Capítulo 27 (+18)

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Fernanda Gutierrez:

El terminó de quitarse los pantalones y la camisa, quedando en boxer, el cual yo baje mientras me sentaba sobre las rodillas agachándome.

El tomó mi cabello y yo tomé su gran miembro entre mis manos mientras el gruñía de vez en cuando por el placer.

- Das muy buenas mamadas para ser las primeras que haces - dijo mientras yo sacaba y metía su miembro de mi boca y lo masajeaba.

- ¿Tantos halagos me merezco?- dije sacando su pene de mi boca y mirando fijamente sus negros ojos.

- No te imaginas cuántos hermosa- dijo y acarició mi pómulo mirándome desde arriba mientras yo jugaba con sus testículos y volvía a introducir su miembro en mi boca y el sólo gruñía de vez en cuando.

Sentí como su orgasmo se acercaba cada vez más por lo que aceleré mis movimientos dejando salir su esperma en mi boca y pechos.

Tomé lo que había caído en mis pechos y lo coloqué en mi boca saboreando todo su sabor.

El me levantó y besó tan apasionadamente saboreando lo mismo que yo.

Me cargó y llevo hasta la cama para dejarme caer recostada en ella.

Abrí las piernas dejando ver mis bragas mientras me recargaba sobre los antebrazos y sentía una mirada llena de lujuria sobre mí.

- Que lástima que eso tape tanta belleza - dijo señalando mis bragas mientras se acercaba más y más a mí.

- ¿Por qué no las quitas entonces?- dije mientras movía las piernas y le coqueteaba.

- Eso ya lo tenía más que pensando - dijo y de repente me quitó las bragas dejándome completamente desnuda.

-¿Te gusta lo que ves ?- dije mientras el se recargaba en mi y yo sonreía al igual que él.

- Me encanta - dijo y puso su miembro en mi entrada despacio - ¿Lista?

- Claro.

De repente metió su enorme miembro en mi mientras yo solo jadeaba.

Somos el uno para el otro, nuestros cuerpos incluso parecen entenderse completamente.

La manera tan dulce con la que me toca, pero tan ruda con la que me penetra.

En verdad lo quiero, y no de una mala manera, bueno, no mala para él, pero para mí puede salir muy mal, lo cual espero que no suceda. No como él.

- Me voy a venir hermosa ...- dijo entre gruñidos unos minutos después de comenzar mientras se apoyaba con sus manos en el colchón y yo tenía mis piernas sobre su cadera gimiendo.

- Y...yo también Alex.....- dije jadeando.

No paró hasta que ambos llegamos al climax juntos mientras nuestras manos estaban unidas al igual que nuestros cuerpos.

El se quitó de encima mío y se recostó a mi lado mientras acaricia mi cintura y me mira fijamente a los ojos.

- Tengo que ir a Rusia - dijo y mientras tomaba mi mano con las suyas.

- Lo sé - dije un poco desanimada.

- Я не могу вернуться без королевы рядом со мной.

(No puedo regresar sin una reina a mi lado)

Apenas esas palabras salieron de su hermosa boca me sorprendí.

- Так когда ты поедешь?

(¿Entonces cuándo irás?)

- Cuando oficialmente seas mi reina, y la reina de mi imperio.

-¿No tenías que ir mañana?

- No hermosa, solo lo dije para mantener a mis enemigos atentos en mi terreno para asustarlos un poco - sonreí y me mordí levemente el labio.

- Siempre astuto - me acerqué para besarlo y él me jaló por la cintura.

- Pero tu tienes que ir a Italia ¿No?

- Tenemos, querrás decir - dije y rodeé su nuca con mis brazos - Por eso estaba preocupada de que te fueras a Rusia.

- Ya veo - dijo y me volvió a besar - Iremos juntos a Italia, no hay de que preocuparse hermosa.

- Sí cariño, ¿Qué hora es?- pregunté mientras me acurrucaba en su pecho.

- Son las siete cuarenta- dijo mientras acariciaba mi cabello - A las nueve es nuestra reservación.

- ¿Nos bañamos juntos? - dije mientras acariciaba su marcado abdomen.

- Por supuesto, ¿Cómo podría rechazar esa oferta?- dijo y yo me iba levantando mientras el hacía lo mismo. Caminó a mi lado de la cama mientras yo estaba sentada frotando mis ojos.

-¿Qué haces amor?- dije mirándolo desde abajo.

- Nada- dijo y me empujó suavemente a la cama para luego cargarme en sus tatuados y musculosos brazos hasta el baño.

- ¿Para que me cargas precioso?- dije mientras me reía por lo que acababa de hacer.

- Sólo intento ser romántico - dijo riéndose mientras me colocaba sobre el lavabo para abrir la llave de la regadera.

- Para nada se te da - dije aún riéndome.

- Lo sé, pero al menos lo intento - dijo también riéndose - Ya está lista el agua.

- Bueno - en cuanto traté levantarme del lavabo el vino por mi y me volvió a cargar, pero ahora tomándome por los muslos y el trasero, mientras yo me reía por lo que hacía Alex para complacerme - Eres todo un encanto.

- Claro - dijo riéndose sarcásticamente.

- En serio lo eres - dije mientras el entraba a la regadera conmigo encima y acariciaba su bonito rostro.

- Ya deja los halagos - dijo mientras se reía y el agua empezaba a correr por mi cuerpo.

-¿Qué tiene?
Sí a ti te encanta decírmelos - dije riéndome levemente.

- Entonces sí soy romántico - dijo mientras me apoyaba contra la pared y empezaba a besar mi boca.

- Lo admito, un poco sí - dije sonriendole inocentemente.

El sólo rió y fue bajando sus suaves labios por mi cuello hasta mis pechos, con los cuales jugaba mientras que con la otra mano apretaba mi trasero de vez en cuando y yo sólo jadeaba.

Comencé a sentir algo justo debajo de mi vagina palpitar.

- Ya no aguanto- dijo entre jadeos mientras su cabello no dejaba ver su bella cara.

- Entonces hazlo, no sé que esperas - dije apartando su oscuro cabello de su rostro y el alzaba su mirada para verme fijamente a los ojos.

Apoyó una de sus manos en la fría pared mientras que la otra me sujetaba por el trasero.

De un momento a otro su gran miembro estaba penetrandome lentamente al principio, pues la primera vez lo mete despacio por el tamaño y grosor.
La velocidad aumenta cuando alcanzamos un particular ritmo.

Se acercó a mi apoyando su cabeza en mi hombro y yo hice lo mismo con el suyo mientras lo tomaba por la espalda y gemía.

- Eres perfecta....- dijo susurrando cerca de mi oído mientras aumentaba cada vez más la velocidad.

- Tu eres perfecto...- dije entre jadeos y gemidos y el río levemente.

Amor Entre MafiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora