Capítulo 8: Lo menos esperado

7 2 0
                                    

(Sebastián)

Yo aun no entiendo todo lo que está pasando... desde Lila con el vestido de mi esposa, hasta lo que descubrí cuando entré a mi casa y vi a la ama de llaves vigilando el ático, fue entonces que corrí inmediatamente a la mujer y le dije que jamás en su vida volviera a abrir esa puerta, pero cuando lo dije ya era tarde. Mis hijas estaban adentro y habían descubierto absolutamente toda la verdad, excepto por un detalle, el cuál jamás sería capaz de revelar ante ellas, porque aún no están preparadas para saber.

Sentía que la mentira era lo único que tenía en mi poder para volver a rehacer mi vida con mis hijas, engañar a una y salvar a la otra pero eso no sirvió de nada. Ahora lo que está en mi mente es si van a perdonarme o no, aun no entiendo cómo puede ser tan vil y cruel con dos personas inocentes. A veces me siento un mal padre, pero no de esos malvados y sin alma alguna, aunque así lo fuera, sino que un he sido un hombre bastante cobarde que no soportó ni enfrentó la subida al cielo de su mujer, el amor de su vida, y afrontar la amarga realidad que me abrazaba.

Cuando entré al cuarto de mi mujer y las vi a ambas ahí mirando aquel video en donde estaba con mi esposa y las tenía en sus brazos me erizó la piel. La realidad es que Lila tenía 4 años cuando mi esposa se marchó mientras que Daiana 3 años, se llevaban siempre un año de diferencia. En ese tiempo fui capaz de traicionar al señor de las tinieblas y encomendar a mi mujer al único Dios de salvación, el señor celestial, porque Kiara no tenía la culpa de mis manejos de dinero con la mafia francesa. Mientras veía el video cerré la puerta despacio y ahí en ese momento todo cambió para mí y para ellas. Llegaron a interrogarme muchísimas veces al mismo tiempo y no me dio miedo, sino que me llené de coraje e hice lo que debí haber hecho hace mucho tiempo, decir la verdad.

- Tuve un romance con un ángel siendo un demonio y fiel servidor del señor de las tinieblas, pero eso cambió cuando conocí a su madre. - les confesé mientras ellas me miraron confundidas.

- ¡¿Qué?! - exclamaron.

- Ella y yo tuvimos una hermosa historia de amor y nos juramos amor eterno ante su Dios y yo prometí que iba a seguir siendo una persona fiel al inframundo pero... todo cambió cuando me casé e hicimos el amor y eso significaba que tanto el Diablo como Dios se iban a encargar de nuestros destinos y así lo fue.

- No puedo creer lo que nos estas diciendo... creí todos estos años que eras mi padrino y terminaste siendo el padre más cobarde de todos los seres humanos en esta tierra. - dijo Lila enfadada por lo que había escuchado de mi boca.

- Nosotras somos algo así como... ¿hibridas? - decía Daiana confundida.

- Sé que las estoy destruyendo, pero esta farsa debe continuar por algo personal y no puedo decirles quien le disparó a su madre en el accidente, porque no soportaría estar sin ustedes.

- ¿Cómo pudiste hacer esto y pedirnos que continuemos con esto, papá? - continuó diciendo Lila enfadada por todo lo que había ocurrido. - Ahora me pregunto quién puta es Jimena, "padrino".

- Mi mejor amiga de toda la vida, un demonio que ha estado a mi servicio toda la vida...

Ellas me miraban con tanto odio y sobre todo por los padres de Jimena que se hicieron pasar por los abuelos de las niñas, eso las terminó de romper en mil pedazos y decidieron irse a tomar aire fuera de la casa, Lila llamó a Cecilia y Daiana no se quedó atrás y se marchó junto con su hermana en el auto de su amiga.

(Lila)

Mientras estaba con mis amigas, me acerqué a la caja del restaurante y lo encontré ahí, Caleb... no podía creer que esto estuviera sucediendo y de la nada solté de mi boca "te necesito mesero". Él vino a mí y nos fuimos a la parte de los baños para hablar...

Hasta que el cielo nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora