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━━━━━━Podía sentir la música ensordecer sus oídos, el calor invadía su cuerpo como si de una enfermedad se tratase.
Intentado proveer un poco de aire, agitó sus manos hacia su rostro, acto que fue en vano, sin embargo, su mejor aliado fue aquel whiskey que brindó unos momentos de frescura.La multitud bailaba con frenesí, miraba a aquellos hombres deseosos por tocar el cuerpo de sus acompañantes, desde lejos, podía sentir la lujuria de estos, tratando de asegurar una noche de pasión. Aquello se había vuelto un hobbie, tratar de adivinar cuánto sería el tiempo que durarían aquellos hombres, dejando insatisfechas a sus acompañantes, algo que lo hizo reír.
Sus ojos se movieron alrededor del lugar, no se perdía de mucho, simplemente todo era lo mismo, como cada noche, hombres intentando coquetear con mujeres, o consiguiendo prostitutas para pasar el rato.
Hasta que su vista se detuvo, podía sentir una sensación extraña en el cuerpo. Sus ojos continuaron observando de lejos, aquello le resultaba extraño, cada noche sabía quiénes entraban y salían, por lo que ver una cara totalmente desconocida, le hizo creer que aquella noche, tenía algo en especial.Sin perder el tiempo, tomó un último trago de su whiskey, sintiendo la amargura de este invadiendo su cavidad bucal y emprendió su camino.
— Hola, Javi. Hace tiempo me tienes muy abandonada — mencionó una mujer de la vida galante, acariciando su pecho con sensualidad, cerrándole el camino.
— Lo siento, Gloria. Ahora no puedo — expresó con ligera molestia, sin perder de vista a su objetivo.
Javier sabía de buena fuente que aquel sitio era frecuentado por los hombres de Pablo Escobar, y lo que más necesitaban era información.
Tal vez aquella noche, resultaría beneficiosa para este, por lo que no podía dejar pasar aquella situación.— Oh, vamos, papi... — comentó burlesca, intentado besar sus labios, acto que Javier hubiera correspondido, de no ser por la situación.
— ¿Quién es ella? — preguntó señalando levemente e intentando safarse de su agarre.
— Ah... — Javier no pudo pasar desapercibido aquella reacción —Supomgo que Cata, es una niña nueva. Tiene poco tiempo aquí — comentó mientras besaba el cuello de este — se siente intocable, solo porque altos mandos la protegen — Javier la miró atenta — puede darse gusto de escoger a los clientes. ¿Puedes creerlo? Solo es una niñata estúpida con privilegio— el pelinegro besó a la muchacha para silenciarla, sin embargo, no podía despegar la mirada de aquella mujer desconocida.
— ¿Quién la protege? — preguntó con interés.
— Si quieres más información, tendrás que pagar...
— comentó esta recorriendo su cuerpo — y no con dinero.— Lo siento, preciosa pero estoy ocupado — con rapidez, este se deshizo de su agarre.
Caminó entre la multitud, tratando de encontrar a aquella mujer desconocida.
Podía escuchar los comentarios de aquellas mujeres que indecorosamente pedían un tiempo con él, este simplemente reía mientras calaba de su cigarrillo.Pudo identicarla, la mirada de esta reflejaba cierta tristeza, o al menos eso podía percibir.
Un hombre de alrededor sesenta años, acariciaba su mejilla mientras esta sonreía falsamente.
Javier no pudo evitar dejar de mirarla, cada movimiento que esta hacía. Desde la forma en que sus ojos parecían encogerse tras su sonrisa o la forma en que su pecho se contraía al respirar. Era alguien demasiado atractiva, algo que evidentemente Javier no podía negar.Sus sentidos se dispersaron al ver que esta había posado sus ojos en él, frunciendo levemente el ceño, como si tratara de descifrar su mirada. Tragó en seco. Esta sonrió de una manera seductora, algo que Javier sintió agradable, por lo que no pudo evitar ensanchar el pecho.
— Temo decirte que ella no está disponible
— mencionó una voz desconocida, Javier se guió de aquella voz, revelando a una joven pelinegra, tal vez fue el tono de voz de esta que lo cautivo, o sus ojos mezclados en colores claros.— ¿ Cata, por qué no está disponible? —
Preguntó Javier, algo que la joven al oír no pudo evitar reír.— ¿Qué te han dicho de Cata? — preguntó mientras extendía un vaso de alcohol hacia él.
— Que es nueva y que es quisquillosa con los clientes, o algo por el estilo — rió de nuevo, Javier la miró confundido.
— Jodidas perras — mencionó suspirando pesadamente — Solo hablan por hablar. No las culpo. Pero... lamento desilusionarte...
— Javier — El castaño habló ante el silencio de esta, algo que agradeció con una sonrisa.
— Javier — no pudo evitar sentir un escalofrío al escuchar su nombre —
ella es Paola, es nueva y sí, ya veo por qué dicen aquello — Javier no pudo evitar mirar a ❝ Paola ❞.— ¿Quién es Cata, entonces? — Preguntó antes de tomar un trago.
La joven sonrió antes de tomar un largo trago. De nuevo Javier sintió aquel escalofrío en su cuerpo, solo que aquella vez, le había resultado algo agradable, por lo que no pudo evitar dejar de mirarla.
— Catalina García — mencionó con una sonrisa — pero prefiero que me digan Lina, en vez de Cata — extendió su mano hacia él.
Javier pareció comprender aquello, tal vez fueron las drogas y el alcohol, que Gloria confundió a ambas chicas, aunque no podía juzgarlas, eran parecidas.
No pudo evitar reflexionar. El apellido de la joven le resultaba bastante familiar, sabía que, en múltiples ocasiones había escuchado ese apellido en la agencia pero en ese momento, su mente parecía no relacionarlo con absolutamente nada.
— Javier Peña — mencionó con voz grave, algo que le pareció divertido a Lina, antes de estrechar sus manos en un cordial saludo.
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𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙀𝙑𝙄𝙇 ── 𝘑𝘈𝘝𝘐𝘌𝘙 𝘗𝘌Ñ𝘈
Fanfiction❝ 𝘈𝘮é 𝘺 𝘢𝘮é 𝘺 𝘵𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘥í. ❞ ━━━━━━━━━━━━━━ 𝘘𝘶𝘦𝘳𝘦𝘳 𝘺 𝘢𝘮𝘢𝘳 𝘴𝘶𝘦𝘭𝘦𝘯 𝘶𝘵𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘪𝘯ó𝘯𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘧𝘦𝘳𝘪𝘳𝘴𝘦 𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘭𝘢 𝘥𝘪...