𝟯𝟬. 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗘𝗧𝗔𝗠𝗘𝗡𝗧𝗘 𝗧𝗨𝗬𝗔

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A Lina ya no le sorprendía cuán misterioso podía ser Javier

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A Lina ya no le sorprendía cuán misterioso podía ser Javier. La forma en la que a este le gustaba mantener todo en suspenso era, una de las cosas cosas que más le agradaban de él.
Era un tanto extraño no llegar de la mano con él al restaurante, bajo la excusa de tener que realizar un pendiente antes de encontrarse, asegurando que estaría puntualmente ahí para ella, por lo que decidió confiar en su palabra.

A la chica se le hizo extraño mirar entre la multitud el rostro de Javier, aquel sentimiento de tristeza se había apoderado de su sistema al no encontrarlo y pensar que este le había plantado, le hizo reconsiderar sus planes.

Sentía la mirada de algunos sobre ella, puesto que era la única que se encontraba en la mesa mientras el resto tenía compañía.
Los minutos pasaban y la desesperación comenzaba a apoderarse de ella. Se sentía tonta por considerar aquella cita como algo formal.

Mirando cada decoración y rincón del lugar, planteándose incluso que ella no podía encajar en un lugar como ese.
Por lo que, poco a poco, comenzó a sentirse pequeña y fuera de lugar.

Esta negó con la cabeza antes de suspirar.

— ¿Qué hago aquí? — murmuró antes de tomar sus cosas y levantarse.

Cuando se disponía a caminar a la salida, un mesero se interpuso en su camino.

— Señora Peña — mencionó con una sonrisa
— su esposo se encuentra esperándola, acompáñame, por favor — complementó al ver el rostro de esta.

Con cierta incertidumbre lo siguió mientras se alejaban del lugar. Ambos subieron las escaleras, revelando una habitación decorada con luces cálidas y rosas esparcidas a lo largo de la habitación; y una mesa para dos.

Cuando esta quiso preguntar al respecto, se dio cuenta que el mesero había desaparecido.
Con cautela terminó de subir las escaleras, sintiendo temor al solo escuchar la música tenue armonizar la habitación.

— Hola, cariño — Javier había aparecido de la nada, provocando que esta maldijera por ello.

— Javi — murmuró un tanto tranquilizada, una sonrisa apareció en su rostro al ver a este con un ramo de rosas y un traje negro.

𝙏𝙃𝙀 𝘿𝙀𝙑𝙄𝙇 ── 𝘑𝘈𝘝𝘐𝘌𝘙 𝘗𝘌Ñ𝘈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora