Capítulo 31

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Alexander Volks:

En cuanto llegamos Charlie se bajó rápidamente al igual que Arca para abrir nuestras puertas.

- Gracias - ambos dijimos al salir de la camioneta y ellos sólo asintieron.

-¿Por qué siempre nos quedamos en tus mansiones? - preguntó Fer acomodando su blusa y hasta ahora había notado lo mucho que mostraba.

- Porque son más seguras.

- Eso no es cierto - dijo caminando hacia la casa viendo una cámara - Las mías hasta tienen gente 24/7 vigilando.

- Las mías también - dije y señalé a mis hombres sobre una torre.

- Yo no necesito una mansión para que me estén cuidando - dijo y se dió la vuelta para luego señalar unos pequeños destellos de luz, que eran sus hombres desde el bosque vigilandonos.

Me sorprendí pero me dió un poco de gracia que siempre estuviera alerta.

- Anda - dije tomando su mano para empezar a caminar - Entremos.

Ella asintió tomando mi mano para caminar hacia la mansión.

- Hola guerrera - dijo su padre el cuál cada vez se ve peor.

- Papá- dijo acercándose lentamente y abrazandolo de una forma delicada - Hola Sergio- dijo soltando a su padre para luego abrazar a Sergio el cuál se veía preocupado.

- Hola Fer - dijo abrazándola también pero viendo mi cara de celos.

- Hermano - dije también abrazándolo cuando Fer se retiró, lo solté y me acerqué al padre de Fer- Rafael ¿Todo bien?- susurré acercándome para darle un pequeño abrazo mientras Fer estaba un poco distraída viendo su teléfono porque comenzó a sonar.

- Desgraciadamente no mijo - dijo desanimado - Pero no quiero que mi niña se preocupe.

- Entiendo - dije separándome y apretando su mano.

- ¿Que vamos a comer?- dijo Fer sonriendo.

- ¿Tienes hambre niña?- preguntó su padre riendo.

- Mucha - respondió Fer haciendo pucheros mientras sobaba su abdomen el cuál rugía.

- Ya escuché - dijo Sergio también riendo.

-¿Qué quieres cenar?- le pregunté pues sabía que Rafael y Sergio ya habían cenado.

- Ustedes ya cenaron ¿No? - dijo Fer viendo el refrigerador.

- ¿Cómo sabes?- preguntó su padre levantando una ceja.

- Lo sé todo pa- dijo sonriendo mientras cerraba el refrigerador - ¿Qué comen aquí si no hay nada?

- Normalmente salimos a cenar - dijo Sergio por mí - Si quieres podemos hacer eso.

- La verdad no se me antoja - dijo sacando un vaso del estante, no sé cómo sabe dónde está todo - Peeero.

-¿Pero qué?- pregunté acercándome a ella.

- Podemos salir y pedir para llevar - dijo sonriendo. Dios que hermosa se ve, su sonrisa es hermosa y sus perfectos dientes con su labial rojo vino.

- Bueno - dijo Sergio mientras yo la tomaba por la cintura para besarla.

Nos empezamos a besar y sentimos las miradas de Sergio y Rafael sobre nosostros, aunque cuando los volteamos a ver estaban sonriendo.

-¿Qué?- dijo Fer apenas alejándose de mí.

- Nada, nada hija- dijo riendo agarrándose de un taburete para sostenerse.

Fer río y me volvió a besar, y yo gustoso se lo seguí, su boca se empezó a abrir y sin pensarlo metí mi lengua en ella hasta sentir la suya.

Amor Entre MafiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora