Capítulo 2: Feliz cumpleaños.

166K 15.6K 18.2K
                                    

(Leo)


- ¿Te vas ya?- me preguntó la pelirroja desde la cama.

Asentí lacónicamente y terminé de abotonar mi camisa.

-Quédate un poco más.

Esta vez fue la otra pelirroja la que habló, Selene o Beatrice, no estoy seguro; sé que una es Selene y su compañera es Beatrice. Sin embargo, no puedo recordar quién es quién.

-No puedo-me acerqué a la cama y le di un beso a cada una. Acto seguido, me marché del hotel.

El día de hoy al idiota de mi mejor amigo se le ocurrió la brillante idea de hacerme una "fiesta sorpresa" por mi cumpleaños, lo cual se puede traducir como pasar la mitad de la noche sentado en una mesa escuchando el parloteo incesante de un imbécil que te alaba sin parar sólo para subir de puesto.

Bien hecho, Joe.

Ese hombre es un constante dolor en el trasero y sus intentos por celebrar mi cumpleaños de manera divertida son la definición concreta del fiasco.

Aún así, puedo decir que soy un hombre con suerte. Justo cuando iba a cerrarle la boca a aquél ingrato con un rotundo ni en mil años lograrás ascender, aparecieron esas dos increíbles pelirrojas, decididas a alegrar mi noche.

No me quejo, lo hicieron muy bien.

En cuanto llegué a mi departamento, me desvestí y me apresuré a tomar un baño. ¿A quién se le ocurre la genial idea de celebrar un cumpleaños en un bar en domingo? Claro, sólo Joe tiene esa capacidad.

El cansancio no tardó en apoderarse de mi cuerpo. Había sido un día de locos, no sólo por hacer horas extra en la empresa en un fin de semana al no tener nada mejor qué hacer, sino porque la actividad en el bar y en el hotel me dejaron totalmente exhausto.

Dejé escapar un pesado suspiro mientras salía enredado con una toalla en la cintura buscando mis calzoncillos. Mañana es mi cumpleaños y ni siquiera quiero pensar en las felicitaciones hipócritas que tendré durante todo el día. Eso sin contar las invitaciones para salir a celebrar y demás.

No, mañana simplemente adelantaré trabajo y al terminar, volveré a mi departamento a ver algún programa deportivo.

Odio las fiestas. Al menos claro, que sean absolutamente necesarias y para tratar algún asunto de negocios. Fuera de eso, quiero mantenerme completamente alejado de ellas.

Encuentro unos calzoncillos y en cuanto estoy vestido, me voy a dormir.

No habrá sorpresas mañana.

---------------------------

-Buenos días, señor McCartney-saludó la recepcionista en un intento, creo yo, por parecer una mujer seductora. Debo reconocer que hace su mejor esfuerzo, es una mujer responsable y agradable.

Bastante persistente también, porque a pesar de que es guapa, no ha dejado de insistir en volver a algo después de haber tenido un encuentro. Cosa que, por mucho que le cueste aceptar, no va a volver a repetirse.

Le devolví el saludo con un gesto de asentimiento y continúe mi camino hasta mi oficina.

En un cubículo justo al lado de mi puerta se encontraba mi secretaria, Madison. Nunca estoy seguro de lo que hace o cómo lo hace incluso, porque siempre está un paso delante de lo que le pido. Es como si ya lo tuviera todo previsto.

-Señor McCartney-susurró la mujer, despegando la vista de su ordenador por una fracción de segundo.

-Buenos días, Madison-la saludé educadamente y antes de entrar en mi oficina, decidí comenzar con mi día de trabajo. - Necesito que me consigas las cláusulas del contrato de venta de SMC Powder Metallurgy. Ahora.

Jade [+18] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora