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31 de diciembre de 1990
Fin de año.
Don Chucho había organizado una fiesta sencilla para celebrar la llegada de 1991, sin embargo, aquello fue evolucionando y justo en aquel momento, contaban con más de treinta personas en su hogar, entre ellos familiares de Javier y el resto, vecinos de su padre.
Desde lo lejos, Lina pudo divisar a Lorraine, quien saludaba efusiva al padre de Javier y uno que otro familiar. No podía negar que sentía celos al ver el dinamismo en ellos.
- ¿Qué sucede, cariño? - preguntó Javier mientras la envolvía en sus brazos. Esta alejó todo pensamiento intrusivo y besó delicadamente sus labios.
- Nada, cariño - comentó con una sonrisa.
- Luces preciosa.
- Lo sé - Javier rió ante ello antes de sentir unos ligeros tirones en el pantalón. Ambos miraron hacia abajo, percatándose de la sobrina de este, quien pedía exclusivamente, los brazos de su tío.
La chica no pudo evitar sonreír mientras miraba aquella escena, Sofía había cumplido los cinco años de edad, y en las últimas semanas, tras su visita sorpresa, esta se había encariñado con ambos.
- ¿Quieres ir con la tía Isa? - preguntó mientras besaba gentilmente su mejilla. Esta la miró antes de negar con la cabeza y esconderse en el cuello de Javier.
- Serías un gran padre, hijo - comentó Don Chucho, logrando sobresaltar a la chica - lo siento, hija - aclaró mientras la abrazaba. Lina asintió ligeramente - Pero necesito la ayuda de tu esposo. Uno es viejo y ya no puede con todo.
- ¡Papá! - Javier le llamó la atención mientras rodaba los ojos - Vamos... - murmuró derrotado, antes de entregarle a Lina, la pequeña Sofia. Esta protestó levemente con un no, sin embargo, se enrolló en el cuello de la chica.
