Capítulo 36

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Alexander Volks:

- ¿Le traigo algo señorita?- preguntó Charlie completamente serio.

- No gracias Charlie, ya te puedes ir. Gracias - sonrío y Charlie comenzó a caminar hacia la puerta.

- Perdóname Fernanda, hice lo que pude con tu padre - susurró Sergio mirándola entre débiles lágrimas, y con la voz quebradiza.

- No te tienes que disculpar por nada, yo sé lo que hiciste..... nada de lo que pasó fue tu culpa, gracias por estar ahí con él, conmigo.... con nosotros.

- En serio te ganaste la lotería - dijo Sergio murmurando mientras se acercaba a mi para despedirnos.

- Lo sé - respondí sonriendole, aunque todos estamos tristes, al mismo tiempo que Fer lava unos cuchillos que había utilizado cerca de nosotros.

- Cuídense - gritó desde la escalera Sergio y ella simplemente asintió.

- Tu también. Hablamos mañana - dije alzando la voz y Fer secaba los cuchillos que ya había lavado.

- Tenemos que hablar - esas palabras dentro de una relación siempre significan algo malo pero, ¿Qué hice? - Ven.

- Lo sé, ¿Estás bien?

- No mucho....

Caminamos hacia las escaleras para llegar para caminar unos metros y llegar a la casa y entrar.

Fernanda Gutierrez:

Estoy bastante confundida, por no decir muy.

Literalmente acaban de matar a sangre fría a mi padre y le corté el pene a dos hombres. Sin embargo, eran violadores entonces matarlos y cortarles el pene fue algo bueno.... supongo.

Alex se veía tan sorprendido pero feliz al mismo tiempo cuando los torturamos, supongo porque demostré que no quiero a ningún otro hombre que no sea Alexander Volks. Aún así presiento que sabe lo que estoy pensando, y lo que va a pasar.

Estoy tan destrozada pero furiosa, no sé que pensar, esto es tan confuso.

Subimos las escaleras camino a la habitación principal, mientras las empleadas nos miran preocupadas.

- ¿Está bien señorita? - preguntó una sirvienta desde el piso de abajo.

- Sí, no te preocupes Laura, gracias - solté débil ocultando mis ganas de llorar con una falsa sonrisa.

- A usted señorita - bajó la mirada y yo seguí con mi recorrido con lágrimas bajando de mis pómulos.

Caminamos un poco más hasta llegar al cuarto, dónde Alex se sentó en la cama mientras yo camino de un lado para el otro.

Me siento en la cama y siento la mano de Alex recorrer mi espalda para que acto seguido las lágrimas comenzaran a salir desesperadamente de mis ojos.

- Está bien hermosa - susurró abrazándome, y yo apoyé mi cabeza en su hombro, para que después el apoyará su cabeza suavemente sobre la mía y comenzara a acariciar mi cabello - Todo va a estar bien.

- Encontré esto - sacudí mi mano, la cual sostenía un sobre ya roto, porque lo había abierto, para luego secar mis lágrimas.

-¿Qué dice?

~ Querida hija mía.

Si estás leyendo esto, es porque probablemente ya esté muerto.

Por favor, no juzgues mis acciones. Ya sé que lo que hice no tuvo sentido, y más porque lo que sea que les hayan hecho a esos tipos lo pudieron hacer si yo tuviera vida.

Pero era la única manera de que te pudiera demostrar todo mi amor, entregándome a la muerte, por ti.
Así nunca tendrías que tomar la decisión de cortar los medicamentos o no.

Es mi regalo adelantado de bodas.

Gracias por brindarme tu tiempo y cariño.
Sin duda eres lo más hermoso y bonito que me ha pasado en esta vida.

Con demasiado amor tu padre.~

Las lágrimas no paran de salir de mis ojos, no puedo dejar de sentir culpa y responsabilidad.

- Fue su decisión preciosa - tomó mi mano para acariciarla aún con sus grandes y tatuados brazos rodeandome y yo sigo ahogandome en un mar de lágrimas.

- Lo hizo por.... mí - susurré entre sollozos.

-Por su amor hacia ti hermosa, no tienes que sentirte culpable mi amor, hiciste todo por él.

- Ya no está - solté aún llorando.

- Tienes que entender una cosa Fernanda - me tomó de los hombros alejándome de él para mirarme a los ojos - No puedes hacer más, y no pudiste. Hiciste todo lo que estaba a tu alcance, entiéndelo, no puedes hacer más.

Asentí entre sollozos intentando tranquilizarme para que el me vuelva a rodear con sus brazos.

- Tranquila amor - acarició mi pelo para después darme un beso en la frente y acariciar mi espalda - Todo va a estar bien. Tu vas a estar bien, yo voy a estar bien, todos van a estar bien. No te preocupes ¿Sí?

- Sí - respondí con la voz quebrada.

- Ven, que tenemos que dormir, ya es muy tarde.

Me ayudó a levantarme para vestirnos y prepararnos para dormir, aunque las lágrimas no dejen de salir de mis llorosos ojos.

Nos acostamos y el me vuelve a abrazar solo que ahora me junta más a él.

-¿Estás mejor? - acarició mi cabello con su barbilla sobre mi cabeza.

- Sí, gracias amor - exhalé cansada y aún triste.

- ¿De que hermosa? Sí todo esto lo has superado y vengado tú - me soltó un poco para mirarme a los ojos - No tienes nada que agradecerme preciosa.

Lo tomé de la espalda para jalarlo a mí y que nos volvamos a abrazar y el me tomara entre sus brazos de nuevo.

- Ahora duerme, que ya es muy tarde, y tenemos demasiadas cosas que hacer mañana, o querré decir en un rato.

Le sonrío para después esconder mi rostro en su cuello y apoyar mi cabeza en su pecho mientras el me toma de la cintura y de la espalda, tranquilizandome.

- ¿Sabes? La primera vez que nos acercamos estaba llorando por mi padre - solté tocando su brazo.

- Lo sé - dijo con los ojos cerrados para luego abrirlos y mirarme fijamente - Bendito sea tu padre.

- ¿Por qué? - reí y sequé las lágrimas que quedaban en mis ojos.

- Porque si no fuera por el no te hubiera conocido - dijo sonriendome adormilado.

A lo cual yo también le sonreí levemente y lo volví a abrazar.

Quedándome dormida a los pocos minutos con el hombre de mi vida a mi lado.

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Nota de autora :

Holaaaa chicxs, perdónenme por no sacar capítulos tan seguido, pero he estado muy ocupada y con bastantes cosas pendientes.

Gracias por leer, espero que les guste, si tienen ideas comenten y voten por los capítulos que más les hayan gustado.

No olviden seguirme.

Hasta el próximo capítulo 💋💋💋💋

Amor Entre MafiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora