Capítulo 14: Propuestas.

131K 13K 9.8K
                                    

(Alison)

                 

                 

Antes de que pudiera procesar lo que estaba haciendo, ya me encontraba buscando a la única persona capaz de ayudarme a salir de este lío ilesa.

—Louis—lo observé desde el marco de la puerta y alzó una ceja dubitativo al verme, como si no creyera que realmente estuviera buscándolo.

—Dichosos los ojos...—dijo con una sonrisa burlona— ¿Qué es tan importante para que su alteza me busque?

Reprimí la necesidad de poner los ojos en blanco. Si analizaba a Louis desde una perspectiva objetiva, podía decir que era alguien atractivo; alto y fibroso, con rasgos finos y facciones angulosas y su cabello color arena combinaba de maravilla con sus ojos miel. El problema era que cuando abría la boca todo ese encanto se iba al demonio. Nunca había conocido a alguien tan engreído, frívolo y cruel en toda mi vida, por no mencionar la mezquindad y prepotencia con la que tendía a tratar a todo el mundo.

Y yo no tenía la más mínima intención de mezclarme con ese tipo de personas.

—Te necesito—me acerqué a la mesa donde tenía esparcidos los informes de aquél día, obligándome a mantener los ojos en ellos. Ya era suficientemente humillante hacer esto.

Louis soltó una carcajada mordaz y pude ver por el rabillo del ojo cómo se cruzaba de brazos y se erguía, dándose importancia.

— ¿Por fin te has dado cuenta de lo irresistible que soy, preciosa?—estiró su brazo y me rozó el pómulo con la yema de sus dedos. Instintivamente le di un manotazo.

—No seas idiota Louis. Si he venido es porque me he visto obligada, nada más.

Él chasqueó la lengua y recargó todo su peso en la mesa que tenía detrás, escrutándome con aquellos ojos calculadores.

— ¿Y bien? ¿Para qué me necesitas si no es para abrirte las piernas?

Lo fulminé con la mirada y tuve que esforzarme horrores para no marcharme indignada.

—Necesito que me cubras durante las horas que faltan—mascullé e instantáneamente sus ojos parecieron iluminarse. Alzó las cejas formulando una interrogante muda—.Surgió...surgió un inconveniente y no puedo quedarme a terminar la jornada, así que...por favor, necesito que me cubras.

Eran las palabras más difíciles que había pronunciado en toda mi vida.

—Ahí está el detalle—dijo acercándose a mí y por inercia yo retrocedí un paso. Su cercanía me alteraba, no porque sintiera algún tipo de atracción, sino porque su esencia en sí era intimidante y la sonrisa diabólica que surcaba sus labios no presagiaba nada bueno—: Yo no hago favores.

Claro. ¿Cómo pude olvidar algo tan fundamental de la personalidad de Louis?

— ¿Qué quieres a cambio?

—Pues...—recorrió mi cuerpo con descarada lascivia y pude sentir como si me desnudara—.Lo pensaré—dijo cuando por fin volvió a posar sus ojos en los míos.

Cerdo.

—Puedes irte. Yo me haré cargo de todo. Te veré mañana para cobrarte el...favor—me guiñó un ojo y salí corriendo antes de que se le ocurriera cometer alguna estupidez.

Faltaba menos de una hora para reunirme con el tipo y aún tenía que cambiar el lugar de encuentro. Si Óscar se enteraba de que efectivamente estaba viéndome con alguien, me despellejaría viva.

---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Cuarenta minutos después ya estaba subiendo al auto de Leo. Mi corazón golpeó fuerte y férreo contra mi pecho cuando puse mi trasero sobre el asiento. Estaba en su auto otra vez y de nuevo, él estaba conmigo.

Jade [+18] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora