un valor superior. Los hombres los preferían, el gobierno les daba también prioridad, e incluso las mismas mujeres los respetaban.

— Seungmin... —le llamó, obteniendo su atención, él la observó con temor, especulando quizas— ¿De verdad lo quieres?

El aludido se sintió destruido al escuchar esa pregunta por parte de su compañera. Supuso que ella lo sabía, era evidente que lo sabía, pero le aterraba enfrentarlo.

— Yeon...

— A Kwangmin —le ayudó a calmarse, mirándolo a los ojos, Seungmin temblaba de manera ligera—. Ustedes crecieron juntos, eso es lindo. También he escuchado que te gusta mucho su personalidad gentil, después de todo es un amigo que te conoce y tú a él. Sin duda alguna estar juntos es lo apropiado, porque comparten elemento y también son afines. Pero ¿sabes una cosa? —Ante su cuestión realizada con dulzura, él esperó con paciencia— Creo que te entiendo. Yo también veo a Hyunjin y pienso que lo correcto es estar con él, incluso podría decir que lo quiero. Pero la manera en que tú quieres a Kwangmin y yo a Hyunjin, ¿es en realidad el modo en que se quiere a un amor o es apenas un cariño producto de la admiración hacia un amigo? —Una vez más Seungmin no tenía una respuesta por lo que desvió la mirada hasta el agua, Yeonha tomó su mano— Sé que tú sabes muy bien a lo que me refiero —suspiró, con una risilla coqueta, propia de su personalidad—, y primero tienes que saber qué no te detesto, tampoco estoy molesta. No quiero causarte daño, ni siquiera voy a decirle nada a nadie.

Antologías De La Nueva Tierra: El Canto Del Dragón (HYUNMIN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora