El ambiente era tan ameno y cálido, tal vez porque las manos pecaminosas de Javier recorrían el cuerpo de Lina a merced.
Los gemidos de la chica eran música para sus oídos mientras que la forma en la que su cuerpo se contraía, le aseguraba a Javier que lo disfrutaba tanto como él.
— Javier... — murmuró mientras este la miraba tan profundo. Con lentitud se despojó de su camisa, revelando su cuerpo tonificado, lo que provocó un suspiro por parte de Lina, quien lo miraba con suma delicadeza y detalle.
Las manos de Javier se centraron en el rostro esta. Su nariz rozaba con lentitud su piel, haciendo un camino a lo largo de su cuello mientras dejaba besos húmedos a su paso.
Javier no pudo evitar tensarse al sentir las manos de Lina acariciar su espalda — Javier... — gimió de nuevo, al sentir sus manos acariciar por encima de la tela. Este sonreía gustoso, aquello era una sensación nueva — Por favor... — imploró mientras lo miraba con aquellos ojos que tanto le parecían atractivos.Este besó sus labios, sintiendo la textura y hambre que ambos tenían, la forma desesperada en la que sus cuerpos se buscaban para tratar de saciar lo que tanto pedían a gritos.
Javier no perdió el tiempo, se separó de Lina por un momento mientras tomaba la hebilla de su cinturón y con lentitud lo retiraba. Por su parte, la chica lo miraba con ambos brazos apoyados en la cama para tener una mejor vista.
Javier se desesperó al sentir su mirada, tan penetrante y tan vivaz, la forma en la que sus ojos lo llamaban, le hacía enloquecer.
Tal vez para Javier lo más atractivo fue mirarla recorrer su cuerpo ante su ausencia, le agradaba la libertad que esta tenía sobre su cuerpo.
El pelinegro cerró los ojos al escucharlo gemir, algo que lo volvió completamente loco. Con rapidez, se deshizo de su vestimenta, dejando al aire su virilidad que pedía a gritos su liberación.Las manos grandes de Javier tomaron las piernas de Catalina para acercarla a él, esta sonrió ante su desesperante tacto, por lo que con lentitud, separó las piernas, sin dejar de mirarlo. El rostro de Javier se tensó al ver aquello, pero la lencería negra robó por completo su atención, por lo que antes de que la chica pudiera decir algo, este se encontraba deslizando sus bragas para luego arrojarlas a otro sitio.
El cuerpo de Lina cayó por completo en la cama, perdiéndose entre las blancas y suaves sábanas, para Javier aquella imagen le parecía el paraíso y ella lucía exactamente como un ángel.
El pelinegro pasó sus dedos a lo largo de su cuerpo, descendiendo poco a poco hacia la zona delicada de la chica, esta no pudo evitar suspirar. En un acto desesperado, Javier acercó su rostro hacia su piel, haciendo a un lado el sostén a juego, acariciando con sus dedos y rozando sus labios contra sus senos. Su lengua se deslizaba con facilidad, haciendo que la chica arquera la espalda, permitiéndole liberarla de aquel estorboso sostén.
Sus labios se encontraron de nuevo, en un acto ansioso, Lina enredó sus piernas alrededor de la cintura de Javier. Ambos gimieron al sentir el roce entre sus zonas íntimas. El pelinegro tomó su rostro, sintiéndose perdido entre los ojos de Lina.
Considerando que la chica sería su perdición, al mirarla derrumbarse frente a él, al este deslizarse en su entrada.— Javi... — gimió la chica con deseo mientras se aferraba a este — Javi... — podía ver el rostro de satisfacción al sentir sus embestidas — Javi...
— Lina... — murmuró este con voz grave para luego besarla de forma necesitada.
Un fuerte portazo hizo que Javier se desconcentrara y detuviera.
— ¡JAVIER! — gritó una voz grave haciendo que este se alejara de Lina — ¡ESTÁS MUERTO, JAVIER! — Aquello lo alertó de sobremanera. Mientras un fuerte movimiento lo regresaba a la realidad — ¿Qué mierda estabas haciendo? — preguntó Steve con molestia — Estamos en el trabajo, no hay tiempo para descansar, Javi. ¿A caso no dormiste anoche? — Inspeccionó el lugar, tratando de enfocar su vista en el sitio. La confusión invadió su rostro al caer en cuenta que se encontraba en la oficina. Este negó con la cabeza repetidas veces mientras pasaba sus manos por su rostro para despejar todo rastro de sueño.
Javier se quedó estático en su lugar, ¿en qué momento se había dormido? Pero especialmente se preguntaba, ¿por qué había soñado con Lina? Y ¿por qué había soñado aquello?
Estaba tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Steve seguía reclamándole por dormirse. Cuando Javier estuvo a punto de salir de la oficina por un café, Steve lo detuvo de golpe.
— ¿De verdad piensas salir así de esta oficina? — preguntó con seriedad. Javier lo miró sin entender mientras fruncía el ceño. Steve señaló con la mirada hacia abajo mientras volteaba hacia otro lado por la incomodidad. Javier guió su mirada, no pudo evitar tensarse al ver el abultamiento en sus pantalones, por lo que tomó una carpeta para disimularlo, algo que ocasionó la risa en Steve — ¡Diablos, Peña! Si de verdad no te conociera, diría que eres un adolescente precoz enamoradizo — aquello hizo enfadar levemente al pelinegro, quien rodó los ojos en señal de fastidio.
— ¿Tienes algo mejor que hacer? — preguntó sentándose de nuevo.
— La verdad no, pero tú, sí — la risa escandalosa de Steve llamó la atención de los presentes fuera de la oficina. El rubio tomó un asiento y lo acercó a Javier — ¿A caso esa chica ya te tiene entre sus manos? — Javier suspiró pesadamente, dejando la carpeta en su zona para cubrir.
— No digas estupideces — mencionó con molestia mientras acomodaba su cabello.
— No lo digo, en cambio tú, las haces — respondió Murphy, encogiendose de hombros. Aunque el rubio no lo dijera, disfrutaba ver el rostro vergonzoso de Javier, en especial porque este siempre parecía salirse con la suya. Por lo que un simple error de Javier, era un motivo de burla para Steve, algo que evidentemente ya estaban acostumbrados — Tienes diez minutos para solucionar esto — Javier miró como Steve se levantaba de su asiento — ¡Oh, Lina...! — bromeó antes de salir de la oficina.
Javier no pudo evitar cerrar los ojos con frustración, ahora, tenía dos problemas y ambos eran ocasionados por Catalina García.
El Javier: ESTOY ANSIOSO DE VERAS, DE LLEGAR PRONTO A TU CASAAA, PARA SACARME LA V.
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𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙀𝙑𝙄𝙇 ── 𝘑𝘈𝘝𝘐𝘌𝘙 𝘗𝘌Ñ𝘈
Fanfiction❝ 𝘈𝘮é 𝘺 𝘢𝘮é 𝘺 𝘵𝘦 𝘱𝘦𝘳𝘥í. ❞ ━━━━━━━━━━━━━━ 𝘘𝘶𝘦𝘳𝘦𝘳 𝘺 𝘢𝘮𝘢𝘳 𝘴𝘶𝘦𝘭𝘦𝘯 𝘶𝘵𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘴𝘪𝘯ó𝘯𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘧𝘦𝘳𝘪𝘳𝘴𝘦 𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘳𝘦𝘭𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘳𝘱𝘦𝘳𝘴𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴, 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘭𝘢 𝘥𝘪...