𝟮𝟱. 𝗟𝗔 𝗢𝗦𝗖𝗨𝗥𝗜𝗗𝗔𝗗

663 69 12
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- cariño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- cariño... — mencionó Javier al mirarla en su habitación - ¿Quieres desayunar algo? - preguntó desde la puerta.

Esta lo miró luego de unos segundos antes de asentir, el pelinegro sonrió mientras con la cabeza le indicaba que lo acompañara.

Despertar luego de un coma podía volver inestable a la persona, pasar días completos sin poder moverse o hablar parecía sencillo pero no recordar nada le hacía querer gritar.
A pesar de que Javier le había mencionado parte de su vida, no podía evitar sentirse ajena a ello. Tal vez era su mente, tratando de esforzarse para recordar lo que había sucedido, que la volvía tan vulnerable y no podía evitar perder el control de sus propias emociones.

Esta miró hacia la ventana, observando los autos pasar y el ruido en las calles, suspiró cansada antes de levantarse y miró con nostalgia el anillo que Javier había colocado en su dedo anular, como símbolo de su matrimonio.

- Este anillo era de mi madre - Comentó este con una sonrisa mientras tomaba su mano - Y debe volver a donde pertenece - murmuró, deslizándolo a lo largo de su dedo
- junto a la persona que amo - Finalizó antes de besar el dorso de su mano. La chica sonrió levemente, sintiendo un leve dolor en el pecho, por no volver a sentir aquella emoción como con aquel beso.

Aunque deseaba con toda su alma poder recordar algo, por lo más mínimo que sea, todo parecía ser en vano.

- Buenos días, cariño - mencionó este con una sonrisa mientras se acercaba a ella y besaba gentilmente sus labios. La chica sonrió - No sabía que querías desayunar, así que, preparé un poco de todo - confesó riendo - ¿Dormiste bien? - preguntó interesado - ¿Tuviste algún dolor o algo? - su rostro se encontraba levemente contraído, aquella preocupación le agradó a la pelinegra.

- No han habido muchos cambios - expresó con desánimo - Todo sigue igual, justo como el primer día, Javier.

Aunque no quería ser pesimista, nada parecía mejorar. Sin embargo, no podía evitar sentirse agradecida ante cada una de las atenciones que el pelinegro había tenido con ella.

𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙀𝙑𝙄𝙇 ── 𝘑𝘈𝘝𝘐𝘌𝘙 𝘗𝘌Ñ𝘈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora