Capítulo 23 (+18)

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Fernanda Gutierrez:

Apenas me senté en el sentí un gran bulto, lo cual solo significaba una cosa.

Me levanté de él y lo jalé para que viniera conmigo y se levantara.

Nos despedimos de mi padre y de Sergio, y quedamos para desayunar al día siguiente.

Alex me cargó, y me llevó así hasta el cuarto.

Todos nos miraban incluso la perra de recepción, la cuál se que no se va a quedar así. Va a intentar acercarse a mi hombre.
Pero literalmente el sólo tiene ojos para mí.

Me puso en la cama mientras bajaba sus shorts y me desabrochaba el bikini.

- Eres tan hermosa - dijo recorriendo mi cuerpo con sus labios y manos.

- Alex...- gemí mientras el jugaba con mi clítoris y pechos.

- ¿Estás celosa por la mujer de hace rato?

- No.... S..sólo soy un p...poco posesiva - dije jadeando y gimiendo.

- ¿Un poco?- preguntó riendo.

- Bueno, mucho - respondí sonriendole mientras acariciaba su palpitante miembro y el gruñía de vez en cuando - Además tu eres el celoso amor mío.

El sólo sonrío y me pegó a el para poner su miembro en mi entrada mientras acariciaba mi cintura.

- ¿Lista?

- Siempre.

Lo mete suavemente la primera vez porque es muy grande, pero ya que tomamos ritmo se mueve agresivo y rudo, como me gusta, y el lo sabe.

Me acariciaba despacio y suave mientras saca y mete su grande miembro.

Es tan peculiar la forma que tenemos de tener sexo, es suave pero muy agresivo al mismo tiempo.

Mis sentimientos por Alex van creciendo más y más, y se que esto puede terminar muy mal, pero quiero intentarlo, quiero intentarlo con él.

Lo tomé por la espalda y dimos una vuelta quedando yo encima de él.

Él me miraba a los ojos mientras su pene tocaba mi útero, la primera vez que lo hicimos el lo hizo muy suave porque es demasiado grande su miembro, y sí me dolía, pero el placer era mayor entonces me olvidé del dolor y me enfoqué en lo que era bueno.

Ya no me duele, ya me acostumbré completamente a su pene. Y sin duda era el mejor y el más grande que había visto.
Créanme que he visto varios, no para coger, simplemente porque a los hombres les encanta mostrar sus atributos, pero este hombre está fuera de esa lista, el gana todos los premios y medallas de tamaño y grosor.

- Cada vez es más placentero - dijo mientras acariciaba mis piernas y seguía embistiendo mi vagina.

- Lo mismo digo - dije entre gemidos.

- Amo tus gemidos - dijo mientras tomaba mis pezones y yo sólo reclinaba la cabeza hacia atrás por el placer.

-¿Tanto como a mí ?- pregunté en un tono burlón mientras seguía gimiendo y jadeando.

- Te amo más a ti - dijo acercándose a mi oído y yo sólo me sorprendí por lo que dijo.

- Alex, me voy a venir - dije aún sorprendida pero llegando al clímax de nuestra sesión de amor.

- Yo también - dijo y a los pocos segundos nos corrimos ambos.

Él se tiró a mi lado para abrazarme.

- ¿Me amas? - pregunté mientras lo veía a los ojos y mi corazón latía a mil, tras unos segundos después de acostarnos.

- Sí - respondió mientras acariciaba mi cara- ¿Y tú a mí?

Nunca le había dicho a alguien que lo quería, menos que lo amaba, ni siquiera a mi padre. Pero lo que sentía por el iba creciendo a un nivel extremadamente rápido, y por primera vez no tenía ninguna duda de que iba a funcionar.

- Sí - respondí sonriendole mientras el me abrazaba más fuerte - No pensé que fueras romántico.

- No soy, más que contigo, tu me sacas lo romántico - dijo y me besó apasionadamente.

De repente mi alarma sonó y me volteé para ver qué hora era. En cuanto lo hice abrí los ojos como platos.

- ¿Las cinco de la mañana?

- Sí - respondí mientras frotaba mis ojos.

-¿Tienes algo para hacer mañana?- me preguntó mientras me acariciaba la espalda.

- Sólo la junta con unos mafiosos y decidir con quién voy a firmar para la pasarela que es en dos semanas. ¿Y tú?

- Lo de los cárteles, ¿Te parece ir a cenar juntos mañana?

- Claro- respondí mientras me acercaba a él para besarlo.

- Ahora duérmete que debes estar muy cansada - dijo y me rodeó con sus brazos para abrazarme.

Apenas cerré los ojos y me quedé dormida al instante.

No soy mucho de demostrar sentimientos, pero siempre he sido demasiado amable con la gente, y a veces malinterpretan eso. Siempre traté a la gente como creía que lo merecían.

Eso me generó muchos enemigos, porque trataba mejor a sus sirvientes que a ellos.

Y ellos solo quería atención, la cual yo no regalo, y eso les molestaba mucho.

Pero con Alex es distinto, no rebaja a nadie a menos que se lo merezca, es muy amable con las personas que lo merecen, y no son muchas personas.

Es una buena persona, aunque esté metido en este sucio y maldito trabajo, el está por su padre. Yo igual, pero nuestros casos son distintos.

El no pudo decidir, aunque yo sí. Pero su papá se retiró por su edad, el mío porque le diagnosticaron cáncer de páncreas y cada vez está peor. Aunque hemos intentado de todo, no sé recupera, solo atrasamos su muerte.

Y eso siempre me atormentó, perder a mi padre no estaba en mis planes.
Perder a una de las pocas personas que me aman en este mundo no estaba previsto para mí.

Por eso hago todo lo posible por pasar mi mayor tiempo con él, porque no sé que va a pasar conmigo cuando muera.

Aunque se que mientras Alex esté a mi lado todo va a estar bien, y se que así será.

•••••••••••

Nota de autora:

Holaaaaaaa, gracias por leer la historia.

Espero que les guste, si es así voten y comenten que les gustaría que pasara en la historia.

Un beso 💋.

Hasta el próximo capítulo ÷)

Amor Entre MafiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora