Capítulo 5: Vínculos celestiales

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(Lila)

Luego de un largo día, me acosté en mi cama, junto a Caleb, compartiendo nuestros pensamientos antes de dormir. Pero esa noche, algo extraordinario sucedió. Cerré los ojos y me encontré en un sueño, no en la tumba, pero en un lugar extraño y misterioso.

En ese sueño, me encontré con mi madre una vez más. No necesitaba preguntar su nombre esta vez; lo sentía en mi corazón.

— Mamá — susurré, emocionada de verla otra vez. — He extrañado tanto nuestros encuentros.

Ella sonrió y me acarició el cabello con ternura.

— Yo también, mi amor. He estado al tanto de todo lo que has estado pasando. Cuéntame, ¿qué has hecho desde la última vez que nos vimos?

Le hablé de mis sueños, de mis anhelos de ser una escritora famosa, de mi amor por la lectura y, con una mezcla de emoción y nerviosismo, le conté sobre Caleb y cómo me hacía sentir.

— Mamá, estoy enamorada de Caleb. No sé qué hacer, pero cuando estoy con él, todo se siente bien.

Ella asintió comprensiva.

— El amor es un regalo hermoso, mi vida. Sigue lo que sientes en tu corazón, pero no olvides cuidarte a ti misma y a tu futuro.

— ¿Puedo preguntarte algo, mamá?

— Por supuesto, cariño.

— ¿Qué pasa, madre?

— Lila, escúchame. Algún día, volveré a tu vida de una manera que no puedas imaginar. Será un momento que menos esperes, pero debes estar preparada. Hasta entonces, disfruta de cada día, sigue tu corazón y sé valiente.

Mientras ella hablaba, noté una figura misteriosa en el horizonte. Un hombre con una presencia imponente, Golverk, se acercaba.

— Hija, debes encontrar a Golverk. Él te guiará en tu camino. Debes ser fuerte y confiar en ti misma. Recuerda que siempre estaré contigo, incluso cuando no puedas verme.

Me desperté junto a Caleb, sintiéndome abrumada por la conversación con mi madre en el sueño. Sabía que algo importante estaba en marcha, y que Golverk tenía un papel crucial en mi vida. Pero, por ahora, disfrutaría del amor y la compañía de Caleb, sabiendo que siempre tendría a mamá en mi corazón y en mis sueños.

(Alejo)

La noche caía en la Academia Divina, y el bullicio de los estudiantes comenzaba a disminuir mientras las luces de los pasillos titilaban, indicando que la hora de dormir se acercaba. Sin embargo, en el salón 667, en el ala oeste del lugar, yo, Alejo, un demonio astuto y calculador, meditaba sobre un plan que había empezado a gestar en mi mente oscura.

Recientemente, había tenido un encuentro casual con una joven en un boliche de Villa Gesell, una chica llamada Daiana. Algo en su mirada, en su forma de moverse y en su risa me hizo pensar que había algo especial en ella, algo que resonaba en mi alma demoníaca. En mis instintos, intuía que el alma de Daiana podría ser la clave para mis planes, aunque aún no entendía completamente por qué.

Mientras reflexionaba sobre esto, mi compañero Ferbeth se acercó, intrigado por la expresión pensativa en mi rostro.

— ¿Qué te trae por aquí a esta hora? — preguntó Ferbeth, un demonio de apariencia afable pero con un brillo malicioso en los ojos.

Le conté sobre mi encuentro con Daiana y cómo había sentido una extraña conexión con ella.

— Creo que su alma es diferente, Ferbeth. Siento que hay algo más en ella, algo que podría ser útil para nuestros propósitos.

Hasta que el cielo nos separeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora