Alexander Volks:
Apenas nos conocíamos y ya lo habíamos hecho varias veces, aunque cada vez era mejor .
Ha sido la mejor mamada que me han hecho en mi puta vida, y he tenido varias, pero ninguna como esta.
Lo hacía tan bien y me sorprende que lo haya tragado. Las putas que me la habían mamado no lo tragaban a menos que les dijera que lo hicieran y hacían caras de desagrado.
Pero ella, lo hizo sola, tan bien, y en realidad no quería que lo tragara, pues sólo lo hacía para humillar a las otras zorras, pero ella lo hizo como si fuera completamente normal hacerlo. Y lo es, pero a mí no me parecía hasta que lo hizo.
En cuanto terminó se levantó, y la tomé por la cintura para que quedara encima mío. Se recargó un poco en la cama para tomar ese sobre, el cuál odio porque impide que la disfrute totalmente, y lo puso en mi miembro mientras lo acariciaba con sus suaves manos.
- ¿Lista?- pregunté mientras ella jadeaba cerca de mi oído con sus manos apoyadas en mis hombros.
- Siempre - respondió y yo fui bajandola con mis manos para que cayera sobre mi pene.
La manera en la que gemía levemente y jadeaba mientras decía ni nombre.
La cargué y la puse contra la cama.
- Volteate- dije ordenando, como siempre hacia con las demás.
- ¿Perdona?- dijo mientras sonreía malévolamente.
- Dije que te des la vuelta.
- Nadie me dice que hacer o no, querido Alex- dijo mientras me alejaba con su mano en mi pecho - O lo hacemos como personas normales, o yo doy las órdenes- dijo sonriendo mientras me dejaba con tremendas ganas de follarla hasta que no pudiera caminar.
- Me encanta como eres - dije sonriendo embobado viendola.
- Lo he notado - dijo y se acercó a mi para besarme.
Yo solo la cargué y la apoyé contra la pared mientras la tomaba por los muslos con una mano, mientras que la otra jugaba con sus pezones y ella gemía.
- Alex.... - dijo entre jadeos.
- Quiero que te corras - dije susurrandole al oído y ella sólo reía mientras gemía.
Así lo hizo, se corrió, y yo hice lo mismo. En cuanto terminamos, la apoyé en la cama y ella se sentó mientras me veía.
Claramente yo seguía con la erección, aunque ya me había corrido dos veces, con ella era muy difícil controlar mi amiguito.... Demasiado difícil.
Me iba levantando cuando noté su mirada en mi.-¿ A dónde vas querido?- dijo mientras se apoyaba con sus manos sobre la cama y abría levemente las piernas.
- Por esto- dije mientras sacaba una corbata de mi cajón y se la mostraba.
- Vamos a jugar eh - dijo sonriendome de una manera tan lasciva.
Me acerqué a ella y até sus manos por encima de su cabeza con la corbata mientras estaba entre sus piernas.
Después me incliné por el condón.
- Deja eso - dijo mientras me tomaba entre sus piernas y me sonreía.
-¿Estás segura?
- Más que segura- dijo mientras me miraba tranquilamente pero tan coquetamente al mismo tiempo - Sí es contigo siempre lo estaré. Ahora ven y follame.
Cómo me prende que hable así conmigo, se de lo que es capaz esta mujer y aún así me fascina.
- Lo que pida jefa- dije en un tono burlón mientras me acercaba a ella.
Me acerqué a ella, la tomé por la cadera mientras besaba su cuello e iba bajando hacia sus pechos.
Cómo amo sus hermosos y grandes pechos, son hermosos, tiene un tatuaje entre los dos, son letras en japonés, y están en vertical por lo que se ven cada vez que tiene un escote, y es tan provocativo, como ella.
Lo metí de una vez y ella empezó a gemir y jadear.
Se que no le gusta que lo haga lento, le gusta salvaje y eso lo noté porque cuando ella tomó el control se movía muy rápido y profundo.- Te ves tan hermosa así.
- ¿Te...parece?- dijo jadeando.
- Claro, si no fuera verdad no lo diría - dije mientras ella sólo cerraba sus piernas acercándome más a ella.
Ella sólo sonreía mientras jadeaba y gemía.
En un punto empezó a gemir mucho más fuerte y a temblar un poco.
- Alexander.....t.. tocaste m....mí- dijo entre gemidos - P....punto G.
- ¿Aquí?- dije mientras frotaba en su interior.
- Ahhh- dijo jadeando - S.... sí, ahí.
-¿Te gusta?- dije embistiendola una y otra vez.
- Mucho- dijo mientras gemía mi nombre.
Sólo aumenté la velocidad y fuerza hasta que nos corrimos los dos, dejando mis fluidos dentro de ella y ella rodeando mi pene con los suyos.
Quité la corbata de sus muñecas y me tumbé en la cama junto a ella.
- Eres realmente muy hermosa- dije mientras ella escondía su cabeza en mi cuello y poniendo su mano en mi pecho.
- Ya me lo hacían dicho- dijo riendo y los celos me atacaron otra vez.
-¿Quién?- dije celoso.
- Quienes, querrás decir; todos y todas amor mío, todo el mundo dice que soy hermosa- Y tienen razón, pero sí, todos le dicen hermosa, o bella, o preciosa y me llena de celos - ¿Te hacían dicho que eres muy celoso?
- No, porque no lo soy con nadie más que contigo hermosa- dije y ella empezó a acariciar mi pecho.
- Eres... complicado Alex - dijo y yo reí levemente.
- ¿Complicado?- pregunté mientras le sonreía y ella me veía haciendo lo mismo .
- Sí - dijo sonriendo - No hablas mucho, pero expresas demasiado, no enseñas tu cuerpo, pero eres tan atractivo. En fin, perfección.
- ¿Me estás diciendo perfecto?- dije sonriendole mientras ella se apoyaba con su antebrazo en la cama.
- Sip- dijo mientras se volvía a acostar y yo la abrazaba por la cintura pegándola a mí.
Ella empezó a cerrar los ojos y yo hice lo mismo.
En un momento nos quedamos dormidos, ella apoyada en mi pecho y mi cabeza apoyada en la suya tomandola por cintura mientras la abrazaba.
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Amor Entre Mafias
RomanceTodo empieza con un tercero que quiere arruinar negocios entre las mafias más importantes del momento. Gracias a él estos dos personajes con corazones fríos pero al mismo cálidos cruzan sus peculiares vidas.