Fuego en la sangre.

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Pete estaba desconsolado, la mordida ardía, pero el dolor más profundo era en su corazón, su alma había sido ligada a la de Vegas a la fuerza. Sabía que eventualmente se unirían, pero hacerlo de esta manera le dolía.

Todos sus miedos se desataron en cuestión de horas, esta mañana Big le había dicho que arreglaría sus asuntos con su hermano, cuando llegó éste se había ido y ahora Vegas estaba furioso, alguien le había dicho toda la verdad o una verdad a medias.

En su vida solo había pertenecido a un hombre y este era su esposo, Vegas había malinterpretado todo, dejar que Kinn se quedara aquí por mucho tiempo había sido un error que ahora estaba pagando caro.

Levantó su rostro con lágrimas hacia Vegas, su esposo a quien amaba más que a nadie, que ahora lo veía con odio y repulsión. No podía soportar esa mirada. Rompió a llorar más fuerte.

- ¡Deja de llorar! Sal de mi casa, no quiero verte más. - Vegas lo tomó del brazo y lo arrastro hacia la sala común.

- Vegas por favor dejame explicarte. - Pete suplicaba, era todo lo que le quedaba. Suplicar.

- ¡Basta! No caeré en más mentiras, me hasta mentido desde el principio. Te irás antes que pida para ti la retribución. No mereces menos. - Vegas de verdad estaba furioso.

Todos estaban abajo en la sala común, al escuchar el escándalo arriba, se reunieron esperando curiosos. - ¡Arm! Prepara un carruaje Pete se irá hoy mismo. - todos estaban quietos por miedo a hacer o decir algo que empeorara todo.

- ¡Rápido! ¡Fuera todos! - con un último grito todos se dispersaron y Arm fue a por Pete, quien fue arrojado sin ninguna compasión al suelo.

- Dejame ir por tus cosas. - dijo Arm, pero Vegas interrumpió.

- No llevará nada, se irá asi como llegó. - y con eso se encerró en su oficina.

Pete lloraba, Arm trataba de calmarlo, pero era inútil y nadie sabía que pasaba en realidad.

Big llegó en ese momento. - ¿Que ocurrió? -

- No se, Vegas esta como loco y echó a Pete. - respondió Arm.

- B él lo sabe todo, alguien se lo dijo. - dijo Pete entre llantos.

- Ese seguramente fue Kim, perdón Pete no pude detenerlo a tiempo. - B su gran amigo se disculpaba, pero lo hecho, hecho está. Ahora solo le quedaba afrontar lo que se venía.

Con la poca dignidad que le quedaba se puso de pie y le pidió a Arm que le preparara el carruaje, no podía quedarse aquí por mas tiempo y Vegas no escuchaba. Al menos había tenido compasión y no lo había castigado como adultero por todo esto.

En el carruaje de camino a su casa familiar, Big lo acompañaba, sus pensamientos giraban en torno a todo lo que había pasado este día.

- B no tienes porque acompañarme, no fue tu culpa. - le dijo a su amigo.

- Lo se, pero debí haber detenido a mi jefe. Al menos una advertencia. - Pete entendía, pero...

- ¿Sabes que te encontraras con mi hermano? No se que pasó entre ustedes y no quiero molestarte. - Pete en serio agradecía a Big por acompañarlo, pero eso también le traería problemas.

- ¿En serio no imaginas lo que pasó? - Big preguntó con la mirada hacia la ventana. Pete negó con la cabeza.

- No es una historia bonita... - Big le contó toda su historia y Pete con cada segundo que pasaba se le revolvía el estómago, no sabía si odiar o que sentimiento tener contra su progenitora.

BODAS DE ODIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora