Deleite 🔥

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Pete se despertó sintiendo los brazos de su esposo alrededor de su cuerpo, la maravilla de sentirlo recuperado no tenía precio, le había dado un terrible susto. Siguió fingiendo que estaba dormido, pero al parecer Vegas se dio cuenta de sus intenciones porque le dijo: - Se que estás despierto. –

Pegó su rostro al pecho de Vegas y respiró su aroma masculino. – Entonces déjame quedarme asi por un momento. –

Pasaron los minutos mientras Pete pasaba abrazado a su esposo, respirando su aroma. – Pete... Pete... - Vegas lo llamó varias veces.

- Me diste un susto terrible, casi no podía respirar al pensar que podrías no haberte recuperado. Vegas no vuelvas a hacerme esto. – Pete le dijo con su cara aún en el pecho de Vegas.

- ¿Te preocupé? – Vegas sonaba sorprendido.

- Por supuesto que me preocupo, eres mi esposo. –

- ¿Solo por eso? – Pete permaneció en silencio un momento hasta que levantó la vista y notó la mirada anhelante de Vegas.

- No, no solo por eso Vegas, creo que estoy empezando a amarte y eso me confunde. –

- ¿Qué quieres decir? – Al principio el rostro de Vegas se iluminó, pero con la última frase también se veía confundido.

- Todavía tengo que ordenar mis sentimientos, es posible que el que casi te pierda me haya hecho darme cuenta de lo importante que eres para mi y no se... -

- ¿Pete? – Vegas lo llamó.

- ¿Umm? –

- Yo también te amo. – con esa declaración el corazón de Pete se aceleró y Vegas tomó su barbilla entre sus dedos y levantó su rostro para poder besarlo, al principio sería un beso casto, de anhelo, pero después se fue haciendo más intenso al punto que Pete necesitaba aire, pero no le importaba, no con lo que la lengua de Vegas le estaba haciendo a su boca, necesitaba ese beso.

Vegas fue deslizando su mano lentamente por su mejilla hasta su cuello, cuidadosamente fue acariciando con esa mano su hombro hasta su codo, tomó su mano y la llevó a su cuello de modo que ahora Pete abrazaba a vegas.

Fue bajando nuevamente su mano de su cintura donde se detuvo un momento mientras su lengua jugaba con el borde de su labio inferior. Llevó su mano por su cadera, por toda su pierna hasta sostener la parte de atrás de su rodilla, sujetó y subió esa pierna para colocarla en su propia cadera. Ahora Pete abrazaba a vegas con un brazo y una pierna, mientras los dos se besaban con pasión recostados en su cama.

Hasta que Pete recordó que Vegas seguía herido. – Ummm Vegas... -

- Pete... - Suspiró Vegas.

- Estás herido. –

- No me importa... - Vegas continuó besando ahora su cuello y Pete quería de verdad entregarse al deseo que estaba sintiendo en ese momento, pero Vegas no se había recuperado del todo.

- Vegas en serio vas a reabrir tus heridas... ummmmm.... – Al parecer había dado en un punto sensible porque le hizo soltar un gemido que ni el mismo sabía que podía.

- Pero se que te gusta, además me dijiste que querías bebés, bueno vamos a por ello... - Vegas continuó su asalto y soltó el cordón de su bata de dormir. – ¿Has llevado solo esto todo el tiempo? –

- Ujummm... No he tenido tiempo de... usar ropa apropiada por estar... pendiente de ti... Ahhhh... - Esa frase detuvo a Vegas.

- ¿Has andado por la casa llena de alfas solo con esto? – la desnudez de Pete nunca había sido un problema porque solo bajaba unos minutos a la cocina a comer y luego volvía a la habitación para cuidar de su esposo. Nunca pensó en cambiarse de ropa y solo le preocupaba estar cómodo para tumbarse en cualquier rincón y no molestar a Vegas que dormía en la cama.

BODAS DE ODIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora