Alexander Volks:
Son las diez y media y Fer todavía no se despierta, aunque ya la intenté despertar varias veces.
Rafael tenía razón al decir que le encanta dormir.Siempre tiene sueño, y desde que estamos juntos no ha dormido mucho que digamos.
Se dió una vuelta volteandome a ver y me tomó por la espalda, dándome un abrazo mientras subía una de sus piernas por encima de las mías y escondía su cabeza en mi pecho.
- No quiero levantarme- dijo haciendo pucheros.
- Pero tenemos que ir a desayunar. Se lo prometimos a tu padre.
- Mi papá se puede joder un poquito. No le digas que dije eso - dijo levantándose sobre mi pecho con cara seria.
- Entendido - dije sonriendo.
- Apenas dormí cinco horas y media - dijo mientras se sentaba en la cama desnuda, y me dejaba ver sus tatuajes en la espalda.
- Yo dormí solo cinco, así que no te quejes.
- ¿Sabías que yo debería dormir 12 horas?
- ¿Qué eso no es mucho?
- Mi doctor dice que para mí es poquito.
- Y ahora resulta que solo duermes cinco - dije riéndome y ella asintió seria.
- Tu polla y tus ganas de follarme no me dejan dormir - dijo riéndose.
- Tus ganas querrás decir- dije mientras la jalaba por la cintura para pegarla a mí.
- Nuestras - dijo mientras me tomaba por la nuca - Pero es tu polla.
- Pero te encanta.
- Claro que sí - dijo mientras se mordía el labio y yo solo reí.
- Ven - dije y le extendí mi mano para que se metiera.
Ella entró y nos empezamos a besar, aunque podía notar lo cansada que ella estaba por lo que por más caliente que estuviera no quería cansarla más.
-¿Estás bien cariño?- dijo mientras acariciaba mis hombros.
- Sí hermosa, ¿Por qué amor?
- Estás un poco raro precioso - dijo mientras se lavaba el cabello, yo le sonreí y ella hizo lo mismo con un poco más de tranquilidad para que no pensara que estaba enojado o me disgustaba.
No me le pegué en ningún momento, ni siquiera para besarla, para nada.
Ella se puso un bikini y arriba un short de mezclilla muy corto y roto mientras que en la parte de arriba solo tenía la parte de arriba del bikini y una camisa cortada que le quedaba de top y desabotonada. Entonces se veían sus pechos, y sabía que los celos me iban a poseer en un rato.
Apenas la ví y mi amiguito cobró vida pero me tenía que contener para no cansarla más.
Salimos de la suite de camino al elevador y yo intentaba ignorarla para no exitarme más.
En vez de la molesta tipa de la recepción había un hombre que en cuanto vió a mi mujer no pudo dejar de verla.
Aunque ella sólo me veía a mi preocupada porque no la volteaba a ver.
Pero mi plan se fue a la mierda cuando la ví acercarse a la recepción con ese hombre para hacer la reservación, para el restaurante del almuerzo con su padre y Sergio, el cual iba a ser en unas horas.
Ví como el no la dejaba de ver y de comerla con la mirada, mientras yo tenía tremenda erección por ella.
Me acerqué a ella por atrás tomandola por la espalda y bajando hasta su trasero para apretarlo un poco.
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Amor Entre Mafias
RomanceTodo empieza con un tercero que quiere arruinar negocios entre las mafias más importantes del momento. Gracias a él estos dos personajes con corazones fríos pero al mismo cálidos cruzan sus peculiares vidas.