BODAS DE ODIO

Calumnias. [Especial ChanBig]

Big esperaba en la oficina de Vegas, estaba muy nervioso, sus manos temblaban y su rostro estaba pálido por tener que revivir aquella época de su vida.

Había dejado todo atrás, había seguido su camino y olvidado todo el daño que la familia de Pete le había causado, no guardaba rencor, incluso cuando le quitaron lo que más había amado.

Sin embargo, Pete siempre fue amable y cariñoso, de haber estado presente en ese momento también habría sufrido y daba gracias a Dios que justo en esa época había comenzado sus estudios en el extranjero.

Pero Chan era otra historia y era momento de enfrentar al cretino que estaba estaba extorsionando a su propio hermano, no podía creer en la persona en la que se había convertido, sin valores ni principio, lejos de aquel hombre al que una vez había amado y adorado. A quien le había entregado todo, su primer amor y su primera vez.

- Oh ¿En serio no hay nadie en esta casa? - la fría voz lo dejó paralizado recordando que esa misma voz antes tenía la capacidad de ponerlo de rodillas.

- ¿Buscabas a alguien? - dijo de la misma forma fría. Tenía que recordarse que ya no era el niño enamorado y necesitado de amor de este alfa.

- Oh si a mi hermano. - La voz de Chan aún le causaba escalofríos y si se acercara mas podría reconocerlo.

- No esta, salió con su esposo. - Big hizo un gesto de indiferencia y se acercó a Chan despacio hasta que el reconocimiento lo golpeó en la cara como un tren a alta velocidad. Si, esa satisfacción nadie se la quitaría.

- ¿Big? ¿Que...? ¿Que haces aquí? - Chan abrió los ojos como platos. - ¿Estas...? -

- ¿Diferente? Creí que jamás me reconocerias. - Con una sonrisa sarcástica Big se fue alejando poco a poco, mejor mantener la distancia.

- Tu olor lo reconocería donde fuera. - Chan aún estaba sorprendido.

- Claro, porque eres el único que puede percibirlo. - el rostro de Chan se volvió serio y sombrío.

- No seas injusto, eramos unos niños. -

- No, yo era un niño, tu sabías muy bien lo que hacías. -

- Tus feromonas... -

- ¡No te atrevas a culparme! - Big empezaba a indignarse.

- Por supuesto que no, quiero decir... Que tus fermomonas no las podría haber resistido ni aunque quisiera. Eramos pareja destinada. -

- Tu mismo lo has dicho, eramos. - Big fue al bar y se preparó una copa de las bebidas que sabía que Vegas se guardaba ahí. Si iba a continuar esta conversación, necesita alcohol en su sistema aunque no le hiciera efecto, al menos el sabor amargo le calmaría la hiel en su corazón de volver a encontrarse con este hombre.

- Big... - Chan intentó acercarse.

- No te acerques o te juro que no respondo. - Big levantó la copa y bebió.

- No estoy aquí para recordar el pasado, quiero hablar de lo que le estás haciendo a tu hermano. - Big puso un alto desde ya o ese paseo por sus recuerdos iba a salir muy mal.

- ¿Qué quieres decir? - Chan se miraba molesto. - ¿Te dijo algo? -

- Se todo desde el principio y se lo que le estas haciendo ahora, debes parar. - Amenazó Big.

- O si no ¿Que? - Chan intentó acercarse nuevamente, pero Big nuevamente se alejó con la excusa de buscar otro trago.

- No bebas, no me gusta. - le dijo Chan.

- Me importa un carajo lo que no te guste. Deja en paz a tu hermano y vuelve con tu madre. - Eso último casi lo escupió por todo el resentimiento que tenía hacia la madre de Chan.