El sonido del tecleo bajo mis manos se combinaba con la música de mi estéreo, creando así mi ambiente perfecto para trabajar. Había estado modificando mi nuevo proyecto desde que me levanté ese día y no fue hasta hace unos minutos que mi cuerpo empezó a resentir todo el tiempo que estuve sentado, así que cuando ví la hora decidí que era momento de parar. Era viernes de pool en la taberna por lo que tenía que salir un poco antes para llegar a tiempo.
Y con un poco me refiero a una hora.
En momentos como este odio vivir en un lugar tan aislado.
Salí de mi escritorio y me quité la sudadera que estaba usando, entonces abrí mi cajón de camisetas las cuales en su mayorías eran derivados del negro. Tomé una y me la puse: era muy ancha a comparación de mi escuálido cuerpo, pero eso era lo que buscaba en cada prenda de ropa. No quiero que nadie vea.
Después de eso y de apagar mi equipo de trabajo, me puse mis zapatillas negras y gastadas y agarré mis llaves para por fin salir de casa.
Cuando abrí la puerta, la escasa luz que quedaba en el cielo me cegó un poco. Supongo que años de llevar una vida nocturna me ha afectado. Apenas empecé a caminar saqué un cigarrillo de mi bolsillo y lo encendí: su sabor amargo invadió mi boca, nunca me gustó eso, pero trataba de ignorarlo ya que era de las únicas formas que tenía para relajarme. Mientras el humo subía a mi alrededor, me puse a organizar todo lo que haría una vez volviera a mi casa.
Bien. Tomaré una ducha y después una taza de café. Haré las modificaciones a que el cliente quiere que haga y creo que eso me tomaría máximo hasta las 2 de la madrugada, pero si me queda algo de tiempo libre, tal vez pueda terminar esa partida que me quedó pendiente en The Raven's Club, o también podría trabajar en la letra de la nueva canción…
Seguí divagando en todas las posibilidades hasta que un rostro cruzó mis pensamientos.
Una sonrisa.
Detuve mi paso por un segundo y después continué. Había estado pensando en ella desde ese día y eso me hacía sentir… raro.
No es como si esto fuera un sentimiento desconocido para mí, ya me había sentido atraído hacia algunas chicas de mi clase durante la escuela secundaria y pensaba que tal vez creía que ella era un poco… sólo un poco…
Linda.
Y el hecho de que me sintiera como un adolescente hormonal sólo me hacía sentir aún más vergüenza de mí mismo.
Pero yo sabía que esta sensación extraña desaparecería como siempre me ha pasado. Abigail es la prueba viviente de eso.
Me hice amigo de ella junto a Sam a los 15 años. Teníamos mucho en común y me solía visitar seguido para pasar el rato sólo los dos.
Ella me gustaba.
Pero nunca se lo dije.
Supongo que fué debido a mi falta de confianza y a qué no quería arruinar nuestra amistad. Y así los meses pasaron y ella dejó de venir tan a menudo, hasta que un día, me dí cuenta de que hablar y estar con ella ya no me emocionaba igual que antes. El sentimiento había desaparecido.
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The Last Raindrop
FanficLo único que retiene a Sebastian a Pueblo Pelícano es su mamá y sus amigos. ¿Podrá la nueva granjera darle una razón más? Puedes encontrar este fanfiction también en mi cuenta de AO3 bajo el mismo nombre de usuario: JuneonDecember. <3 ~Portada hecha...