Capítulo 29

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Fernanda Gutierrez:

Su propuesta me sorprendió totalmente pues era lo que menos me esperaba, pero sin duda es mucho mejor que lo esperaba.

Seguimos platicando y cenando solos.

Dieron las diez y media de la noche y decidimos ir a nuestra habitación.

Mientras caminabamos hacia el elevador, encontramos a la recepcionista besandose con un tipo mientras el le agarraba el trasero y ella sólo seguía besandolo. Cosa que a ninguno de nosotros nos importó y seguimos con nuestro camino ignorandolos completamente.

En la propuesta no siquiera había un anillo, lo cual me convenció en qué tenía que decir que sí; pues siempre pensé que dar un anillo era para comprar a la mujer, además que tengo el dinero para comprarme todos los anillos existentes que quiera.

Llegamos al elevador y él presionó el botón para subir a la suite mientras yo veía por el vidrio del elevador la ciudad a oscuras y sólo sentía su mirada sobre mí.

- Ven hermosa - dijo extendiendo su mano para que yo la tomara.

- Voy - dije tomándola.

Caminamos unos cuantos metros y llegamos a la habitación, la cuál Alex abrió y pasamos.

En cuanto cruzamos la puerta de la suite ví un pasillo de pétalos de rosas camino a la cama, en la cual había dos cisnes hechos con toallas besándose.
Y junto a ellos había una nota que decía:

~Pudimos oírlos al pasar por el pasillo y decidimos en representarlos de esta manera~

Alex y yo comenzamos a reírnos mientras dejaba mis cosas en la mesa que había cerca de la cama.

- Saben lo que va a pasar hoy - dijo mientras se acercaba a mi tomándome por la cintura desde atrás.

- Incluso nos escuchan - dije entre risas.

Rió levemente y comenzó a besar mi cuello desde detrás mío mientras acariciaba mi cintura bajando hasta mi cadera.

- Te juro que no podrás caminar por una semana - comenzó a bajar los tirantes de sus hombros mientras ella acariciaba mis manos y apoyaba su cabeza en mi hombro.

- Alex....- dije entre gemidos mientras el tomaba mis pechos entre sus manos y comenzaba a masajearlos.

Empecé a bajar mis manos por su pecho hasta llegar al inicio de su pantalón para empezar a desabrocharlo.

Se notan sus ganas de dejarme sin caminar, pero lograr ese peculiar logro va a ser un poco complicado.

Me volteé y bajé su pantalón mientras él desabrochaba el mío.

Saqué su gran miembro, el cuál aún no se cómo me cabey comencé a masajearlo lentamente mientras el bajaba mi short y desabrochaba también mi body.

Terminó de quitarme por completo el body y comenzó a bajar mis bragas mientras el también se agachaba para hacerlo y mirarme al mismo tiempo.

-¿Qué?- dije sonriendo- ¿Te gusta lo que ves?

- No me gusta... Me encanta... Tu me encantas - dijo levantándose y tomándome por la cintura.

Me tomó por el trasero y me levantó cargandome hasta llegar a la cama y dejarme caer levemente mientras el se ponía sobre mi.

Sus suaves y grandes manos recorrían todo mi cuerpo mentiras lo admiraba con sus negros ojos.

Puso su miembro en mi entrada y comenzó a penetrarme suave al principio pero rudo y agresivo cuando ambos tomamos ritmo.

- Alex...

- Mande hermosa - dijo entre jadeos.

-¿Me amas?...- dije mientras gemía y lo volteaba quedando yo arriba y el sólo miraba mis pechos mientras que con una mano acariciaba uno, con la otra me tomaba por la cadera.

- Demasiado... ¿Y tú a mí?

- Mucho más de lo que te podrías imaginar - sólo sentía como un excelente orgasmo se acercaba más y más a mi cuerpo.

Lo cual el también notó por lo que aumentó la velocidad.

- Ahhh - gemí mientras apretaba sus hombros y rodeaba su cadera con mis muslos.

- Tus gemidos son hermosos, pero me gusta más saber que yo soy el que los provoca.

- Y él único que lo hará.

Una oleada de placer recorrió mi cuerpo mientras gemía y él gruñía de vez en cuando y unos segundos después él también se vino.

Fueron varias veces las que lo hicimos, y parecía que nunca se va a cansar de hacerlo conmigo, incluso haciendolo tantas veces al día.

Al terminar oficialmente se tumbó a mi lado y me miraba a los ojos fijamente mientras acariciaba mi cintura.

- Eres tan bella - dijo subiendo su mano hacia mi pómulo acariciándolo.

- Ya me lo han dicho - dije sonriendo.

- Lo sé - dijo riéndose levemente para luego besarme - Y cualquiera que te diga eso tiene mucha razón.

Sólo le sonreí y lo abracé tomándolo por la espalda acercándome más a él.

- Duerme hermosa, ya es tarde y salimos temprano por la mañana.

- Sí amor - dije y él puso la ligera sábana sobre nosotros y volvió a abrazarme y juntarme a el.

A los pocos minutos pude sentir como el se fue quedando dormido y comenzó a roncar levemente.

Sé que es cansado lidiar conmigo, y más si follamos a cada rato y por tanto tiempo.

Yo también estoy cansada, pero verlo me da tanta paz que no puedo dejar de hacerlo hasta que me quedo dormida yo también.

Es como un angelito dormido, aunque no tiene nada de angelito despierto.

- Ya duérmete- dijo y salté un poco porque pensé que estaba dormido - Se que soy guapo pero tampoco exageres.

- Es muy difícil no exagerar contigo amor, y más si te haces el dormido, que buen actor eres por cierto - dije entre risas y el me abrazó más fuerte dándome una pequeña nalgada, a lo cual yo mordí levemente mi labio inferior.

- Ven- dijo abriendo sus brazos más para que literalmente estuviéramos muy pegados y enredados por las piernas.

Yo me acerqué a él y el empezó a besar mi cuello y cara mientras acariciaba mi cuello y nuca.

- ¿No dijiste que me durmiera? - dije riéndome.

- Sí - dijo bajando sus manos hacia mi abdomen haciéndome cosquillas y yo comencé a reírme como desquiciada.

- Aleeeex - dije entre risas y jadeos - Ya para que me voy a mear - no podía evitar reírme.

- Bueno - dijo soltandome y abrazándome mientras besaba mi cabello y acariciaba mi hombro - Que bonita risa tienes.

- Eso no es cierto - dije aún riéndome y el me miraba sonriendo - Mi padre dice que me río como Shrek.

- Eso no es cierto, tu risa es peculiar, pero muy hermosa - dijo riéndose un poco - Ya ven que tenemos que dormir hermosa, ya es muy tarde.

- Cómo diga jefe - dije en un modo burlón y sarcástico mientras me seguía riendo y un poco y el también.

- Descansa hermosa.

- Tu también cariño.

Cerré los ojos y a los pocos minutos quedé completamente dormida al igual que él.

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Nota de autora:

Perdón por tenerlas tan abandonadas, he tenido muchas cosas que hacer, pero este fin intentaré sacar la mayor cantidad de episodios.

Gracias por las lecturas.

Nos vemos hasta el próximo capítulo.

Besoooos 💋

Amor Entre MafiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora