𝟯𝟰. 𝗗𝗨𝗟𝗖𝗘𝗦 𝗥𝗘𝗖𝗨𝗘𝗥𝗗𝗢𝗦

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Un extraño escalofrío recorrió su cuerpo al entrar al hogar de Javier

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Un extraño escalofrío recorrió su cuerpo al entrar al hogar de Javier.

Habían pasado tan solo siete meses desde que ambos tuvieron que abandonar lo que amaban para poder sobrevivir.

— ¿Todo bien? — preguntó este mientras dejaba algunas maletas en el pasillo.

— ¿Aquí...? — preguntó la chica, inspeccionando cada rincón del lugar.

Javier asintió. A pesar de aquel momento, Lina aún se mantenía distante y aunque no deseaba, respetaba la decisión de esta.

— ¿Quieres ir a la habitación? — preguntó con cierta incertidumbre. La chica negó con la cabeza.

— Creo esto es lo último... — mencionó Steve, seguido de una mujer rubia junto a una bebé en brazos — Lina. Ella es Connie y ella, la pequeña Isabel — mencionó, señalando a cada una.

La chica se acercó a estas, saludándolas con un abrazo. Le parecía irónico que ambas tuvieran nombres similares, preguntándose, si aquel nombre Javier lo había tomado de la pequeña.

— ¿Puedo? — preguntó con una sonrisa. Connie asintió mientras se la entregaba. Esta, algo temerosa la envolvió en sus brazos, esperanzada de que la menor no llorara.
Para su sorpresa, la pequeña Isabel se encontraba maravillada con ella mientras Javier las miraba desde su sitio.

Una sonrisa apareció en ambos, lo que ocasionó que se miraran entre sí, no hacían falta las palabras, Javier era consciente de la adoración que Lina tenía por los niños pequeños y eso, sin duda le hacía bien a su corazón.

Al pelinegro le alegraba aquel momento, por lo que, con autorización de Steve y Connie, lo plasmó en una fotografía. Este sonrió nuevamente antes de mirarla.

— ¿Cómo sigues luego del accidente? — preguntó Connie mientras las tres chicas se sentaban en el sofá.

— Bien... solo aún no puedo recordar mucho. Solo pequeñas partes — confesó.

— Creo que te haría bien algo de compañía, ¿no crees, Connie? — propuso Steve, ocasionando que Lina dejara de jugar con Isabel — No puedes salir a las calles cuando Pablo te está buscando. Y no nos arriesgaremos a que algo más te suceda. Bastante nos estamos arriesgando al traerte aquí.

𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙀𝙑𝙄𝙇 ── 𝘑𝘈𝘝𝘐𝘌𝘙 𝘗𝘌Ñ𝘈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora