Amor Entre Mafias

Capítulo 5

Fernanda Gutierrez:

Me levanto a las 7 am, muriéndome del cansancio pero haciendo el intento de lograr pararme de la cama, y lo logro, me voy al baño, me lavo los dientes, me quito mi pijama, abro el agua caliente y fría de la regadera hasta que quede tibia y me meto, me baño y salgo a las 07:15, salgo de la regadera, me seco el cuerpo, y admiro mi curvilíneo cuerpo junto a mis tatuajes.

Tengo los lados de la cabeza rapados, no taaaanto pero si muy cortos, mientras que del centro superior de la cabeza tengo fleco, por lo que me hago una pequeña coleta con el fleco, mientras esparzo crema corporal por mi cuerpo y seco los lados de mi cabeza.

Esta mañana va a ser un poco ajetreada pues hay personitas que torturar, así que me pongo la parte de abajo de un bikini y opto por no utilizar brasier, decido ponerme un vestido largo y delgado, que me llega arriba de las rodillas y sin mangas que dice "I love New York".

Suelto mi cabello y me hago un pequeño chongo con una pinza y bajo las escaleras, encontrándome a mi papá en pijama todavía, tomando café y leyendo el periódico enfrente de la cocina.

- Buenos días papá - digo sonriendo.

- Buenos días guerrera- dice mientras me abraza y besa mi frente - ¿ Cómo dormiste anoche?- pregunta mientras se acerca a la barra de la cocina

- Bien papá, estaba tan cansada que caí rendida apenas me acosté, ¿y tú?- pregunto mientras pongo en el microondas mi taza favorita llena de agua y un sobre de té natural.

- Me pasó lo mismo pequeña- dice mientras toma otro gran sorbo de café y justo suena el timbre del microondas que indica que es tiempo de sacar mi té - Y hoy nos espera un día bastante cansado - dice mientras sonríe y yo hago un pequeño puchero y el ríe levemente y se levanta para irse.

- Ten piedad - me dice sonriendo.

- Sí papá- digo sonriente - tendré piedad.

- Y no olvides desayunar, una guerrera necesita desayunar- dice mientras me da la espalda.

- Sip - digo mientras me doy la vuelta para preparar mi desayuno.

Agarró el bote de yogurt del refrigerador, unas frambuesas y me siento a desayunar.

Cuando termino lavo mis cosas y espero a mis hombres mientras me vuelvo a lavar los dientes.
En eso llega Charlie y otros de mis guardaespaldas, Charlie es un hombre exageradamente alto, lleno de tatuajes, ancho y rapado, es de los únicos hombres a los que les tengo confianza.

- Ya despertó señorita - dice mientras ve el horizonte.

- Ya era hora de que abriera los ojos ese malparido - digo sonriendo con maldad - Es hora de que pague por lo que hizo.

Salimos de la mansión, y nos subimos a una camioneta negra todo terreno que me encanta y obviamente yo conduzco.
Llegamos a un granero, o eso se ve por afuera. En realidad es mi cuarto de tortura, ahí llevo a la gente que merece ser torturada, como hoy, que le tocó a uno de mis hombres, o como los llamo después de que me intenten traicionar hombres MUERTOS.

Apenas salgo de la camioneta y entro a mi cuarto de tortura, lo veo a él, se llamaba Raúl, creo. Intentó robarme, más bien, me robó, cinco millones para ser exacta, y no me molesta el dinero, sino la falta de respeto y lealtad que pido, osea, yo les doy todo y solo pido a cambio lealtad y respeto, y a este estúpido se le ocurre robarme.

Está todo lleno de moretones, los cuales no fueron hechos por mí, hasta ahora, porque es mi turno de hacerlo pagar.

Apenas son las diez de la mañana y ya lo estoy golpeando, porque claro, voy a esperar a que nuestros amiguitos rusos lleguen para que vean que pasa si juegas conmigo y mi gente.

Raúl tiene todo un historial, aún así lo acogí, hasta que me enteré que violó a una niña el mismo día que me dijeron que me robó los dichosos cinco millones, cómo dije, el dinero no me importa, les juro que no, me sobra demasiado, pero esa pobre niña, ella no merecja nada de lo que le hizo ese maldito.
No solo pagará por ser desleal, sino por abusar de una niña pequeña. Y créanme que lo haré sufrir de una manera inimaginable, como merece ese tipo de seres humanos.

El peinado de Fernanda