Sam tiene muchas cualidades.Es divertido.
Es sociable.
Es creativo.
Pero si hay algo en lo que Sam sin duda no es bueno es…
— Demonios, olvidé llamar a mi abuela.
Es recordando cosas.
— ¿No se supone que la llamarías hace 4 días?
— Sí, bueno, lo que sea.
Él se acercó a su cajón y lo abrió. Dentro había un desastre.
— Me pondré esta liga para recordar hacerlo luego. Ok ¿Listo? ¡Empecemos!
Simplemente sonreí con resignación. Así era Sam. Podía olvidar su dirección pero nunca una melodía que inventó antes de irse a dormir.
Las notas resonaban por toda la habitación. Lo suave de mi teclado con lo eléctrico de su guitarra creaban una canción que habíamos estado perfeccionado los últimos 4 meses. Pero ambos sentíamos que le faltaba algo, y no sabíamos que era.
Estábamos sumergidos en lo nuestro hasta que una puerta abriéndose nos devolvió a la realidad.
La granjera.
— Um, hola— saludó a medias escondiéndose tras la puerta— toqué la puerta pero nadie contestó, así que entré, disculpa.
— ¡Ah! Hola, lo siento ¿Ya son las 2?— se disculpó Sam sorprendido mirando el reloj.
— No te preocupes— dijo ella agitando una mano— Llegué hace poco así que…
— Oh, entonces perfecto, ¿Traes todo lo que necesitas?— preguntó él dirigiéndola a la cocina.
Ella llevaba una gran bolsa con ingredientes y su cabello estaba recogido en una cola de caballo.
— Sí, pero se me acabó el aceite y me preguntaba si ustedes tenían.
Sam se quedó pensando un momento y luego buscó en los anaqueles.
Ni una gota de aceite.
— Parece que se acabó… iré a comprar a Pierre's.
Supongo que debería irme .
Pero antes de que pudiera decir algo, Sam gritó cerrando la puerta.
— ¡Bien, me voy! Sebastian te ayudará en lo que necesites.
Puertazo.
Ella me miró dudosa, tal vez tratando de saber si dejar ir a este ayudante involuntario o ponerlo a trabajar.
Cómo sea. Sería peor irme sin más.
Supongo que no quería que pensara peor de mí de lo que seguro ya piensa.
— Entonces— comencé acercándome a los armarios de la cocina— ¿En qué te ayudo?
Ella sonrió ligeramente.
Ojalá no me arrepienta.
— Eh… ¿Podrías cortar éstos?
Me dió unos vegetales y asentí con la cabeza. Tomé un cuchillo y empecé.Nunca he sido particularmente bueno en la cocina, pero había ayudado a mi madre en algunas ocasiones.
Puedo con esto.
Poco después, la miré de reojo y ella estaba sacando más vegetales y condimentos de la bolsa. Parecían de buena calidad y me pregunté si ella sería buena cocinando ¿Habrá tomado los ingredientes de su granja o los habrá comprado?
ESTÁS LEYENDO
The Last Raindrop
FanfictionLo único que retiene a Sebastian a Pueblo Pelícano es su mamá y sus amigos. ¿Podrá la nueva granjera darle una razón más? Puedes encontrar este fanfiction también en mi cuenta de AO3 bajo el mismo nombre de usuario: JuneonDecember. <3 ~Portada hecha...